El poderío de Elon Musk, con presencia en todo el planeta, volvió a quedar de manifiesto por partida doble en las últimas horas. Por un lado, el multimillonario recibió elogios de Vladimir Putin durante una conferencia de prensa; por el otro, un libro que acaba de salir a la calle reveló su decisiva influencia para impedir una de las operaciones de la administración Biden en favor de Ucrania durante la guerra con Rusia.

Una biografía del multimillonario publicada esta semana reveló cómo ejerció su poder geopolítico para frustrar a través de la poderosa red de comunicaciones Starlink una importante incursión ucraniana. Fue uno de los movimientos del dueño de X para reducir las capacidades de Ucrania en el campo de batalla.

"Elon Musk", el libro del famoso autor Walter Isaacson, detalla cómo Musk desconectó Starlink durante una incursión ucraniana en la ciudad de Sebastopol en Crimea. Con apoyo de Estados Unidos, los ucranianos apuntaban con drones submarinos a una flota de barcos rusos en el puerto, pero no pudieron atacar porque Starlink no estaba extendido a la zona y los drones perdieron conectividad. Publicado en medios como The Washington Post, el extracto del libro afirmaba que Musk cortó el servicio por temor a iniciar una guerra nuclear.

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Isaacson se corrigió en X y dijo que el servicio Starlink no había llegado a extenderse a Crimea, pero no pudo impedir las críticas de los funcionarios ucranianos. Sin embargo, la incursión ucraniana no fue el único caso en el que Musk intervino durante la guerra. Starlink no estuvo disponible durante otro momento no especificado, en el sur de Ucrania, lo que obligó a los soldados de Volodymyr Zelensky a retirarse. Según New Yorker, se debió a que SpaceX cortó deliberadamente la conectividad en distintas áreas.

Especialistas y funcionarios estadounidenses coinciden en que casi no existen empresas que dispongan de una constelación masiva de satélites de órbita relativamente baja como la que tiene Starlink. Todo contribuye a agigantar la centralidad del empresario tecnologico que estuvo este miércoles en el Congreso de Estados Unidos y su influencia geopolítica. 

AP

La intervención de Musk a través de Starlink enfureció a la Casa Blanca y generó un profundo agradecimiento por parte de las autoridades del Kremlin. Primero fue Dmitry Medvedev, ex presidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien llegó a definir a Musk como la "última mente adecuada en América del Norte". Después lo hizo el propio Putin, que catalogó a Musk como una "persona excepcional" durante sus declaraciones que hizo a la prensa este martes.

Especialistas y funcionarios coinciden en que casi no existen empresas que dispongan de una constelación de satélites de órbita relativamente baja como la que tiene Starlink. Todo contribuye a agigantar la centralidad de Musk y su influencia geopolítica. 

Musk comenzó a suministrar servicios Starlink a Ucrania a principios de 2022, poco después de que Rusia acabara con la tecnología de comunicaciones ucraniana antes y antes de la invasión. La tecnología se convirtió en poco tiempo en la columna vertebral de las comunicaciones de las fuerzas ucranianas y les permitió desde mantenerse conectadas por radio hasta acceder a servicios de Internet. Hasta que, según revela ahora el libro de Isaacson, Musk advirtió que su tecnología se estaba utilizando para la guerra y decidió impedir su funcionamiento en zonas calientes del conflicto armado. En el otoño pasado, después de hablar directamente con Putin, Musk presentó un plan de paz que la administración Biden consideró favorable a Rusia.

Según el New Yorker, en el otoño de 2022, Musk anunció que no seguiría financiando los servicios de Starlink debido al alto costo, lo que provocó el pánico en el Pentágono y activó varias reuniones que lograron impedirlo. El Pentágono anunció en junio que había acordado un contrato con Musk para financiar los servicios de Starlink, aunque los detalles sobre el acuerdo están bajo la categoría del secreto.

Alp Sevimlisoy, miembro del milenio del Atlantic Council, dijo que Estados Unidos definitivamente debería considerar desarrollar sus propias capacidades para depender menos de Musk. Sin embargo, reconoció que Starlink es una tecnología "extremadamente única" que no se puede replicar fácilmente en poco tiempo y pidió que Estados Unidos trabaje más estrechamente con Musk para evitar eventos futuros como el ataque fallido.

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Sevimlisoy dijo que Musk está más alineado con algunos republicanos que quieren que la guerra termine y están suavizando su apoyo a Ucrania y consideró que Musk quiere que "lo tomen en serio en el frente geopolítico". No obstante, opinó, probablemente se lo mantenga a distancia en Washington.

Si vamos a depender de arquitecturas o sistemas comerciales para uso operativo, entonces debemos tener algunas garantías de que estarán disponibles.

Consultado en CNN sobre si Musk había desactivado Starlink, el secretario de Estado, Antony Blinken, se negó a hacer comentarios. El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, dijo que el Pentágono debería redactar contratos que permitan una mayor supervisión. "Si vamos a depender de arquitecturas o sistemas comerciales para uso operativo, entonces debemos tener algunas garantías de que estarán disponibles", dijo Kendall en una conferencia en National Harbor, Maryland, el lunes último.

Según la agencia Sputnik, Musk declaró al principio que no quería convertir su compañía en cómplice de un gran acto de guerra y pretendía evitar "una escalada del conflicto". Pero más tarde, durante un discurso en línea en una conferencia sobre desarrollo tecnológico, detalló el verdadero motivo de su decisión. "La razón por la que [Starlink] no se activó fue en realidad originalmente porque EEUU impuso sanciones contra Rusia. Las sanciones incluyen Crimea, y no se nos permite hacer la conexión", dijo. Por último, admitió que solo habría estado dispuesto a lanzar Starlink sobre Crimea si hubiera recibido una "directiva" de Biden.