
La principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años no son los accidentes de tránsito, ni los tiroteos o el cáncer. Es el consumo de fentanilo. Con una gran diferencia respecto al uso de drogas previas, como la cocaína o la heroína: una sola pastilla puede llegar a matar, convirtiendo a la experimentación en una aventura inéditamente riesgosa.
Visto desde el lado de la oferta, la producción y consumo de este opioide se juega en un tablero global. El circuito involucra a China, México, Canadá y los Estados Unidos. Y en el camino genera tensiones entre esas potencias. También se cruza con otro debate de fuerte impacto electoral: la crisis en la frontera sur de EE.UU. y la discriminación hacia los inmigrantes.
La doctora y especialista Vanda Felbab-Brown se refirió a esa trama de conexiones, rebatiendo mitos y anticipando conflictos por venir. Por ejemplo, el posible choque entre la poderosa banda criminal brasileña Primer Comando Capital (hasta ahora centrada en el tráfico de cocaína) con los Carteles mexicanos de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación. También aseguró ante una consulta de LPO que el tráfico y la adicción al opioide llegará al resto de América Latina, empezando por Argentina y Brasil.
Según la DEA, el fentanilo incautado en 2023 alcanzaba para matar a todos los estadounidenses
Felbab-Brown es investigadora principal de Política Exterior en el Centro Strobe Talbott de Seguridad, Estrategia y Tecnología de la Brookings Institution y directora de la Iniciativa sobre Actores Armados No Estatales. Desde Washington, aclarando que su mirada no corresponde con la voz oficial de la Casa Blanca, dialogó con LPO y otros medios. La especialista opinó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dibuja los números, tanto de producción como de consumo de fentanilo en México.
Reveló que, según las autopsias realizadas por ONGs en el norte de México, al menos un tercio de los cadáveres que fueron llevados a las morgues se detectó fentanilo en los cuerpos. Según Felbab-Brown, los Carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, los dos grandes players del tráfico, se empezaron a apoderar de las economías legales en México.
"En mi investigación sobre México a lo largo de muchos años, vi un gobierno que no está dispuesto a enfrentar a los cárteles. Los grupos criminales están aumentando su poder territorial, sobre las poblaciones, el control de las economías legales y las instituciones", aseguró. Y agregó que informes atendibles, como uno reciente de Reuters, muestran cómo los datos son manipulados por la administración de AMLO. "El gobierno mexicano exagera significativamente las acciones que de hecho se toman", señaló.
La académica dijo que el consumo de fentanilo se está expandiendo en Tijuana y Ciudad Juárez porque los Carteles les pagan a sus traficantes locales aliados en especie. ¿Motivos de ese tipo de intercambio? "Les resulta mucho más conveniente pagar así que en efectivo. Eso crea mercados internos. Y probablemente sea la razón de la propagación significativa del fentanilo en el norte de México", respondió.
Respecto a la expansión de los cárteles mexicanos, afirmó que las bandas comenzaron a operar en Europa. "Hay un gran aumento en el uso de metanfetamina en lugares como Alemania, Francia y España. Es sólo cuestión de tiempo que empiecen a introducir el fentanilo también en esos mercados", adelantó.
Ante la pregunta de LPO sobre la difusión del opioide en el resto de América Latina, Felbab-Brown respondió que al momento sólo existan pruebas de incautaciones en Argentina y Brasil. "No tenemos ningún registro de evidencia de producción. Parece que el fentanilo entró desde algún otro lugar, o si se produjo, se hizo en un nivel muy pequeño. Pero hay una falta importante de datos. Lo que no estamos viendo son tasas de mortalidad significativas", detalla.
La investigadora aclaró ante este medio que el hecho de que no esté sucediendo ahora no significa que no vaya a suceder. Por el contrario, explicó que "los cárteles mexicanos están presentes en todo el continente americano. Su competencia y la guerra bipolar en la que están involucrados estimulan la violencia desde Ecuador hasta Costa Rica y Chile. Buscan conexiones con los mercados asiáticos, lo que hace que los puertos del Pacífico del Cono Sur sean de gran interés".
¿El manejo del fentanilo por parte de los dos carteles mexicanos chacará con nuevos actores? Para esta especialista, es una clara posibilidad. Identificó en particular al Primer Comando Capital. El poderoso grupo criminal brasileño podría competir con los cárteles mexicanos diversificándose hacia el fentanilo. "El PCC se centra principalmente en el suministro de cocaína al Cono Sur y, a través de África Occidental, hasta Europa. Ahí la cocaína sigue siendo la droga dominante. Pero las posibilidades de que el fentanilo se extienda a América Latina y a otras partes del mundo en cuestión de tiempo son muy importantes. No me sorprende en absoluto esta brecha en la propagación del fentanilo. En mi opinión, ya llegará", pronosticó.
El motivo de tal proyección es de orden práctico: el tamaño físico. Para los contrabandistas es mucho más conveniente mover el letal fentanilo para abastecer un mercado que las enormes cantidades de cocaína o heroína que se requieren.
A diferencia de la relación trabada entre Estados Unidos y México, Felbab-Brown destaca como un hecho positivo la cooperación con China. En noviembre pasado, Joe Biden y Xi Jinping renovaron sus compromisos para detener o reducir el flujo de precursores químicos provenientes de China.
"Durante años, China argumentaba que el problema del uso de fentanilo es obra de Estados Unidos. Ahora reconoció su responsabilidad, tomando medidas. Le avisó a la industria químico-farmacéutica que vigilará y actuará contra los flujos de precursores. Eliminó sitios web que los vendían", ponderó la investigadora.
¿Qué motivó el giro en la relación? Según explica, tanto China como Estados Unidos encontraron en la cooperación antinarcóticos un terreno fructífero para estabilizar una bilateral que venía en caída libre. Pero hay algo más. Meses atrás, EE.UU. incluyó a China en una lista de países que generan preocupación a raíz de las drogas ilegales. Ante esa y otras movidas diplomáticas de la administración de Biden, el gobierno de Xi entendió que estaba en juego la reputación China de ser un duro policía antidrogas en el mundo.
Respecto al problema sociológico que arrastra Estados Unidos respecto a la adicción de su población al fentanilo, Felbab-Brown puso la lupa sobre una nueva tendencia: "En este contexto de salud pública en crisis, vimos tasas de mortalidad extraordinarias por causas relacionadas con el fentanilo entre estadounidenses mayores de 50 y 65 años, algo que no tiene precedentes en los mercados de drogas".
Pero a la vez destacó que EE.UU. dejó de estigmatizar a los consumidores. "Durante décadas, se los trató erróneamente como villanos, encarcelándolos, provocando devastadores efectos en cascada, ya sea en la salud pública, de las comunidades, las familias y el sistema de justicia penal. Pero cada vez hay más aceptación de que es una enfermedad crónica que requiere tratamiento y apoyo, como acceso a cobertura médica", describió.
Un ejemplo de ese cambio de paradigma es que se haya permitido a nivel estatal, comunitario y federal el uso de medicamentos como la buprenorfina para revertir las sobredosis. Esa autorización reciente podría explicar el descenso en las muertes a causa del fentanilo. Tras los 110.000 estadounidenses muertos por sobredosis en 2022, la cifra bajó a 70.000 el año pasado. Pero a raíz de los históricos problemas de acceso a la salud que arrastra EE.UU., sólo el 13% de las personas que quieren buscar tratamiento pueden efectivamente lograrlo.
Por último, la crisis en la frontera sur también empalma con el fentanilo. Los más de 3 mil kilómetros de frontera con México representan la mayor puerta de ingreso del fentanilo a EE.UU. "Lo introducen camiones con remolque y vehículos personales, la gran mayoría conducidos por ciudadanos estadounidenses con matrícula de este país. Los inmigrantes representan un porcentaje muy pequeño, de un solo dígito, como portadores de fentanilo. En general, no lo son", explica. Sólo alrededor del 2% de los automóviles son inspeccionados para detectar contrabando en los puertos de entrada legales. Entre los camiones con remolque, el control va del 20 al 30%.
"La administración Biden lleva algunos años pidiendo al Congreso que apruebe un presupuesto para que el número de vehículos inspeccionados, personales y con remolque, aumente al 40% y al 70% en cada caso. Pero la polarización de la política está teniendo un impacto significativo en cómo podemos responder eficazmente", se queja esta destacada especialista desde Washington.
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