Donald Trump sorprendió en las últimas horas con un llamado que descolocó a republicanos y demócratas. El ex presidente hizo público su deseo de debatir con el presidente Joe Biden en el camino a las elecciones generales de noviembre y desorientó a todos.

En una entrevista radial, Trump afirmó que le gustaría debatir "inmediatamente" con su sucesor en la Casa Blanca, el mismo que ahora parece destinado a ser otra vez su rival en las elecciones presidenciales.

"Me gustaría debatir con él ahora porque deberíamos debatir. Deberíamos debatir por el bien del país", dijo Trump. "Me gustaría convocar debates inmediatamente", agregó.

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Las declaraciones de Trump en "The Dan Bongino Show" sorprenden por más de una razón. En primer lugar, el ex presidente se ausentó de todos los debates de las primarias republicanas en los que participaron todos sus rivales partidarios y se esforzó por organizar enn cada oportunidad una aparición propia en televisión para boicotear el espacio de discusiónn entre los republicanos. Más aún, ahora cuando solo Nikki Haley queda en carrera, Trump sigue ignorando los llamados de la ex embajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley, para un enfrentamiento cara a cara.

En segundo lugar, Trump aparece en la mayoría de las encuestas con una ventaja considerable sobre Biden y es considerado por muchos analistas el favorito para ganar las elecciones frente a un rival que luce debilitado y con chances ciertas de volver al poder. Con su llamado a debatir con un contrincante que aparece detrás suyo en los sondeos, Trump contradice el manual del favorito, el mismo que está aplicando dentro del Partido Republicano, con su ausencia en los debates. 

"Me gustaría debatir con él ahora porque deberíamos debatir. Deberíamos debatir por el bien del país (...) Me gustaría convocar debates inmediatamente".

Las declaraciones de Trump resultaron un regalo inesperado para Biden, que parece haber aprovechado la concesión involuntaria de su adversario. El presidente respondió con rapidez a los comentarios de Trump durante su escala en Las Vegas, Nevada, y se encargó de bajarle el precio al republicano. "¿Inmediatamente? Bueno, si fuera él, yo también querría debatir conmigo. No tiene nada más que hacer", dijo Biden a los periodistas cuando se le preguntó si aceptaría el desafío.

 La campaña de Haley también reacciónó con velocidad a las declaraciones de Trump en radio. La ex gobernadora de Carolina del Sur se declaró "encantada" de que su rival y ex jefe haya "reconocido finalmente la importancia de los debates"."Ahora es el momento de que Trump sea un hombre y acepte debatir con Nikki Haley", dijo la portavoz de Haley, Olivia Pérez-Cubas, en un comunicado. "Nikki está lista para oponer su historial conservador y su visión de un Estados Unidos fuerte y orgulloso a la campaña de caos y venganzas de Trump", agregó.

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La Comisión de Debates Presidenciales anunció el año pasado las fechas y lugares para tres debates de las elecciones generales de 2024 : el 16 de septiembre en la Universidad Estatal de Texas en San Marcos, el 1 de octubre en la Universidad Estatal de Virginia en Petersburgo y el 9 de octubre en la Universidad de Utah en Salt Lake City. Sin embargo, Trump parece apurado. 

En 2020, Trump y Biden participaron en dos debates electorales generales: el tercero fue cancelado después de que el entonces presidente contrajera Covid.

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Aunque Trump decidió eludir todos los debates primarios del Partido Republicano, su intención de enfrentar a Biden cara a cara no es por completo novedosa, aunque sí lo es el contexto, cuando él lidera en las encuestas. Ya en diciembre pasado, durante una entrevista con el locutor de radio conservador Hugh Hewitt, Trump adviertió que estaba listo para debatir con Biden y que "esperaría con ansias" hacerlo. "¿Qué tal 10 debates?" Trump le dijo a Hewitt, varias semanas antes de que comenzara el ciclo de primarias republicanas con las asambleas electorales de Iowa y las primarias de New Hampshire. 

Hewitt señaló que el Comité Nacional Republicano decidió en 2022 retirarse de los debates presidenciales creados por la Comisión de Debates Presidenciales, que está formada por miembros de ambos partidos y se considera no partidista. El CNR dijo que exigiría que los candidatos presidenciales republicanos se comprometieran a participar únicamente en debates sancionados por el Partido Republicano.

Con su llamado a debatir con un contrincante que aparece detrás suyo en los sondeos, Trump contradice el manual del favorito, el mismo que está aplicando dentro del Partido Republicano, con su ausencia en los debates. 

Trump tiene una vieja enemistad con la comisión que organiza los debates y la tildó de "corrupta" cuando denunció ser víctima de un intento de silencioarlo y afirmó que alguien apagó su micrófono durante el debate electoral general de 2016. En 2020, la organización decidió durante la campaña presidencial que cortaría el micrófono de Trump mientras Biden respondiera una pregunta, y viceversa.

"Son totalmente de tendencia demócrata, es agradable cuando uso la palabra inclinación. Son totalmente corruptos y son terribles. Dicho esto, haría 20 debates incluso si fueran organizados por ellos. Haré tantos debates como quieran. Haría un debate todas las noches con este tipo. Pero nunca se presentará a un debate", dijo Trump en diciembre. Parece haber cambiado de opinión porque está otra vez invitando a Biden a debatir.

Como Trump, Biden tampoco ha participado en ningún debate con los rivales demócratas que tienen posibilidades remotas y lo desafiaron por la nominación del partido. "No puede hacerlo porque no puede hablar", dijo Trump sobre la negativa de Biden a debatir.