
El Capitolio se convirtió en un hormiguero pateado. El golpe de Matt Gaetz contra Kevin McCarthy, orquestado con la ayuda demócrata, desbarrancó el intento de orden que ensayaba el presidente de la Cámara de Representantes. Ahora, mientras las distintas lÃneas de republicanos se miran con desconfianza, hay un festival de nombres para dar con un nuevo speaker. Pero la rebelión del florideano Gaetz expuso una interna al rojo vivo: la de los congresistas del Estado del Sol.
Gaetz es un trumpista militante, pero no es Donald Trump. No cuenta con el mismo poder que el expresidente para imponer su voluntad. Ningún otro republicano de Florida votó para derrocar a McCarthy.
La cubana-americana de ese Estado, MarÃa Elvira Salazar, votó en contra de la destitución de Kevin McCarthy. Y acaba de acusar a Gaetz de ser funcional a los demócratas. Más aún: aseguró que es un peón de la mÃtica ex presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
"Lo que ha pasado es una infamia. Matt trabaja para Pelosi. En general no hablo de compañeros republicanos porque cada uno representa a la gente de su distrito. Pero Matt ha cometido un error garrafal. No tengo dudas que trabaje para Pelosi", se quejó la ex periodista oriunda de Miami.
Republicana del ala dura, al igual que Gaetz, Salazar continuó con su lluvia de crÃticas. "Puede ser que Gaetz sea seguidor de Trump, pero sus acciones hablan más alto que sus palabras. Sus acciones fueron nefastas. Rompió un proceso que iba bien. Los republicanos queremos gastar menos, porque los dos partidos en Washington han gastado millones en los últimos años. Estamos pidiendo prestado. McCarthy estaba haciendo los pasos apropiados para bajar esa deuda y gastos que son la danza de los millones. Gastamos 6 mil millones de dólares al dÃa y los pedimos prestados", afirmó ante la prensa.
Presidenta de Subcomité del Hemisferio Occidental, Salazar se autoexcluyó de los candidatos a reemplazar a McCarthy y admitió que existen pujas sangrientas en la oposición. "Hay fuerzas nefastas dentro del partido", concluyó la representante de Florida. Sus palabras llegan en el momento exacto en el que algunos piensan que Gaetz pretende aprovechar el protagonismo que ganó para ser candidato a gobernador en Florida.
Respecto a la carrera presidencial republicana, Salazar todavÃa no tomó partido. Se debate entre dos opciones. Ambas, florideanas: la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca o la irrupción del gobernador Ron DeSantis. "Quiero ver qué quiere la gente del distrito 27 que yo represento y eso haré. Tengo que representar los deseos de mi distrito. Yo soy republicana y sà sé que de Florida vendrá el candidato presidencial. Trump o DeSantis. Con Trump la economÃa del paÃs era brillante, los sueldos eran mayores y no habÃa inflación", planteó la congresista, dejando abierta la puerta.
Gaetz, en cambio, ya se decidió. Respalda abiertamente a Trump. Y para la conducción de la Cámara en lugar de McCarthy ya cuenta con un postulante: el combativo Jim Jordan, de Ohio, presidente del Comité Judicial de la Cámara y aliado de Trump. Respecto a su futuro polÃtico, Gaetz descarta por ahora apuntar a la gobernación de Florida. Pero falta demasiado. El segundo y último mandato de Ron DeSantis se terminará recién en 2026.
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