El triunfo de Javier Milei excedió largamente las fronteras de la Argentina. El ascenso del libertario, en la segunda economía de Sudamérica, sumó una ficha de peso al tablero global de las derechas extremas. Con buenas chances de volver a la Casa Blanca, Donald Trump celebró el éxito de su émulo latino. Tras felicitarlo por teléfono y mandarle un video público, el ex presidente dio detalles del intercambio entre ambos. 

Trump afirmó que la reciente ola de victorias "populistas y conservadoras", desde la de Milei en la Argentina hasta la de Giorgia Meloni en Italia, muestra que el movimiento internacional de conservadores populistas está "más fuerte" de lo que fue en 2016. En vísperas de las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, el líder MAGA abraza un clima favorable para su propio regreso al poder.

A la pasada, Trump le hizo una ligera corrección a la historia que difundió el equipo de Milei hace un mes y medio. Casi 48 horas después de haber ganado el balotaje, los voceros del presidente argentino aseguraron que el jefe del movimiento MAGA fue quien llamó a Milei por teléfono. La conversación existió. La afinidad ideológica entre ambos, también. Pero ahora Trump dio su versión de los hechos, modificando la que habían dado en el entorno del libertario. "El tipo de Argentina dijo que la mejor persona del mundo es Donald Trump. Me llamó justo después de ganar. Nunca había hablado con él. Me llamó para darme las gracias", reveló Trump ante Breitbart News. 

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El republicano lo dijo en una entrevista que dio en su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach. En el relato mileista fue Trump quien tomó la iniciativa. Según explicaron entonces, la conversación se concretó gracias al contacto facilitado por el hijo del brasileño Jair Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro. 

Javier Milei, el presidente argentino. 

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Se trata de un matiz que no altera el clima de comunión política entre ambos outsiders de perfil histriónico y discurso de derecha, pero que evidencia la desigual correlación de fuerzas y pesos específicos de cada uno. "Le dije: 'Oh, ¿por qué quieres darme las gracias?' Milei respondió: ´Sus políticas allanaron el camino para esto´. Lo tiene todo. Me llamó la noche que ganó las elecciones y me agradeció mucho, me lo agradeció profusamente", afirmó el candidato a presidente republicano. 

Le dije: '¿por qué quieres darme las gracias?' Milei respondió: ´Sus políticas allanaron el camino para esto´. Me llamó la noche que ganó las elecciones y me agradeció mucho, me lo agradeció profusamente 

Trump definió al espacio de Milei como una derivación del trumpismo en Sudamérica. "Es esencialmente un movimiento MAGA-Trump", dijo en la entrevista de más de dos horas realizada en Mar-a-Lago. "Es un movimiento trumpista", catalogó, en refeencia a La Libertad Avanza, el partido político del nuevo presidente argentino. El republicano a su vez destacó que la fuerza libertaria de Milei hizo una adaptación local de las siglas MAGA. "Se llama Hacer Argentina Grande de Nuevo. Tiene sombreros MAGA", se divirtió. 

Trump le dijo a Breitbart que la reciente ola de victorias "populistas" muestra que el movimiento internacional de conservadores populistas está "más fuerte" de lo que fue en 2016, cuando el republicano llegó a la Casa Blanca. Su afirmación expone la red orgánica que existe entre las fuerzas de la nueva derecha.

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Según pudo averiguar LPO, la administración demócrata mira con lupa los puntos de contacto entre el libertario argentino y la estrategia de insurrección global que impulsa el consultor trumpista Steve Bannon.

El republicano que "ama" a Milei 

Se trata del excéntrico multimillonario de origen indio Vivek Ramaswamy. "Voy a hacer que Javier Milei parezca un moderado", afirmó el candidato a presidente. Lo dijo como un elogio hacia el argentino. "Amo a Milei, me parece asombroso y lo vengo siguiendo desde hace años", explicó en una reciente entrevista.

Ramaswamy tiene 38 años y es considerado una suerte de Trump millennial. En 2014 fundó una empresa de biotecnología que lo convirtió en multimillonario. Tiene un discurso anti-elites extremo, niega el cambio climático y defiende teorías conspirativas como la "del gran reemplazo", una idea según la cual las élites occidentales tratan de reemplazar a los estadounidenses blancos por minorías.