El mundo está mirando a Javier Milei. Lo dijo el propio Donald Trump en su video de felicitación al presidente argentino. Y especialmente lo están observando los líderes de las nuevas derechas extremas. Gran parte de ellos están reunidos o al caer en la Conferencia Política de Acción Conservadora. La CPAC es una suerte de vidriera y lugar de networking para los ultraconservadores del mundo. Esta suerte de Trump-palooza acaba de empezar y se extenderá hasta que el expresidente republicano cierre el mitin el sábado.
Se trata del encuentro anual número 50 de la CPAC. La conferencia se realiza esta vez en el hotel en National Harbor, Maryland, muy cerca de Washington. Pero pese a esa larga tradición que arrastra, la CPAC cobró mayor importancia en los últimos años. Y sirvió como plataforma para líderes extranjeros a los Estados Unidos, como Jair Bolsonaro o Víktor Orban.
El eslogan de la CPAC 2024 es "Donde el globalismo llega a morir". El lema revela el aire nacionalista y por momentos aislacionista que detentan los referentes de estas derechas reenergizadas al calor del ascenso de Trump. Pero a la vez encierra una sutil contradicción con figuras más libertarias y aperturistas, como la Javier Milei. El punto en común es la feroz retórica anti socialista, un colectivo difuso en el que Joe Biden termina emparentado con el peronismo de la Argentina y el trotskismo global.
El sábado, el discurso de Milei hará eje en la lucha contra la corrupción y el comunismo. Además del libertario argetnino, por la CPAC desfilarán la (brevísima) ex primera ministra del Reino Unido Liz Truss, el presidente de El Salvador Nayib Bukele y el líder de Vox Santiago Abascal.
La represión de Bukele contra el crimen organizado en Salvador y el grito de guerra de Milei a Occidente en contra de la "agenda socialista que sólo traerá miseria" despiertan entusiasmo entre los conservadores de Estados Unidos.
En el primer día del foro conservador expusieron la ministra de Seguridad de Milei Patricia Bullrich, la británica Liz Truss, el estratega mediático trumpista Steve Bannon y el embajador de Hungría en EE.UU., Szabolcs Takacs, entre otros. En su discurso, el único leído en la primera jornada, Bullrich elogió su protocolo antipiquetes en la Argentina y sostuvo "la necesidad de ver a América Latina como un socio en la seguridad global" de EE.UU.
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En un inglés esforzado, la ministra de Milei presentó a la agenda global de la seguridad como contrapartida inescindible de la libertad económica. Bullrich cruzó unas palabras con Bannon, quien elogió a Milei.
El estratega trumpista predijo a su turno que el movimiento Make America Great Again gobernará los Estados Unidos durante 50 años. Y aseguró que Trump, favorito en las encuestas para volver a la Casa Blanca, "pasará a la historia como el mejor presidente desde Abraham Lincoln".
La figura de Trump se mantiene como omnipresente en el foro, aunque todavía no viajó hacia el encuentro de Washington. En parte, porque la CPAC funciona como un casting informal para ser el vicepresidente del republicano. Por ejemplo, el representante de Florida Byron Donalds, la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem, el empresario Vivek Ramaswamy y el exrepresentante de Hawaii Tulsi Gabbard.
"Lo veo como nuestra versión de El Aprendiz'", ironizó el director de la CPAC, Matt Schlapp, ante Semafor. Se refería al reality show televisivo que le dio popularidad a Trump, antes de su salto a la política. Pero la lista de posibles compañeros de fórmula del republicano es larga e incluye al Senador de Florida Marco Rubio, quien se reunió con Milei en las últimas horas.
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