El juicio por fraude civil de 250 millones de dólares que podrÃa resultar en la prohibición permanente de Donald Trump de hacer negocios en Nueva York comenzó en medio de la habitual avalancha de periodistas a las puertas del tribunal.
Tal como contó LPO, la demanda de la fiscal demócrata de Nueva York, Letitia James, acusa al ex presidente y su compañÃa de engañar a bancos y aseguradoras con mentiras habituales sobre su riqueza en los estados financieros.
James llegó a la Corte y saludó a los manifestantes que coreaban su nombre, a lo que la fiscal respondió con sonrisas. Después afirmó ante los medios que "nadie está por encima de la ley" y que es su responsabilidad que se cumpla. "La ley es poderosa pero frágil", advirtió.
Trump sigue siendo el favorito republicano en la carrera presidencial de 2024 y ha negado haber actuado mal. El ex presidente dice que la fiscal James y el juez Arthur Engoron están devaluando sus activos como Mar-a-Lago y sostuvo que sus estados financieros no tienen relevancia porque existe un descargo de responsabilidad que dice que no se debe confiar en ellos.
El lÃder republicano compareció voluntariamente en un juicio en el que hay mucho en juego para él. Aunque hasta ahora ha capitalizado todas las causas en su contra para fortalecer su intención de voto, el expediente que enfrenta es de los más complicados: puede terminar en su segundo paso por el despacho oval o bien en el fin de una carrera polÃtica, que se creó a partir de su fama como multimillonario y maestro del "arte de negociar".
Foley Square es la plaza que alberga habitualmente protestas y reacciones populares ante las distintas cortes que allà confluyen. En la mañana del lunes, amaneció fortificada y con un despliegue policial habitual para las apariciones del ex presidente. La afluencia de manifestantes fue poca, rostros conocidos para los que cubren las andanzas del republicano ante la justicia. Es el caso de Michelle, quien con una caricatura de Trump entre rejas, afirmó ante LPO: "El juez seguro que va a dictaminar cargos y decidir cuánto tiene que pagar por lo robado y sus mentiras".
Otro manifestante habitual en los juicios de Trump, Robert, celebraba lo que ya considera seguro: "Trump va a perder la torre Trump y otros negocios. Ya no puede hacer negocios en Nueva York, es lo que se merece, llegó su final".
Como celebran los manifestantes que ataviados con pancartas y carteles contra el ex presidente, el juez Engoron ya dictaminó que Trump cometió fraude en sus negocios. Se trata de un juicio sin jurado, por lo que Engoron decidirá sobre otras seis peticiones de la demanda.
Si se confirma en apelación, el fallo del juez de la semana pasada podrÃa obligar a Trump a renunciar a propiedades en Nueva York, incluida la Trump Tower, un edificio de oficinas de Wall Street, campos de golf y una propiedad suburbana.
El ex presidente llegó a la Corte Suprema de Manhattan para el inicio del juicio en su caravana motorizada y entró, como es habitual, por una puerta lateral sin ser visto. En su defensa, viene afirmando que el caso es una "caza de brujas" destinada a socavar su campaña presidencial.
"Todo fue perfecto. No hubo ningún delito. El crimen es contra mÃ", dijo Trump a los periodistas en el pasillo fuera de la sala del tribunal. Frente a las escalinatas que conducen a la corte, los abogados de Trump hicieron declaraciones. Quien más llamó la atención fue la abogada Alina Habba, que arremetió contra el juez Engoron por la valoración que hizo de las propiedades de Trump y afirmó: "Pueden golpearle que seguirá luchando. Continuaremos luchando por la ley y el orden en esta caza de brujas".
Ya en el interior de la corte, Habba fue la abogada que más se hizo escuchar, como si estuviera hablando ante un jurado. Su declaración claramente tenÃa en mente a la prensa: "Estos son bancos sofisticados, no fueron defraudados. Estos bancos ganaron dinero (...) Eso no es fraude. Son negocios inmobiliarios".
En la misma lÃnea, argumentó el otro abogado de Trump, Christopher Kise, afirmando. "Es la esencia del mercado inmobiliario. Los compradores tienen una opinión, los vendedores tienen una opinión, ninguno de ellos está equivocado".
La presencia de Trump en la corte marcará un cambio notable con respecto a su práctica anterior. El año pasado, cuando su empresa y uno de sus principales ejecutivos fueron condenados por fraude fiscal, el republicano no acudió al tribunal ni como testigo ni como espectador. Tampoco se presentó a un juicio a principios de este año en el que un jurado lo declaró responsable de agredir sexualmente a la escritora Jean Carroll. Ahora Trump se hizo presente debido a los mayores riesgos que están en juego. Habrá que ver si en esta oportunidad puede sacar rédito polÃtico del proceso.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.