Mientras okupas y antiokupas protestan en la plaza de Bonanova, una de las zonas más exclusivas de Barcelona, el equipo de Ada Colau piensa cómo contrarrestar la asociación entre la alcaldesa y la resistencia en los edificios de El Kubo y La Ruïna. Como se vio en el primer debate del miércoles, las crÃticas de Xavier Trias, Anna Garau, Daniel Sirera y Eva Parera se concentraron en el conflicto de Bonanova.
La alcaldesa responde a sus rivales que la Justicia no avala los desalojos cautelares, por lo que el Ayuntamiento no puede concretar el desahucio de los okupas. Pero el problema para Colau es que el conflicto puede devenir en un enfrentamiento duro entre las partes, como se vio ayer entre los manifestantes pro y anti okupación. En Barcelona en Comú temen que el choque se salga de control y no haya solución hasta el 28M.
"La okupación en Barcelona ha bajado, y en parte será por las polÃticas de vivienda que se han hecho en la ciudad", dijo Colau, en alusión a otros barrios de la ciudad. Con todo, Bonanova se ha convertido en una causa para los anarquistas y los fascistas que se reúnen en la plaza. Es un foco de violencia que tiene a los vecinos en el medio y que preocupa a los cuerpos de seguridad: un despliegue de cientos de Mossos d'Esquadra y agentes de la Guardia Urbana custodian la zona.
Parera, candidata de los Valents, dijo a OKDiario que ella sabe cómo desalojar El Kubo y La Ruïna. "Tenemos una campaña ‘okupas 24 horas', pero nos dicen que esto no porque tal, porque los derechos. Me da igual", apuntó. Por su parte, Grau, la candidata de Ciudadanos, pide manifestarse y que se equipe a los Mossos con pistolas Taser. Cada candidato capitaliza el conflicto como mejor puede.
El popular Sirera propone reformar la ley para terminar con un desalojo en 24 horas. En esa lÃnea está Desokupa, una empresa que hace desahucios de manera ilegal y pretende chocar con los Mossos si no se les permite entrar a los edificios. Es contraria a Colau y defiende posiciones de extrema derecha.
Más allá del ruido, según datos del INE y el Ministerio de Interior, en 2022 solo hubo un 0,06% de denuncias por viviendas okupadas. Colau y su entorno entienden que la derecha inflará el conflicto para ganar votos en la elección, que tiene a la alcaldesa en la cuerda floja. Colau ha pasado a la defensiva en una cuestión que puede terminar por dejarla fuera del gobierno municipal.
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