El problema macroeconómico que genera la brecha de cotizaciones entre el dólar oficial y los distintos dólares libres está en el centro de la discusiones entre el equipo económico y el FMI, que este sábado entrarán en etapa de definiciones, en la previa del encuentro de este lunes entre Sergio Massa y Kristalina Georgieva en Washington.
Si bien todo parece indicar que el desembolso de mas de 4000 millones de dólares en derechos especiales de giro para que Argentina pueda cumplir con el vencimiento previsto para el 22 de este mes, están muy encaminados, lo cierto es que la revisión todavÃa no está cerrada.
Tras el acuerdo con el BID y el dólar soja, Massa enfrÃa la devaluación
"La brecha cambiaria y el problema de las reservas que se van por importaciones es el nudo de la negociación con el Fondo", afirmó a LPO una fuente al tanto de las conversaciones.
En efecto, el FMI no suele aceptar una brecha superior al 30%. Hoy la Argentina está ubicada en la franja del 80% de brecha. Un caso testigo es Angola, que tenÃa una brecha similar a la actual de la Argentina y el Fondo empujó una devaluación.
Si el gobierno se animara a devaluar y llevara el dólar oficial a los 200 pesos del dólar soja, la brecha se ubicarÃa en torno al 30% porque además esa movida seguramente harÃa bajar las cotizaciones libres, explicó a LPO un economista que sigue las negociaciones con el FMI.
"Esa devaluación tendrÃa además el beneficio que el dólar tarjeta se irÃa a 350 pesos, porque le tener que cargar impuesto paÃs y anticipo de ganancias y todos los que se van a Qatar les serÃa más negocio comprar el blue y dejarÃan de drenar reservas, que es lo que quiere el Fondo", agregó la fuente.
En efecto, ese es uno de los infinitos frentes que genera el dólar oficial regalado, una tentación para todo tipo de maniobras, que el nuevo equipo que conduce la AFIP y la Aduana trata de parar con controles, pero siempre van de atrás.
Sin embargo, Massa dejó trascender durante su visita a Washington que por ahora no piensa en devaluar, porque el dólar soja y los acuerdos con el BID han generado un piso de reservas que le quitan urgencia a esa difÃcil decisión.
De todas maneras, la discusión en torno a la brecha, no parece estar en un extremo de tensión al punto de poner en riesgo la revisión. "El FMI no puede dejar que la Argentina caiga, porque acredita la deuda mas cuantiosa de su historia y hay también intereses geopolÃticos de la Casa Blanca. Eso lo entiende muy bien Clever-Carone que le dio un respaldo muy importante a Massa que asà llega mejor parado a la reunión", afirmó a LPO una fuente conocedora de los organismos multilaterales de crédito.
Exclusivo: Guzmán dejó un déficit de 4.3% del PBI y dibujó la meta de reservas
Las metas cuantificables que tiene que aprobar el Fondo son déficit, emisión y reservas. Las dos primeras se tratan de cuentas en pesos donde la gestión de Massa puede mostrar un avance importante. Al recorte por decreto de partidas por mas de 128.000 millones de pesos, se suma la desaceleración del nivel de actividad y la licuación que produce la inflación en las cuentas previstas por el gobierno, con lo cual el déficit tiende a reducirse, y la meta anual del 2.5% luce cumplible.
La emisión también muestra niveles favorables a los ojos del FMI, con una reducción que llevo la masa monetaria a niveles mÃnimos históricos con una baja fenomenal de mas de 126000 millones de pesos. Lo que complica al paÃs son las reservas, básicamente por el negocio del dólar oficial que genera una demanda de dólares que estructuralmente supera a la oferta.
Como sea, la sensación en la delegación argentina es que para Massa resultó muy favorable la visita previa de Silvina Batakis, que pintó a los técnicos del Fondo un panorama desolador. "La Griega metió miedo, eso nos sirve para ablandarlos", afirmó a LPO una fuente al tanto de las conversaciones con el Fondo.
Tal como reveló LPO en su momento MartÃn Guzmán, apelo a estrategias de contabilidad creativa para mostrar metas aprobables por el FMI, entre otras maniobras incluyó impuestos que computan recién a fin de año, contabilizó créditos no desembolsados y escondió parte del déficit.
En el mes que lleva en el cargo, Massa avanzó con ajustes importantes como el aumento de tarifas que si bien aún no impactó en el gasto van en esa lÃnea. "Como las metas son anuales alcanza con mostrar que Massa avanza en el sentido acordado. La aprobación de esta revisión es en parte una decisión más bien polÃtica", explicaron a LPO desde Washington.
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El banco central se encuentra sin muchas municiones y el hot sale de dólares para importaciones sigue en pie. Igualmente, el dólar soja trajo un cierto alivio al recomponer reservas.
En conclusión, una devaluación fuerte reduce la brecha e incrementa las reservas (aumenta las exportaciones y desalienta importaciones), pero al costo de tener una mayor inflación. Y, el atraso cambiario eterno tampoco es viable. Un problemón, no fácil de resolver.