El Justicialismo, que tras 28 años en la oposición consiguió por fin conquistar la gobernación, solo gobernó 22 días. Se dirá, claro, ya se ha dicho, que el proyecto del difunto Gobernador Carlos Soria continuara dirigido ahora por su Vice, ahora primer mandatario.

Quizás sea. Pero el Peronismo ya no esta en el Poder; Weretilneck no es Peronista. Es cercano al poder y no carece de amigos en la Casa Rosada, es verdad. Pero no es peronista y estará acotado, al menos en el comienzo, por la enorme hegemonía justicialista en la legislatura. Deberá construir una base de un poder propio que hoy no tiene. Habrá reacomodaciones y habrá traiciones. La relación de fuerzas en el Gobierno Provincial cambiara, y esto hará que este capitulo de la historia de la provincia sea distinta de lo que hubiera sido si Soria continuaba su mandato. No estamos diciendo que el mandato de Weretilneck será deficiente, quizás hasta sea brillante; pero será distinto.

No existe duda alguna sobre la legitimidad institucional de Weretilneck para asumir la primera magistratura provincial. Pero no es lo mismo legitimidad institucional que legitimidad social. Carlos Soria tenia ambas, el actual gobernador deberá conquistar la segunda y esto también producirá una diferencia sustantiva en su manejo de los asuntos públicos.

Entonces, ¿Cómo se genera la historia? ¿Es posible que lo trivial determine lo trascendente? Una pelea familiar, por razones familiares, determino que La Provincia amanezca con un destino diferente. Es posible que el temperamental Cupido haya vencido al astuto Maquiavelo en su propio terreno?