Podemos firmó su desaparición en otro territorio. Con las municipales y autonómicas del 28-M del año pasado, Unidas Podemos dejó de cogobernar en cuatro Ejecutivos: Aragón, Comunidad Valenciana, Canarias y Baleares y ya no tendrá representación parlamentaria en Madrid, un bastión histórico, donde hace ocho años logró nada menos que 27 escaños. Los morados se presentaron a las urnas con 47 diputados autonómicos. Y salieron solo 15 tras las elecciones.
La debacle no ha sido menor a nivel municipal. Podemos e Izquierda Unida acudieron en lista única en 39 de 52 capitales de provincia, con un retroceso generalizado que ha desalojado a Ada Colau del Ayuntamiento de Barcelona y que ha precipitado la desaparición en Zaragoza, Murcia o Cádiz.
Galicia confirma la debacle con un letal 0,25 por ciento de los votos que lo dejan fuera del Parlamento gallego. Los de Pablo Iglesias obtuvieron 3.372 votos, 3,69 puntos menos que en 2020, cuando obtuvieron 51.630 papeletas.
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La foto del fracaso se explica con que Podemos queda por debajo de Pacma, el partido animalista logró 4.573 papeletas, el 0,35 % de los votos totales y 0,11 puntos menos que en las elecciones a la Xunta de 2020.
En este marco, con solo 4 diputados y sin poder territorial, los morados ponen todo en la candidatura de Irene Montero en las elecciones europeas de Junio que, sin embargo, podrÃa significar el tiro de gracia de la formación de izquierda.
A través de la usina de comunicación de Canal Red dirigida por Pablo Iglesias, Podemos ensayó una conclusión respecto de los resultados de las elecciones y publica: "el BNG es el único partido que aumenta su representación de forma muy significativa en estas elecciones -con permiso de Democracia Ourensana- y se consolida como la opción de la izquierda para las elecciones autonómicas, en un territorio en el que siempre opera el voto dual y en el que esa misma izquierda puede votar y vota de forma diferente en otras citas electorales".
En otro fragmento, Canal Red aprovecha la pésima elección de Sumar y remarca: "Todo lo contrario se puede decir de los resultados de Sumar. Los de Yolanda DÃaz se presentaban por primera vez a unas elecciones autonómicas y habÃa mucha expectativa respecto de su posible desempeño, que ha sido medido por primera vez en una cita de este tipo de forma objetiva.
"A pesar de tratarse de la tierra de la propia vicepresidenta, a pesar de haber movilizado en campaña a todos los perfiles conocidos de Sumar y de haber contado con una candidata -Marta Lois- que ha podido gozar de unos meses de visibilidad como portavoz del grupo parlamentario, los de DÃaz no solamente no han conseguido ampliar su base electoral sino que la han reducido a la mitad respecto de la que tuvo Galicia en Común en 2020. Si Sumar ya perdió siete escaños en el Congreso de los Diputados en las pasadas elecciones del 23 de julio, en estas elecciones gallegas se confirma su tendencia descendente y se demuestra que estamos ante un proyecto polÃtico que no funciona", ha insistido.
Por otra parte, con Podemos abandonan la autocrÃtica y plantean: "Es evidente que sus votantes no han apostado por la formación morada ante la perspectiva de que el ejercicio de un voto dual pudiese acercar la perspectiva de un cambio en la Xunta. A pesar del exiguo resultado, la moral de la militancia en Galicia no ha salido, sin embargo, tan tocada como cabrÃa esperar gracias al esfuerzo realizado, a la afluencia a los mÃtines y, sobre todo, al descubrimiento y el excelente desempeño de su candidata Isabel Faraldo, quien se ha revelado como una apuesta de futuro".
"Ahora Podemos debe encarar las elecciones vascas y, sobre todo, las europeas, sabiendo que la pregunta que se hacen los electores es diferente en cada cita electoral y que vivimos en una época en la que los liderazgos son clave", concluye.
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Juan Carlos Monedero fue más crÃtico y publicó en sus rede sociales: "Algunos, sin mucho éxito, venimos diciendo que un partido es territorio, ideas y debate, no un rincón mediático estrecho ni un puñado de convencidos; que la división en la izquierda, tan trabajada, es un desastre; que todos tienen su culpa, pero, sobre todo, quien tenÃa la responsabilidad de juntar los fragmentos; que la pelea entre Sumar y Podemos lleva a ambos a la irrelevancia y que a quienes les pese más sus planes personales, el ego y la ira más les valdrÃa irse a su casa y dejar de hacer daño".
"Mientras una izquierda egocéntrica, desagradecida, adolescente o acosada se estrella, gana el PP de las mentiras, los recortes, las muertes en las residencias, el negacionismo climático, referenciada en Israel y Milei y nostálgica del pasado. Tuvimos hace nada seis millones de votos y un paÃs que se habÃa echado a la calle", reflexiona.
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