A una semana del procesamiento de Donald Trump en Nueva York, Joe Biden sigue aferrado a la partitura de la Casa Blanca y permanece refugiado en el más absoluto hermetismo. El presidente no quiere pronunciarse sobre el tema que se apoderó de la agenda informativa y su silencio contrasta con la ola de declaraciones a favor y en contra que desató el fallo del gran jurado de Nueva York entre demócratas y republicanos.

La única alusión al caso la hizo hace siete días la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre, cuando fue consultada por los cronistas de la Casa Blanca y se vio obligada a dar una respuesta. "Nuestro enfoque en estos momentos es el pueblo estadounidense. (...) Él (por Biden) verá las noticias cuando tenga tiempo de ver las noticias del día, pero ése no es el enfoque de él hoy", dijo como forma poco elegante de eludir como pudo el tema. Desde entonces, el presidente -que tuvo tiempo de sobra para informarse del caso en Semana Santa- se aferró a la política de ignorar el tema para no complicarse por demás.

Para el experimentado consultor Felipe Noguera, la Casa Blanca tiene un muy mal manejo de la vocería oficial y se suma a la falta de claridad algunas expresiones como las de Nancy Pelosi, la histórica presidenta de la Cámara de Representantes que no termina de retirarse de la política. "Se la pasan sumando errores como cuando hace un par de días Nancy Pelosi dijo que Trump tenía la oportunidad de demostrar la inocencia. La Magna Carta se firma en 1215. Es el Estado el que tiene que demostrar tu culpabilidad, no vos tu inocencia. Fue una declaración muy feudal. Con esa calidad de voceros, aunque tengas un gran mensaje no es muy fácil desarrollarlo", le dijo Noguera a LPO.

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Con 40 años de trayectoria como consultor, Noguera sabe de lo que habla. Trabajó en la mayor parte de los países de América Latina, vivió en Estados Unidos y sigue de cerca la política norteamericana desde hace mucho tiempo. Primer latino elegido como presidente de la Asociación Internacional de Consultores Políticos (IAPC) y fundador de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (Alacop), el consultor argentino sostiene que el proceso le devuelve la centralidad a Trump, bloquea la emergencia de nuevos líderes y beneficia al ex presidente que aparece reconvertido como si fuera un perseguido político. 

El consultor Felipe Noguera. 

LPOJuan Casas

"El procedimiento judicial convierte la discusión sobre cosas que pueda haber hecho bien o mal Trump en una discusión sobre el proceso legal, sobre si se está llevando bien o si es una abuso de poder. Cauteriza algunos de los aspectos más crudos de Trump y lo convierte en una discusión sobre si esto es una persecución política o no", afirma Noguera.

La estrategia judicial del jurado de Nueva York es muy peligrosa para Biden. Si se rompe la tradición con respecto a los presidentes, el próximo puede ser él. 

Sin embargo, a su criterio, el dato más relevante hacia adelante es el precedente que sienta y puede perjudicar a otros ex presidentes, en primer lugar al propio Biden. Noguera sostiene que la estrategia judicial que desarrolla el jurado de Nueva York "es muy peligrosa para Biden".

-¿Por qué?

-Le puede pasar a él en cualquier momento entonces. O sea que digan bueno, en los papeles secretos que tenías vos en tu casa o los problemas con tu hijo Hunter Biden y que deba afrontar un proceso similar. Esta especie de respeto que los que seguimos la política norteamericana hace mucho tiempo vemos con respecto a los presidentes se está rompiendo. Hemos visto casos como los de Bill Clinton, o los de Hillary Clinton en su campaña, donde ante la duda los fiscales no actúan contra un ex presidente o un candidato presidencial. Y en todo caso cuando en 2004 actuaron contra John Edwards -el demócrata que fue rival de George W. Bush-, en un caso parecido pero peor, las cortes no lo sostuvieron. Si ahora se rompe esa especie de tradición, entonces el próximo es Biden.

-¿Piensa que es un precedente que puede tener consecuencias hacia adelante?

-Sienta un precedente muy importante que lo puede complicar en el futuro. Entonces, yo creo que parte del silencio de Biden es que a él le gustaría que esto fuera visto como algo del sistema judicial. El argumento más fuerte en contra del fiscal (Alvin) Bragg es que en su campaña dijo que iba a procesar a Trump, eso también rompe con una de las reglas del derecho. Uno procesa delitos, no personas.

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Con 80 años recién cumplidos, el presidente -que debería gobernar en un eventual segundo mandato hasta los 85 años- viene demorando el anuncio de su candidatura desde noviembre pasado. Se dijo primero que se lanzaría el Día de Acción de Gracias, más tarde se habló de las fiestas de fin de año y finalmente el lanzamiento formal continúa sin concretarse. Este lunes, Biden le dijo a la cadena NBC que planea presentarse, aunque aclaró: "Pero aún no estamos preparados para anunciarlo". En ese contexto, Noguera asegura que Biden tiene por delante un desafío muy grande y tal vez a eso se deban también las evasivas del presidente a la hora de confirmar si irá en busca de la reelección o no el año próximo.

Cuando trabajo como consultor en las campañas, siempre les digo a los candidatos que ganar la elección es lo más fácil, aunque sea dificilísimo. Es más difícil gobernar y lo más difícil de todo es dejar el poder y salir bien. En los países que tienen ex presidentes exitosos, los ex presidentes se convierten en políticos neutros.