Joe Biden intenta una carambola ambiciosa. El presidente le pidió al Congreso aprobar un paquete de más de 105.000 millontes de dólares para ayudar a Israel y Ucrania, abordar la crisis migratoria y contrarrestar la creciente influencia China. Pero a la administración demócrata le preocupa algo más: que el ataque mortífero de Hamas a Israel despierte un clima de islamofobia similar al que se habilitó tras los ataques a las Torres Gemelas en 2001, bajo la presidencia del republicano George W. Bush.

En diálogo exclusivo con LPO, la portavoz del Departamento de Estado Kristina Rosales habló de ese riesgo, del proyecto impulsado por Biden, de las negociaciones con la Venezuela de Nicolás Maduro y del resultado electoral de Ecuador.

Biden pidió al Congreso un paquete de ayuda que vincula Medio Oriente con la guerra en Ucrania. ¿Cuál es el abordaje del Gobierno ante esos dos conflictos?

El presidente fue muy contundente ayer, así mismo como lo hizo cuando estuvo en Israel. También el secretario Antony Blinken durante su gira en Medio Oriente. Nosotros tenemos un fuerte apoyo al gobierno y al pueblo israelí. Estamos trabajando conjuntamente con el gobierno y el pueblo israelí, que está sometido a este acto terrorista. Aparte de eso, no queremos que este este conflicto se derrame por la región.

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¿Buscan evitar que las consecuencias del ataque de Hamas desestabilicen al resto de Medio Oriente?

Esto es y fue un ataque terrorista y hay que lidiar con ese ataque de la manera en que lo expresó el presidente ayer: estamos hablando de un grupo terrorista y así lo enfocamos. De la misma forma, como el presidente lo expresó, estamos hablando de esa misma manera de Vladimir Putin en Ucrania. Las líneas están ahí; están bien claras. Entonces, nuestro esfuerzo hoy en día está en esas dos ramas: apoyar al pueblo y al gobierno israelí y trabajar con nuestros socios en la región para que esto no se salga de control; que no se derrame más sangre y más vidas de lo que ya se ocasionó.

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Israel plantea que el ataque de Hamas fue impulsado por Irán para petardear la normalización del diálogo entre Israel y Arabia Saudita. ¿Es así?

Nosotros no tenemos elementos para decir que ha sido este el escenario, pero sí específicamente sabemos que Irán ha estado atrás de muchos grupos terroristas en la región. Conocemos más de un caso de Hezbolá y también en otras instancias de Hamás. Estamos todavía en conversaciones y en el proceso de análisis e inteligencia para entender de dónde y cómo se originó todo esto. Pero nuestro punto de vista en esta temática, la de Israel y Palestina, es que se enfoque como el de una resolución de dos Estados, así como que se aplique la política que se confirmó y estableció desde 1967: la división de dos Estados, equitativos. Siempre hemos permanecido claros en cuanto a propiciar la normalización en las negociaciones. Esperamos que eso avance en su debido momento. Por ahora estamos muy enfocados en apoyar al pueblo y al gobierno israelí. Y a mantener la paz en la región y que no se desborde este ataque.

Nuestro esfuerzo hoy en día está en esas dos ramas: apoyar al pueblo y al gobierno israelí y trabajar con nuestros socios en la región para que esto no se salga de control 

¿Existe el riesgo de que la guerra en Medio Oriente dispare la islamofobia como sucedió tras los ataques de 2001?

Sí, lamentablemente tuvimos una noticia muy triste y lamentable lo que se vio hace unos días en Chicago con un ataque contra un niño palestino-estadounidense, que fue asesinado. Lo mencionó el presidente varias veces durante su visita. No queremos un nuevo 9/11, no podemos regresar a que sea un 9/11 en EEUU ni en ninguna parte del mundo. Ese es nuestro mensaje al gobierno israelí. No queremos ese tipo de contexto, de realidad y guerra.

Biden negoció con Maduro y comenzaron los vuelos de deportación de venezolanos

El gobierno de Biden levantó las sanciones al petróleo, el gas y el oro de Venezuela tras los acuerdos de Maduro con la oposición. ¿Cuál es el alcance del acuerdo con Venezuela?

Nuestro enfoque siempre ha sido la defensa y también darle de vuelta al pueblo venezolano la posibilidad de un regreso a la democracia. Que tengan derechos humanos fundamentales, el respeto a la vida, y que tengan derecho de voto. Este es el marco general de esta discusión. La decisión que tuvimos fue en base a las conversaciones y el acuerdo que se alcanzó en Barbados. Nuestro criterio, y desde siempre hemos sido muy claros, fue que si veíamos algún avance en ese sentido, de cambio para poder darle al pueblo venezolano derechos y acceso al voto, entonces Estados Unidos iba a reconsiderar las sanciones contra el régimen venezolano.

¿Y ese avance se dió en Venezuela?

Como hubo ese avance y hubo ese acuerdo entre la Plataforma Unitaria y los representantes de Maduro en Barbados, vimos ese paso evidente. Eso significa para nosotros que se están llevando las conversaciones a un encuadre serio; y queremos incentivar y que se continúe con ese tipo de negociación y acuerdo. Vinimos a colocar esos tres puntos de pauta. Estamos abriendo el espacio para remover las sanciones específicas para el petróleo y el gas venezolano. También la parte de las deudas, la parte de todo lo que tiene que ver con PDVSA, por seis meses. También hicimos el anuncio específico para Minerven, para lo que tiene que ver con el cambio y el intercambio de venta de oro. Y para la parte de créditos y de negociaciones específicas sobre la deuda venezolana.

Para nosotros es extremadamente importante la parte de los rehenes, no solamente los americanos que están en Venezuela, sino también los presos políticos venezolanos. Queremos que se contemplen esos condicionamientos 

¿A cambio qué le piden al gobierno de Maduro?

Nuestro objetivo es claro: queremos lo mejor para el pueblo venezolano. Y eso sería concretamente que se le pueda dar esa voz equitativa en elecciones competitivas a todos los candidatos; que se puedan realizar unas elecciones libres, justas, de voto para el pueblo. Y, a su vez y en simultáneo, para nosotros es extremadamente importante la parte de los rehenes, no solamente los americanos que están en Venezuela, sino también los presos políticos venezolanos. Queremos que se contemplen esos condicionamientos: las dos condiciones que colocamos sobre la mesa. Planteamos que si se ve eso y se avanza en esos dos temas, entonces estaremos dispuestos a reconsiderar todas las sanciones relacionadas a Venezuela, nuestra política en relación a Venezuela. Y si no, entonces retrocedemos de la misma forma que avanzamos. Si no se hace, estamos dispuestos a retroceder, a re-implementar y todavía aumentar las sanciones.

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¿Esa reevaluación del comportamiento del gobierno de Maduro se va a hacer en breve?

El próximo paso se plantea en breve: vamos a ver cómo salen todas las conversaciones y cuáles son los pasos que se dan en el mes de noviembre. Estamos confiando en que sí se vaya para adelante.

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La exigencia de elecciones competitivas fue leída como una condición específica para permitir que María Corina Machado sea candidata. ¿Es así?

Es importante aclararlo. Nosotros no estamos enfocados en alguien en particular, sino que lo planteamos con criterio amplio. Para "todos". Obviamente, en relación a Corina comprendemos esa situación que es muy complicada. Pero nuestro enfoque es el fair play general: que se le den oportunidades equitativas a todos los que están implicados en esta contienda electoral. Eso es lo que queremos ver para Venezuela.

¿Las concesiones a Venezuela tienen conexión con la guerra en Medio Oriente y la posible disparada del precio del petróleo o es algo independiente?

Es completamente independiente. Nosotros hemos marcado siempre nuestra pauta para Venezuela, así mismo es en otros países en la región: el voto justo, libre y abierto. El derecho del voto del pueblo latinoamericano, en este caso de Venezuela. En absoluto tiene nada que ver con lo que está pasando en cualquier otra parte del mundo. Es la ruta a la democracia, la del derecho de elegir y los derechos humanos.

Nuestro enfoque en Venezuela es el fair play general: que se le den oportunidades equitativas a todos los que están implicados en esta contienda electoral. Eso es lo que queremos ver.

¿Qué lectura hace del resultado en las presidenciales de Ecuador, tras un magnicidio y el asesinato de siete supuestos sicarios?

Siempre hemos sido muy abiertos en el sentido de cualquier elección, sea en América Latina o cualquier otro país. Fue un voto que se dio al pueblo ecuatoriano. Fue un voto justo y vamos a estar trabajando con ese gobierno.

La violencia en Ecuador parece tener conexión con la incursión de los grupos narco...

Ese es otro plano que sabemos que lamentablemente tenemos en este contexto, fuerzas paralelas que están muchas veces involucradas. Muchas veces intervienen en varios países. No solamente en el caso de, lamentablemente, Ecuador. Lo hemos visto en las últimas décadas en muchos países.