
El experimentado polÃtico de Florida entró de golpe en el ocaso de su carrera. Si bien el proceso judicial en su contra acaba de empezar, Alex DÃaz De la Portilla ya fue acusado de soborno, lavado de dinero y mala conducta oficial. Además fue arrestado, le sacaron la clásica foto de reo y lo corrieron de su banca como comisionado de la ciudad de Miami. El gobernador Ron DeSantis lo suspendió inmediatamente después de que se difundieran los cargos en su contra. En la caÃda libre, ningún dirigente local salió en su auxilio ni difundió algún tipo de solidaridad.
Dentro del microclima del Ayuntamiento de Miami, las sospechas sobre su comportamiento son vox populi desde hace años. Los rumores sobre sus desmanejos éticos fueron alimentados por una docena de ex empleados. Algunos de esos asistentes se convirtieron en informantes clave de la investigación en su contra.
El sábado 23 de septiembre, a las 6 de la tarde, sus ex compañeros del cuerpo legislativo se reunirán para decidir quién lo reemplazará, según le confirmaron a LPO.
En el coqueto City Hall de Miami, ubicado en el barrio de Coconut Groove a pocos metros del mar, los cuatro comisionados restantes sellarán la caÃda de De La Portilla. En la cita decidirán los pasos a seguir: si lo reemplazan temporalmente o si llaman a elecciones. Esta última opción, por lo que supo este medio, es la más improbable por los costos que generará.
Los cinco representantes electos forman una suerte de cuerpo legislativo que por momentos tiene más poder -aunque menos visibilidad- que el propio alcalde de Miami. Al punto de que el alcalde Francis Suárez no tiene voto en las sesiones, ni conduce los debates legislativos. "Es desafortunado que los ciudadanos del distrito 1 tengan que pasar por este momento. También es desafortunado que nosotros como comisionados y representantes de la Ciudad lo tengamos que hacer", se lamenta ante LPO la comisionada colombiana Sabina Covo. Joven y demócrata, la representante del distrito 2 de Miami agrega en tono crÃtico hacia De la Portilla: "Yo me postulé para transmitir transparencia y una oficina abierta para nuestros contribuyentes. Y ese sistema se deberÃa consolidar, debemos educar en ese sentido"
Alex DÃaz De la Portilla es un dirigente republicano de 58 años, nacido y criado en el barrio de Little Havana. Es uno de los cuatro hijos de una pareja de exiliados cubanos. Tanto él como el resto de su familia tienen antecedentes en la actividad polÃtica. Ese pedigrà le daba un aire de intocabilidad. De la Portilla ocupó cargos como congresista del estado de Florida durante 16 años, primero en la Cámara de Representantes y después en el Senado. Ese fue el pico de su trayectoria.
En 2019 fue electo Comisionado de la ciudad de Miami por el Distrito 1, que abarca las zonas hispanas de Flagami, Allapattah y partes de Little Havana. Ese éxito a la vez representaba un descenso sensible en su capacidad de poder: pasaba de la liga estatal a la municipal. Este cubano-estadounidense de fe ideológica trumpista planeaba ir por la reelección en noviembre próximo. Pero la hoja de ruta se alteró de un plumazo.
La investigación en su contra fue conducida en tándem por fiscales del estado de Florida y de la ciudad de Broward. La fiscalÃa de la ciudad de Miami optó por correrse la causa, dada la familiaridad construida con De la Portilla a lo largo de los años.
Los encargados de concretar el arresto dÃas atrás fueron los agentes del Departamento de Aplicación de la Ley (FDLE) de Florida. Junto a Alejandro "Alex" DÃaz de la Portilla, detuvieron al abogado William W. Riley Jr, de 48 años. Las acusaciones son por lavado de dinero, tres cargos de recompensa ilegal, uno de soborno y uno de conspiración criminal. Esos son los cargos más graves.
El ex comisionado también acumula cuatro denuncias por mala conducta oficial, un cargo por contribución a la campaña que excede los lÃmites legales y dos derivados de no informar un regalo recibido.
Durante la investigación, los agentes encontraron pruebas que indicaban que DÃaz de la Portilla y Riley Jr. aceptaron más de 15.000 dólares de parte del hermano de DÃaz de la Portilla, pero no los informaron, como indican los estatutos de Florida.
Riley Jr. a su vez controló una cuenta bancaria a nombre de una corporación con sede en Delaware para lavar aproximadamente 245.000 dólares en aportes de campaña. Esa ofrenda fue realizada por una empresa de servicios de gestión, a cambio de permisos para construir un complejo deportivo en la ciudad de Miami. Permisos gestionados por el legislador De la Portilla.
La investigación determinó que el hermano del dirigente trumpista operaba dos PACs utilizados no solo para apoyar la campaña de De La Portilla, sino también para gastos personales. Los registros mostraron que uno de los comités reportó donaciones de aproximadamente 2,3 millones de dólares. El otro, de más de 800.000 dólares.
Tras su arresto, DÃaz De La Portilla pagó una fianza de 72.000 dólares y quedó en libertad provisional. En la única declaración que hizo a la prensa, optó por victimizarse y negar los delitos. Y algo más: se comparó con Donald Trump. "Lo mismo que le está sucediendo al presidente Trump, a nivel nacional, con cuatro procesamientos falsos diferentes, me está sucediendo a mà en Miami a nivel local", aseguró.
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