
Dos viejos conocidos, Joe Biden y Xi Jinping se reunirán este miércoles en California en una cumbre de alto impacto y después de un año sin verse las caras. Se trata de la segunda cumbre entre los dos lÃderes más importante del planeta desde que Biden asumió la presidencia de Estados Unidos y tendrá lugar al margen del foro de Cooperación Económica Asia-PacÃfico (APEC) que se realizará en San Francisco.
Biden llega a San Francisco concentrado en lograr un marco de acuerdo para la fuerte competencia económica entre los dos paÃses y mantener los puentes abiertos para evitar malentendidos que escalen en forma desproporcionada.
La cita es trascendente y hay quienes dicen que la reunión funciona en sà misma como un mensaje porque el último encuentro entre ellos fue hace exactamente un año, el 14 de noviembre de 2022, cuando compartieron un mano a mano al margen de la cumbre del G20 en Bali, Indonesia.
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En el plano comercial, se espera que Biden defienda la expansión estadounidense de los controles de exportación de chips semiconductores y busque darle garantÃas a Xi Jinping de que Estados Unidos no está tratando de librar una guerra económica con Beijing.
Los contactos en ese plano son permanentes y en los últimos meses la administración demócrata envió a sus funcionarios de mayor jerarquÃa a reunirse con sus pares chinos para reestablecer contactos y tratar de aliviar las tensiones. De hecho la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se reunió la semana pasada con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y dejó un mensaje inequivoco. "Estados Unidos no tiene ningún deseo de desvincularse de China. Una separación total de nuestras economÃas serÃa económicamente desastrosa tanto para nuestros paÃses como para el mundo", dijo.
En el plano militar, la administración Biden quiere reabrir las comunicaciones que se interrumpieron después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en agosto de 2022, en lo que constituyó la primera visita de ese rango desde 1997.
El encargado de blanquear el propósito de la Casa Blanca fue el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, quien aseguró este domingo que Biden está decidido a restablecer los vÃnculos entre militares porque cree que es de interés para la seguridad nacional de Estados Unidos.
En una entrevista con el programa "Face the Nation" de CBS, Sullivan dijo que el restablecimiento de los lazos militares podrÃa tener lugar en todos los niveles, desde el liderazgo superior hasta el nivel operativo táctico, asà como "en el agua y en el aire en el Indo-PacÃfico". "Los chinos básicamente han cortado esos vÃnculos de comunicación. Al presidente Biden le gustarÃa restablecerlos. Éste es un tema prioritario de la agenda", afirmó.
Beijing considera a Taiwán, una isla autónoma de 23 millones de habitantes, parte del territorio chino y promete unificarse con él, por la fuerza si es necesario. Para evitar nuevos focos de tensión, la administración Biden reconoce a Beijing como el gobierno de China y no tiene relaciones diplomáticas con Taiwán. Pero China percibe otra cosa y la preocupación aumenta camino a las elecciones presidenciales que se realizarán en enero en Taiwán.
Un tema central de la cumbre en el actual contexto global tiene que ver con la guerra en Medio Oriente. Biden le pedirá a su par que China intervenga ante Irán para evitar la escalada entre Israel y Hamas. La administración de Biden cree que China, un gran comprador de petróleo iranÃ, tienen una influencia creciente sobre Irán, que es un importante patrocinador de Hamás.
Xi busca que Biden le de garantÃas de que no apoyará la independencia de Taiwán, no iniciará una nueva guerra frÃa y no suprimirá el crecimiento económico de China. El año pasado, Xi le dijo a Biden que la cuestión de Taiwán estaba "en el centro de los intereses fundamentales de China, la base polÃtica de las relaciones entre China y Estados Unidos y la primera lÃnea roja que no debe cruzarse en las relaciones entre China y Estados Unidos".
Mientras Xi insiste en que las interacciones entre Estados Unidos y China deben definirse mediante el diálogo y la cooperación, Beijing observa los aranceles y sanciones de Washington como diseñados para sofocar el crecimiento económico de China.
Para el lÃder chino, es clave recuperar en San Francisco la confianza de los inversores en que China es un lugar seguro para invertir. En una señal alarmante, el paÃs registró durante el perÃodo julio-septiembre por primera vez desde 1998 un déficit de inversión extranjera directa. Las inversiones extranjeras han impulsado gran parte del crecimiento de China durante las últimas tres décadas.
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