Informes del estado de Florida demuestran que los inmigrantes no sólo no son una carga para el estado, sino que son esenciales para el bienestar económico del estado. Si esto le resulta confuso al escuchar la dura retórica antiinmigrante que surge de la mayoría de los funcionarios estatales y el aluvión de legislación nativista en la Legislatura de Florida, no lo culpo. Un informe reciente titulado "Florida: An Economic Overview" describe cómo a medida que Ron DeSantis firma más proyectos de ley para combatir la inmigración, se necesitan más inmigrantes. Es que los jóvenes están abandonando el estado y las tasas de mortalidad superan las de natalidad.

Entre las conclusiones del informe, hay varias que se destacan:

-En el futuro, se espera que la tasa de participación anual de Florida se reduzca constantemente desde el 59,3% esperado para el año fiscal 2023-24 al 56,9% en el año fiscal 2032-33, a medida que los últimos Baby Boomers alcancen la edad de jubilación (65 años) en el año fiscal 2030-31.

-Se prevé que la población de 65 años o más represente al menos el 24,6% de la población total en 2030, en comparación con el 21,2% en 2020 y el 17,3% en 2010. En 2000, la población en edad laboral principal de Florida (entre 25 y 54 años) representaba el 41,5% de la población total. Con el envejecimiento de la generación Baby Boomer, esta población representó el 36,8% de la población total de Florida en 2020 y se prevé que representará el 36,3% para 2030.

La gran traición de los demócratas 

El crecimiento demográfico es el principal motor de crecimiento económico del estado, impulsando tanto el empleo como el crecimiento de los ingresos. En los tres años transcurridos desde el censo de 2020, las fuertes tendencias migratorias de Florida han continuado, aumentando su población en casi 1,1 millones de nuevos residentes netos. Esta cifra tiene en cuenta tanto las personas que abandonan el estado como las pérdidas en aumento natural (más muertes que nacimientos).

-En el pasado, el crecimiento demográfico de Florida se debió en gran medida a la migración neta. En el futuro, esto producirá todo el crecimiento de la población de Florida, ya que se prevé que el aumento natural seguirá siendo negativo y que las muertes superarán en número a los nacimientos.

Se prevé que la población de 65 años o más represente el 24,6% de la población total en 2030, en comparación con el 17,3% en 2010. En contraste, la población de Florida en edad laboral, que en 2000 representaba el 41,5% de la población, representará el 36,3% para 2030.

Este no es un informe realizado por un grupo de advocacia, una organización sin fines de lucro, un comité de acción política o cualquier otro organismo con una agenda. Esto fue elaborado por la Oficina de Investigación Económica y Demográfica de Florida, un organismo que no es acusado de ser una especie de grupo partidista. Simplemente están señalando lo obvio: tenemos una población cada vez más envejecida, en la edad de jubilación o cerca de ella, y una tendencia creciente de jóvenes en edad de trabajar haciendo las maletas para irse a lugares más asequibles.

Si a eso le sumamos que las tasas de mortalidad superan a las de natalidad, solo hay una solución para abordar una población en declive y todos los malestares económicos, como la aguda escasez de trabajadores. Esa solución es más migración al estado.

Pero este no es el único informe de Florida que contradice a los funcionarios estatales en materia de inmigración. La Legislatura de Florida aprobó el año pasado uno de los proyectos de ley SB 1718, una de las leyes anti inmigrantes a nivel estatal más duras del país. Una de las disposiciones de este proyecto de ley era un mandato para que los proveedores de atención médica que aceptan dólares de Medicaid preguntaran sobre el estatus migratorio de pacientes, y aunque los propios pacientes no estaban obligados a responder, esto instituyó un clima de miedo e intimidación.

Personas indocumentadas ahora evitan hospitales y clínicas, temiendo ser arrestadas o deportadas. Como señaló Político en un artículo reciente, menos mujeres migrantes embarazadas buscan tratamiento, incluso en situaciones de emergencia.

DeSantis y la fórmula para lograr la peor campaña presidencial de la historia 

Este mandato pretendía crear un informe que mostrará que personas indocumentadas eran una carga pública debido a los costes de cuidado médico no compensados que se les atribuían. La Legislatura de Florida asignó $558,000 para que la Agencia de Florida para la Administración de Atención Médica pudiera contratar a cuatro personas para armar el informe.

Los datos están señalando lo obvio: tenemos una población cada vez más envejecida y una tendencia creciente de jóvenes en edad de trabajar haciendo las maletas para irse a lugares más asequibles.

Resulta que su informe mostró exactamente lo contrario. Encontró que las personas que auto informaron su estatus de indocumentados representaban menos del 1 por ciento de todas las admisiones hospitalarias y visitas a la sala de emergencias. El informe también dice que los altos niveles de atención no remunerada están más asociados con el estatus de condado rural que con los porcentajes de inmigración ilegal. Tampoco parecía haber una correlación entre la rentabilidad total y los porcentajes de inmigración ilegal. "Todos los condados que tenían márgenes de ganancia negativos tenían índices de inmigración ilegal por debajo del promedio", afirma.

Entonces resulta que, según Florida, la retórica antiinmigrante de los funcionarios estatales es un montón de tonterías. ¿Es de extrañar que después de la aprobación del Proyecto de Ley Senatorial 1718, que también contenía medidas que restringen la capacidad de trabajar de personas indocumentadas, la escasez de trabajadores ya existente empeoró hasta el punto de que legisladores que votaron a favor mintieron sobre el impacto del proyecto de ley al reunirse con congregaciones evangélica latinas? El representante Rick Roth afirmó que el proyecto de ley estaba "100 por ciento destinado a asustar" a inmigrantes y rogó a la multitud que convenciera "urgentemente" a "su gente" de no abandonar Florida, ya que la industria agrícola estaba enojada porque su fuerza laboral estaba abandonando el estado.

Y ahí lo tienen: legisladores antiinmigrantes y funcionarios estatales transformándose en pretzels para evitar la realidad de que la inmigración es buena.