Los dos ganaron la primaria de Michigan por un amplio margen. Pero ambos triunfos, tanto el de Joe Biden como el de Donald Trump, encierran motivos de preocupación a futuro. Especialmente porque Michigan es un swing estate que funcionó como predictor (por márgenes muy ajustados) de las dos últimas victorias presidenciales. La de Trump, en 2016, y la de Biden en 2020.
Sin competencia real a la vista, el presidente se enfrentó a un movimiento de protesta que pidió a los demócratas votar "no comprometidos" en las primarias. ¿Motivos del malestar con la Casa Blanca? La alianza de Biden con Israel y el aval por default al contraataque militar que Benjamin Netanyahu aplica sobre Gaza. La crítica es étnica e ideológica al mismo tiempo.
Michigan alberga a una de las poblaciones árabe estadounidense y musulmana más grandes del país. Unas 300.000 personas declaran en el Estado tener ascendencia de Medio Oriente o el Norte de África. Furiosos con el gobierno demócrata, esos grupos decidieron activar en ese estado la campaña de "Abandonen a Biden". Sin acompañar la cruzada, Bernie Sanders y los sectores progresistas del partido también cuestionan que el presidente no se despegue de Israel.
Biden ahora sanciona a Israel para asegurarse el voto árabe de Michigan
La causa implicó protestas organizadas y llamadas telefónicas, con el objetivo de forzar un alto el fuego inmediato en Gaza. El porcentaje de votantes "no comprometidos" en las primarias demócratas rondaba el 15 por ciento, contra el 80% del presidente que va por la reelección. Con ese porcentaje, los críticos a Biden ganarán delegados a la convención demócrata.
La duda es qué harán los votantes escépticos con el presidente cuando, en noviembre, las opciones se reduzcan a Biden o Trump. Durante su reciente visita de campaña a Michigan, el demócrata sufrió contratiempos sobre la guerra en Medio Oriente. Mientras celebraba una reunión política en un restaurante, un grupo de manifestantes coreaba "Qué vergüenza", "Genocidio Joe" y "¿Cuántos niños mataste hoy?".
En el bando republicano, Trump confirmó su dominio en el GOP. En la madrugada del martes, el líder MAGA superaba el 68%, contra los 27 puntos que arañaba Nikki Haley. Si bien Trump mantiene su invicto en las primarias, en todos los estados enfrentó un significativo de votantes que se resisten a elegirlo.
La figura de Haley se convirtió en un pararrayos de los republicanos rabiosamente anti-trumpistas. Pero la pregunta sobre los decepcionados con Biden se aplica también para Trump. ¿Qué harán los republicanos que eligieron a Haley cuando el menú se limite a las opciones de Biden o Trump?
Al confirmarse su derrota, Haley se apuró en aclarar que no planea bajarse de la carrera. La ex gobernadora de Carolina del Sur estará presente en la primaria múltiple del próximo Súper martes, el 5 de marzo.
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