La secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, reconoció en Washington que a México sí llegan precursores químicos que se utilizan para fabricar fentanilo y que parte de esos compuestos se usa en la industria formal, pero otra parte pasa a manos del crimen organizado.
Es la primera vez que una representante del gobierno de México reconoce que los cárteles en su país usan precursores químicos que reciben del extranjero, un tema que ha creado tensiones entre los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden.
La aceptación de la diplomática mexicana sigue a hechos que confirman que la administración Biden ya no tolera la negativa de López Obrador sobre el fentanilo que se produce en México.
"Yo le traje (a presentar) al secretario Blinken un proyecto que estamos llevando a cabo, que se llama el Sistema Integral de Substancias, que es una forma de monitorear digitalmente la entrada de precursores químicos de drogas sintéticas a nuestro país y ver a dónde van esos precursores", dijo Bárcena Ibarra. "Por supuesto que hay una parte que va a las industrias cosméticas y farmacéuticas, y otra parte que se va al trabajo ilícito", reconoció.
"Independientemente de si se producen o no, o dónde se producen (las falsificaciones con fentanilo), lo importante es detener estas cadenas de suministro y México está muy comprometido", declaró Bárcena en conferencia de prensa.
La visita de Barcena a Washington es parte de un juego de tensiones y negociaciones que llevan adelante los dos países. Según se anunció, el próximo 5 de octubre Antony Blinken visitará México para participar en el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel.
La funcionaria de AMLO dijo que el proyecto Sistema Integral de Suministro está conjuntamente en manos de la Marina Armada de México, la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Esas mismas instituciones informaron el miércoles, en el marco de la visita de Bárcena a Blinken, que cerraron en destinos turísticos mexicanos 23 farmacias de falsificaciones de medicamentos u originales pero adulterados con drogas sintéticas, incluido el fentanilo.
En marzo, Blinken había emitido una alerta para pedir a los estadounidenses que se abstengan de comprar medicamentos en farmacias mexicanas, luego de que la Universidad de California y más tarde el diario Los Ángeles Times demostraron que vendían en destinos turísticos fármacos adulterados con fentanilo y otros opioides.
La aceptación de la canciller mexicana de que sí llegan a México los precursores para elaborar fentanilo y que esos químicos pasan a manos del crimen organizado parece seguir a un cambio en la posición de la administración Biden sobre el tráfico de fentanilo.
Hace apenas tres días, el director de la estrategia antinarcóticos del Departamento de Estado, Tood Robinson, dijo a una agencia europea que, contrario a lo que ha sostenido el presidente López Obrador. Afirmó que los precursores químicos de origen chino sí llegan a México y los carteles los usan para fabricar fentanilo que luego trafican a Estados Unidos.
"Todo lo que hemos visto muestra que en realidad se está produciendo fentanilo en México, y que sabemos que los precursores vienen de (China y) van a estos traficantes en México", dijo Robinson.
También Blinken mostró un cambio al comprometer a Bárcena a reconocer que el tema dominó la reunión entre ambos acababan. "Para nosotros y para México el reto que enfrentamos de las drogas, y ahora particularmente de las drogas sintéticas, está en el primer lugar de nuestras respectivas agendas", dijo.
El secretario de Estado de Biden explicó que el fentanilo es ahora la principal causa de muerte entre estadounidenses entre edades de 18 y 49 años. "Está costando un precio humano muy caro y en la base económica, más de un billón y medio (en español) al año, que es el costo de lidiar con esta epidemia. Así que es la prioridad para la administración Biden y para mí", afirmó.
De acuerdo a las declaraciones de Blinken, la administración Biden se enfoca en reducir la demanda en Estados Unidos, proporcionar tratamiento efectivo y dar a la gente lo que necesita.
Sin embargo, remarcó, que se trata por definición de un problema internacional porque, una vez que se trata de opioides sintéticos, fentanilo en particular, en muchas instancias los precursores químicos se hacen en un lugar, se trasladan a otro donde se fabrican y finalizan en Estados Unidos.
De esa forma sencilla, Blinken describió el proceso que ha negado el presidente de México y que ahora la administración Biden enfatiza: los precursores hechos en China llegan a México, donde se elabora el fentanilo y luego se trafica a Estados Unidos.
La participación de Bárcena Ibarra ante este nuevo cambio de posición de la administración Biden respecto al fentanilo fue más conciliadora y, sobre el tema, mencionó la carta que llevaba de parte de AMLO para el presidente Biden.
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