La historia encierra una de las infiltraciones más duraderas y de mayor alcance dentro del gobierno de los Estados Unidos. Manuel Rocha fue arrestado el viernes pasado en Miami. En las próximas horas, el supuesto espía declarará ante un tribunal del sur de Florida. En una trama heredada de los últimos tiempos de la Guerra Fría, Rocha logró una extensa trayectoria como doble agente. Fue funcionario de la embajada de EEUU en la Argentina entre 1997 y 2000. Después fue el delegado estadounidense en Bolivia. Antes, fue empleado del Departamento de Estado de EEUU bajo las administraciones de Bill Clinton y George W. Bush y sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional de 1994 a 1995. 

"Era muy correcto y no parecía nocivo", recuerda un político argentino que lo trató en los tiempos en que gobernaba Fernando de la Rúa en el país.

El ex diplomático de 73 años fue detenido tras una larga investigación del FBI. Rocha está acusado de haber trabajado por décadas y en secreto como agente del gobierno de Cuba. La información fue confirmada por el Departamento de Justicia ante este medio. 

"Esta acción expone una de las infiltraciones de más alto alcance del gobierno de los Estados Unidos por parte de un agente extranjero", afirmó el Fiscal General Merrick B. Garland. El fiscal y secretario de Justicia alega que, durante más de 40 años, Víctor Manuel Rocha se desempeñó como agente del gobierno cubano y obtuvo puestos clave dentro del gobierno de los EEUU. Eso le habría dado acceso a información reservada, incluyendo la capacidad de influir en la política exterior estadounidense. 

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"Los diplomáticos estadounidenses hacen un juramento de apoyar y defender la Constitución. Actuar como agente de Cuba, una potencia extranjera hostil, es una violación flagrante de ese juramento y traiciona la confianza del pueblo", declaró el director del FBI Christopher Wray. 

"Durante décadas, Rocha presuntamente trabajó como agente encubierto para Cuba y abusó de su posición para promover los intereses de una potencia extranjera", agregó el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. 

Durante décadas, Rocha presuntamente trabajó como agente encubierto para Cuba y abusó de su posición para promover los intereses de una potencia extranjera

El fiscal general Merrick Garland

AP

"El Distrito Sur y nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley están listos para proteger a los Estados Unidos de las personas que actúan ilegalmente como agentes de gobiernos extranjeros", dijo el fiscal federal Markenzy Lapointe para el Distrito Sur de Florida. 

Según la investigación, aproximadamente desde 1981 y hasta la actualidad, Rocha trabajó como doble agente. Nacido en Colombia, Rocha creció en una casa de clase trabajadora en Nueva York. Estudió en Yale, Harvard y Georgetown, antes de recibir la ciudadanía estadounidense e incorporarse al servicio exterior a principio de los ochenta. Desde ese momento, tuvo acceso a información clasificada. 

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Tras ser el delegado en la Argentina y Bolivia, desde 2006 hasta 2012 fue asesor del Comando Sur de los Estados Unidos. El Southcom, por sus siglas en inglés, es uno de los once comandos de combate de las Fuerzas Armadas de los EEUU. Depende del Departamento de Defensa y representa los ojos militares estadounidenses en la región, incluida Cuba. La base central del Comando Sur está ubicada en el condado de Miami-Dade.

El FBI sospecha que Rocha proporcionó información falsa y engañosa a Estados Unidos para mantener su misión secreta. Y que en ese lapso viajó fuera de los Estados Unidos para reunirse con agentes de inteligencia cubanos. Incluso se especula retrospectivamente con una injerencia en particular. El supuesto topo podría haber influido en la respuesta de la administración Clinton a la crisis de los balseros en 1994, cuando 35.000 cubanos intentaron llegar al sur de Florida después de que Fidel Castro abriera las fronteras de la isla tras una serie de protestas.

Según la investigación, desde 1981 y hasta el presente, Rocha trabajó como doble agente. Nacido en Colombia, Rocha se creció en una casa de clase trabajadora en Nueva York. Estudió en Yale, Harvard y Georgetown, antes de recibir la ciudadanía estadounidense e incorporarse al servicio exterior a principio de los ochenta. Desde ese momento, tuvo acceso a información clasificada 

De acuerdo con la denuncia, Rocha escaló por distintas áreas. Entre 1989 y 1991 fue Primer Secretario de la Embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México. Desde 1991 hasta 1994, fue Ministro Consejero de la Embajada en Santo Domingo. Del ´94 al ´95, empleado del Departamento de Estado, como Director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional, con especial responsabilidad sobre Cuba. De ahí a 1997, fue Oficial Principal Adjunto de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. 

Entre julio de 1997 y noviembre de 1999, fue Ministro Consejero de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Luego, hasta agosto de 2002, se desempeñó como Embajador en Bolivia.

Un político que lo trató afirma ante LPO: "Conozco al personaje, he conversado mucho con él". Según la fuente, el giro de Rocha a doble agente se dio a cambio de plata y a fines de los ochenta. Su versión es que ocurrió por intermediación del gobierno de Daniel Ortega, poco antes de que cayera el entonces (y hoy) presidente nicaragüense. 

¿Cómo lo descubrieron?

La denuncia, a la que accedió LPO, detalla que Rocha mantuvo una serie de reuniones durante 2022 y 2023. Los encuentros fueron con un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por un representante de la Inteligencia cubana. El Departamento de Justicia confirmó que Rocha admitió sus décadas de trabajo para Cuba. 

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Cuando el agente encubierto del FBI le dijo a Rocha que era "un representante encubierto aquí en Miami", cuya misión era "contactarlo, presentarme como su nuevo contacto y establecer un nuevo plan de comunicación", Rocha se delató. El espía cubano respondió "sí" y empezó una larga conversación en la que describió su actividad como agente de inteligencia cubano. A lo largo de las reuniones, Rocha se refirió constantemente a Estados Unidos como "el enemigo" y usó el término "nosotros" para describirse a sí mismo y a Cuba. 

Rocha también elogió a Fidel Castro como el "Comandante", y se refirió a sus contactos en la inteligencia cubana como sus "Compañeros". A los servicios de inteligencia cubanos los llamó "La Dirección". Rocha describió su trabajo como agente cubano como "un grand slam".

Rocha mantuvo una serie de reuniones durante 2022 y 2023. Los encuentros fueron con un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por un representante de la Inteligencia cubana. El Departamento de Justicia confirmó que Rocha admitió sus décadas de trabajo para Cuba 

La Oficina de Campo del FBI en Miami continúa investigando el caso, en sociedad con el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado y la Oficina de Campo del FBI en Washington.

Repercusiones

El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, aprovechó la noticia para mandar un mensaje de política doméstica. En concreto, le apuntó al actual presidente boliviano Luis Arce, convertido archienemigo de Morales. "Que aprendan los renovadores. Primero, cuando le conviene, el imperio los utiliza para perseguir, masacrar y reprimir al movimiento indígena y popular. Cuando ya no le sirve, los procesa y defenestra. Manuel Rocha, mientras era servil a EEUU gozaba de la impunidad y reverencia de los neoliberales", tuiteó el expresidente.