Después de tres semanas, la novela interminable de la división republicana en el Congreso llegó a su fin. Los republicanos eligieron este miércoles con al trumpista acérrimo Mike Johnson como presidente de la Cámara de Representantes y comenzaron a saldar así una pelea interna que evidenció como nunca la falta de liderazgo y proyecto común en las filas del Partido Republicano. "La democracia a veces es complicada, pero es nuestro sistema. Vamos a restaurar su confianza en lo que hacemos aquí", dijo Johnson después de ganar la nominación.

Johnson es un congresista católico y conservador de Luisiana que lleva años como seguidor incondicional de Donald Trump. Tras la humillación a la que fue sometido Kevin McCarthy durante sus meses como orador y los fracasos de los candidatos a sucederlo que no pudieron obtener el respaldo suficiente, Johnson mostró desde el primer momento que tiene el apoyo del ex presidente. Arrasó en la primera votación con el apoyo de todos los republicanos y dio el primer paso para despejar los fantasmas que asocian al GOP con la ingobernabilidad.

El luisiano, que va por su cuarto mandato en el Congreso, consiguió 220 votos, más de los 215 que necesitaba para ser elegido presidente. También algo todavía más importante, que los tres candidatos que le precedieron nunca lograron: apoyo casi unánime del Partido Republicano.

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La trayectoria de Johnson es ilustrativa del caos y la debilidad en la que ingresaron los republicanos. Se trata de un miembro de menor rango del equipo de liderazgo de la Cámara de Representantes, emergió como el cuarto candidato para suceder a McCarthy. Si bien no es la principal opción del partido para recibir el mazo, Johnson tiene pocos enemigos y el aval explícito de Trump.

Tras el golpe a McCarthy y los fracasos de los tres candidatos a sucederlo, Johnson mostró desde el primer momento que tiene el apoyo de Trump.

"Creo que será un orador fantástico", dijo Trump el miércoles en el tribunal de Nueva York donde está siendo juzgado por fraude empresarial. Además, aseguró que no había escuchado "ni un comentario negativo sobre él". "A todo el mundo le gusta", dijo. Por lo pronto, cuando fue nominado recibió una ovación de la mayor parte de sus pares. Entre quienes lo apoyaron estuvieron Steve Sacalise y Jim Jordan, el duro presidente del Comité Judicial que responde a Trump y fracaso en su intento de reemplazar a McCarthy.

Johnson de pie en el Congreso, a punto de convertirse en orador. Detras, con los ojos cerrados, McCarthy, su antecesor. 

AP

Los miembros de extrema derecha se han negado a aceptar un orador más tradicional y los conservadores moderados no quieren un portavoz de línea dura. Aún así, los especialistas advierten que dos docenas de republicanos no lo votaron, una cifra suficiente para hundir su nominación en el contexto del actual caos institucional.

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Para los demócratas, Johnson es un empleado distinguido que representa lo peor del trumpismo. Lo señalaban como arquitecto del intento de Trump para revocar las elecciones presidenciales de 2020 que perdió con Joe Biden. El nuevo orador unió a los republicanos detrás del proyecto para anular los resultados.

De los más extremistas entre todos los MAGA, conozcan al nuevo líder de la Cámara: negacionista electoral por excelencia, gran impulsor de una prohibición nacional del aborto, otro que quiere desmentelar Medicare. 

La directora de Medios Hispanos de la Casa Blanca, Maca Casado, fue durísima con el nuevo orador. "De los más extremistas entre todos los MAGA, fiel soldado de Trump... conozcan al nuevo líder de la Cámara, Mike Johnson: negacionista electoral por excelencia, gran impulsor de una prohibición nacional del aborto, otro más que quiere desmantelar la Seguridad Social y Medicare", escribió en su cuenta oficial.

Como los republicanos controlan la Cámara sólo 221-212 sobre los demócratas, Johnson puede permitirse el lujo de que unos pocos detractores ganen el mazo. El extremo del desgobierno se produjo cuando, en apenas unas horas, el representante Tom Emmer fue nominado y vaciado de poder. Cuestionado en términos durísimos por el movimiento ultra MAGA que arenga minuto a minuto el propagandista Steve Bannon, Emmer no pudo obtener suficiente apoyo de los republicanos después de que Trump criticara su nominación.