Los nuevos escándalos de financiación que afectan a la campaña de Eric Adams generan sospechas sobre la posible intencionalidad de desgastar al más crítico de los demócratas con el presidente Joe Biden. Por lo menos, eso es lo que acaba de hacer explicito el magnate conservador Rupert Murdoch a través de uno de los medios de su propiedad, The New York Post. Murdoch respalda al alcalde demócrata de Nueva York y sostiene un enfrentamiento durísimo con Biden desde que asumió en la Casa Blanca.

Las investigaciones de las últimas semanas no solo ponen de manifiesto irregularidades del alcalde en campaña, sino también el papel activo que pueden cumplir los medios en la batalla política.

Tal como contó LPO, el New York Times fue la fuente que dio la primicia: agentes federales irrumpieron en la residencia de Brianna Suggs, la principal recaudadora de fondos durante 25 años para las campañas de alcalde de Adams. Luego el FBI confiscó teléfonos y dos computadoras portátiles del alcalde y finalmente se dio a conocer que la misma agencia federal de investigación se encuentra analizando si el Gobierno de Turquía se benefició de las donaciones de campaña para la alcaldía de Nueva York en 2021.

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La nueva polémica que envuelve al alcalde con las autoridades turcas hace referencia a una solicitud que hicieron para mantener la apertura del Centro Turkevi, la flamante sede de la embajada turca en frente de las Naciones Unidas. El edificio estaba esperando la aprobación de ocupación temporal del Departamento de Bomberos de Nueva York antes de su inauguración pautada y logró agilizar los procedimientos. El FBI está investigando a KSK Construction, una empresa neoyorquina propiedad de migrantes turcos: sospecha que estaba orientando indebidamente dinero turco hacia la campaña electoral de Adams de 2021.

Lo contó este sitio. Adams estaba en Washington para reunirse con funcionarios de la Casa Blanca sobre la crisis migratoria, cuando estalló el primero de los escándalos, la redada en casa de su recaudadora de campaña. Canceló su agenda y desde entonces ha visto cómo se han ido sumando nuevas informaciones en varios frentes. Ante esta situación, el demócrata se mostró indignado y en un comunicado afirmó: "Quiero ser claro: no tengo conocimiento, directo o no, de ninguna actividad indebida de recaudación de fondos y ciertamente tampoco de ningún dinero extranjero. Por supuesto, trabajaremos con los funcionarios para responder a las consultas, tan apropiadamente como siempre lo hemos hecho".

Las investigaciones de las últimas semanas no solo ponen de manifiesto irregularidades del alcalde en campaña, sino también el papel activo que pueden cumplir los medios en la batalla política.

Las dos grandes cabeceras de Nueva York, el New York Times y el New York Post, representan líneas editoriales opuestas que han servido de plataforma para erosionar ciertas figuras políticas. El Post de Murdoch destapó el escándalo de la computadora de Hunter Biden, una noticia que hubiera podido castigar al hoy presidente, silenciada en ese momento por las plataformas tecnológicas.

Además, se posicionó a favor de Adams desde el primer momento. Apenas el ex policía se presentó a las elecciones para la alcaldía de Nueva York, el periódico declaró: ¨Respaldamos con entusiasmo a Eric Adams para alcalde. Es el candidato con mayores posibilidades de resolver los problemas que aquejan a la Gran Manzana¨.

El alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams.

AP

El Post considera que el alcalde está siendo objeto de una venganza por sus ataques a la política migratoria de Biden y que el New York Times ha actuado para humillarlo públicamente con una emboscada. El momento elegido para publicar la investigación, suponen, no es casual. De hecho, el diario neoyorquino de Murdoch acaba de plantearlo con claridad en un artículo de su comité editorial titulado: "¿Están los federales apuntando a Eric Adams porque criticó a Joe Biden?". 

Biden llegó a definir a Murdoch como "el hombre más peligroso del mundo", según un libro de Jonathan Martin y Alex Burns, dos reporteros del New York Times. En su trabajo, afirmaron que Biden "evaluó" a Murdoch como "una de las fuerzas más destructivas de Estados Unidos".

Adams no tuvo miedo en cuestionar a Biden, se mantuvo firme en sus acusaciones públicas a la gestión federal de la crisis migratoria y el impacto en la ciudad que comanda. La primera consecuencia fue perder presencia en el equipo de campaña de Biden, truncando una trayectoria que cada vez daba más proyección para el ex policía en el escenario político nacional, algo para lo que Adams siempre ha mostrado sentirse atraído.

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El creciente escándalo que rodea a Adams se complica por el afán de notoriedad de un alcalde de perfil público que busca las cámaras y que se hable de él. Adams siempre ha sabido combinar su amor por los viajes internacionales con su base de poder político, Brooklyn. Según la orden de registro que obtuvo el Times, los investigadores federales están explicando las conexiones entre las donaciones a la campaña de Adams, el gobierno turco y una empresa constructora de Brooklyn.

Adams ha sido un viajero frecuente durante mucho tiempo. como presidente del distrito de Brooklyn, se trasladó a China varias veces, Senegal, Cuba y Azerbaiyán, entre otros destinos, con miles de dólares en gastos de viaje que en muchos casos eran pagados por terceras partes.

El Post considera que el alcalde está siendo objeto de una venganza por sus ataques a la política migratoria de Biden y que el New York Times ha actuado para humillarlo públicamente con una emboscada. 

La incautación de teléfonos sirvió de escalada dramática a la investigación federal. Aunque Adams no ha sido acusado de ningún delito hasta el momento, lla investigación que está realizando el FBI también implica a la fiscalía federal para el Distrito Sur de Nueva York. El alcalde viajó a Turquía al menos dos veces como presidente del distrito de Brooklyn y el consulado turco le pagó un viaje en agosto de 2015, cuando firmó un acuerdo de ciudad hermana con el distrito de Üsküdar de Estambul.

Adams es un nuevo demócrata en ser objeto de escrutinio por sus vínculos con gobiernos extranjero. En septiembre, la misma fiscalía estadounidense que lleva su caso acusó al senador Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, de delitos relacionados con la corrupción, alegando que aceptó sobornos a cambio de ayudar en este caso al gobierno egipcio.