
El magnicidio que tuvo lugar ayer miércoles en Ecuador irrumpe en la primer reunió de la canciller Alicia Bárcena con el secretario de Estado Anthony Blinken. Y es que el papel del Cartel de Sinaloa en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio serÃa central según la prensa del paÃs sudamericano.
Ecuador no es un paÃs más para Estados Unidos. Es una potencia petrolera, muy alineada con la Casa Blanca y uno de los pocos paÃses de la región que sigue privilegiando su nexo comercial con Norteamérica antes que con China.
El Cartel de Sinaloa es señalado por el Departamento de Estado como el principal introductor del fentanilo a Estados Unidos. Es un villano perfecto para Washington porque además la teorÃa de Blinken es que los precursores quÃmicos provienen de China, se procesan en laboratorios en México y traspasan la frontera. A todo esto se agregarÃa ahora, con el drama ecuatoriano, la desestabilización polÃtica de la región.
Para el Departamento de Estado fue muy importante que esta semana Bárcena le dijo al matutino La Jornada que ella comparte la tesis de los precursores que vienen de Asia. En ese punto hay sintonÃa. El problema son los presuntos laboratorios mexicanos operados por el Cartel de Sinaloa.
Andrés Manuel López Obrador defiende públicamente la tesis de que el fentanilo no se procesa en México. Ha llegado a defender la idea de que ingresa a Estados Unidos por Florida. Y Washington dice lo contrario.
Una de las metas de Blinken en su encuentro de hoy miércoles con Bárcena es que la nueva canciller acepte su teorÃa y, fundamentalmente, que lo convenza al presidente.
Sobre este punto, debe decirse, en Foggy Bottom no hay demasiado optimismo. Un informe que la semana pasada emitió la oficina de Christopher Dodds (hombre clave de Biden para la región) con destino al staff de Blinken, viene a sugerir que Bárcena es una funcionaria profesional pero que no influye sobre López Obrador y, lo que pudiera ser más delicado, todavÃa no conoce a profundidad el funcionamiento del gobierno mexicano ni tampoco la realidad profunda que tiene el paÃs en materia de seguridad y narcotráfico. Dodds estuvo con Bárcena semanas atrás en Bruselas.
La reunión tiene como trasfondo además uno de los asuntos más vitales para la Casa Blanca: la necesaria extradición de Ovidio Guzmán hacia Estados Unidos. Un golpe de efecto contra Sinaloa que los demócratas requieren rumbo a las elecciones. Cuando esa extradición se confirme la misma se va a presentar como una batalla ganada en la guerra contra el fentanilo.
Este tema es crucial porque para Blinken, igual que para el consejero de seguridad Nacional Jake Sullivan, si México no acepta la existencia de los laboratorios y no extradita pronto a Ovidio, se reafirma en Washington la tesis, tan popular en sectores del Partido Republicano, de que existe una presunta colusión entre el cartel y el Gobierno.
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