El año no podía empezar de peor manera para el senador Bob Menéndez. El proceso judicial en su contra sumó nuevos elementos que lo comprometen y llevan al máximo la tensión del poderoso senador latino con la administración Biden. En el primer día hábil de 2024, los fiscales federales que lo investigan difundieron cargos adicionales en su contra y lo acusaron de aceptar entradas para carreras de autos y otros regalos por parte de Qatar como parte de una trama de corrupción que se extendió durante por lo menos un año.

Con las nuevas pruebas que presentaron, las denuncias contra el demócrata de Nueva Jersey por servir a intereses extranjeros desde la presidencia del poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado ya son dos. Primero había sido señalado por trabajar en beneficio del gobierno de Egipto y ahora se lo acusa de hacer lo mismo al servicio del gobierno qatarí.

Los fiscales del caso afirman que el esquema de soborno y extorsión que diseñó Menéndez continuó hasta 2023, un año más de lo que se pensaba en un primer momento. La nueva acusación hecha pública el martes, modifica la presentación original, que enumera los cargos formales.

El final de Bob Menéndez, entre el daño residual a Biden y un entorno histórico que lo abandona

Según el escrito de acusación, Menéndez aceptó pagos de uno de sus socios, el promotor inmobiliario de Nueva Jersey Fred Daibes, a cambio de utilizar su influencia para ayudarlo a obtener millones de dólares de un fondo de inversión vinculado a Qatar. Para los fiscales, el senador cubano-americano también tomó medidas para ayudar a Qatar.

De acuerdo al escrito de los fiscales, Menéndez presentó a Daibes con un miembro de la familia real qatarí y director de la Qatari Investment Company. En paralelo, mientras el fondo de inversión qatarí analizaba investir en el proyecto del promotor inmobiliario de Nueva Jersey, Menéndez hizo múltiples declaraciones públicas de apoyo al gobierno de Qatar. "Menéndez proporcionó a Daibes estas declaraciones para que Daibes las compartiera con el inversor qatarí y con funcionarios del gobierno qatarí asociados con la compañía Qatari Investment Company", dice el éxito de la acusación.

Según la acusación, Menéndez aceptó pagos del promotor inmobiliario de Nueva Jersey Fred Daibes, a cambio de utilizar su influencia para ayudarlo a obtener millones de dólares de un fondo de inversión vinculado a Qatar.

Menéndez atraviesa el peor momento de su extensa carrera política. La trama quedó al descubierto hace unos meses, cuando él, su esposa Nadine Menéndez, Daibes y otros dos empresarios de Nueva Jersey fueron acusados en el marco de una trama de sobornos y tráfico de influencias. Todos se han declarado inocentes de los cargos.

Poco después, los fiscales generaron una conmoción en el poder demócrata cuando acusaron a Menéndez de actuar como agente extranjero al servicio del gobierno de Egipto. El senador de Nueva Jersey habría adoptado medidas para ayudar al país a cambio de que uno de los acusados obtuviera el monopolio de un negocio de exportación.

AP

La nueva acusación, que señala a Menendez como un agente extranjero al servicio de Qatar, llevó a lo más alto la confrontación interna en el Partido Demócrata. El abogado de Menéndez difundió un comunicado en el que acusó directamente a la administración Biden por los cargos que pesan sobre su cliente en términos durísimos. "El Gobierno no tiene pruebas que respalden ninguna de las antiguas o nuevas acusaciones", afirmó Adam Fee. Enseguida etiquetó las pruebas del Departamento de Justicia contra Menendez como "una serie de suposiciones infundadas y conjeturas extrañas basadas en contactos rutinarios y legales entre un senador y sus electores o funcionarios extranjeros".

Según el abogado de Menéndez escribió en la red social X, "las nuevas acusaciones del gobierno apestan a desesperación". Fee asegura que el senador actuó en todo momento de forma totalmente apropiada con respecto a Qatar, Egipto y los muchos otros países con los que interactúa rutinariamente. "Esas interacciones se basaron siempre en su juicio profesional en cuanto a los mejores intereses de Estados Unidos porque él es, y siempre ha sido, un patriota. Esta última acusación sólo expone hasta dónde llegarán estos fiscales hostiles para envenenar al público antes incluso de que comience un juicio. Pero estas nuevas acusaciones no cambian nada, y sus teorías no sobrevivirán al escrutinio del tribunal o de un jurado".

Sin embargo, las pruebas parecen más que elocuentes. En agosto de 2021, Menéndez envió a Daibes un comunicado en el que elogiaba al gobierno qatarí y le escribió vía mensaje de texto: "Quizá quieras enviárselo. Estoy a punto de publicarlo". Al mes siguiente, tras asistir a un acto privado organizado por el gobierno qatarí en Manhattan, Daibes envió a Menéndez un mensaje de texto con fotografías de relojes de lujo valorados en $23.990 y le preguntó "¿Qué tal uno de estos?". Dos días después, Menéndez envió a Daibes un mensaje de texto con un enlace a una página web en la que se seguía la pista de una resolución del Senado en apoyo de Qatar.

La caída de Bob Menéndez genera un vacío en el poder latino que recauda millones en campaña

Siempre según la acusación, la Qatari Investment Company invirtió decenas de millones de dólares con Daibes y Menéndez se benefició con la devolución de gentilezas por parte de los qataríes, entre ellas cuatro entradas para el Gran Premio de Fórmula Uno de 2021.

Meses más tarde, en enero de 2022, Menéndez envió un mensaje de texto al inversor qatarí antes de una reunión con Daibes en Londres para hablar de la posible inversión, escribiendo: "Tengo entendido que mi amigo va a visitarte el 15 de este mes. Espero que esto resulte en el acuerdo favorable y mutuamente beneficioso que ambos han estado discutiendo", escribió. En mayo, después de un pedido del senador demócrata, el funcionario qatarí proporcionó entradas para el Gran Premio de Fórmula Uno de 2022 a un pariente cercano de Nadine Menéndez.

Las nuevas acusaciones del gobierno apestan a desesperación (...) sólo exponen hasta dónde llegarán estos fiscales hostiles para envenenar al público antes de que comience un juicio.El gobierno no tiene pruebas que respalden ninguna de las acusaciones.

La artillería pesada con la que el abogado de Menéndez apuntó al gobierno de Biden provocó un estruendo en los aliados del presidente. El encargado de poner el fastidio sobre la mesa fue el popular senador John Fetterman. De estrecha relación con Biden, el senador de Pensilvania volvió a pedir el miércoles a sus colegas que expulsen a Menéndez del Senado. "Ahora, acusado de vender su honor y nuestra nación por un reloj de 24.000 dólares. Acusado de agente extranjero para *dos* naciones. Cuánto más antes de que finalmente expulsemos al @SenadorMenéndez", escribió Fetterman en X.

Fetterman, que suele expresar puntos de vista que Biden prefiere no emitir, ya había reclamado la expulsión de Menéndez en octubre pasado, cuando el senador fue acusado de ser un agente extranjero al servicio de Egipto. A pesar de los cargos, Menéndez ha seguido asistiendo a reuniones informativas clasificadas sobre seguridad nacional. Menéndez ha mantenido constantemente su inocencia e insistió en que las acusaciones "no son prueba" de irregularidades penales.

Hace dos semanas, Menéndez encabezó una protesta de miembros del Caucus Hispano en el Capitolio en rechazo a las negociaciones de la Casa Blanca con los republicanos para endurecer el control migratoria. "Espero que los asesores de Biden y que Biden recapacite porque esto va a tener consecuencias electorales", afirmó.