El viaje de Javier Milei en busca de la foto con Donald Trump trae malestar en el Tesoro americano. El presidente argentino será uno de los oradores más esperados de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el festival trumpista por excelencia que ya se desarrolla en Washington. Si bien es muy conocida su simpatía y afiliación ideológica con el candidato repubicano, el hecho de que Milei juegue a dos puntas genera tensiones. Por un lado, necesita el apoyo del gobierno demócrata de Joe Biden ante el board del Fondo Monetario para que libere más asistencia financiera (léase algún desembolso adicional), pero se mete en la política interna de Estados Unidos al salir a hacer campaña con Trump.

"Realmente no termino de ver cuál es la ventaja de hacer una cosa de ese tipo. Estados Unidos está en un año electoral, este evento va a ser el lanzamiento de la campaña de Trump. La verdad, no sé, me parece temerario, temerario realmente", dijo a LPO el diplomático argentino Héctor Torres, quien fue representante de ese país ante el FMI en Washington y ahora reside en Ginebra, Suiza.

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Torres admitió el malestar de miembros del equipo de Biden con la participación de Milei en el CPAC. "Yo he recibido, porque tengo amigos en el Tesoro y ex-colegas del FMI que representaron a Estados Unidos, muchas quejas. Todos me hacen llegar su alarma por este tipo de actitudes" resaltó. 

El gobierno de Milei busca que Shambaugh, el primero en la línea sucesoria detrás de Janet Yellen, juegue a favor de la Argentina en el board del Fondo donde Estados Unidos es el accionista número uno y por ende, su voto es el que más pesa

El posteo de Donald Trump alabando al presidente argentino 

"El viaje del presidente Milei para participar de este festival trumpiano no es de lo más oportuno. Digamos que no cae bien en la administración demócrata actual, de la cual obviamente necesita apoyo ante el Fondo", afirma.

Otra fuente directa del Tesoro de EEUU le confirmó a LPO que no ven con buenos ojos la demostración de amor de Milei al Trump candidato. "No es algo en lo que opinemos, porque en definitiva es una decisión del presidente (Milei), pero creemos que no es conveniente", afirmaron. Sin embargo, acotan, "no tiene relación con las negociaciones del país en el Fondo". 

Por eso es que esto no quiere decir, necesariamente, que el apoyo de Estados Unidos al gobierno de Milei vaya a cambiar radicalmente. El presidente argentino juega a dos puntas: apoya abiertamente a Trump y a lo más conservador del Partido Republicano, pero a la vez se aleja diplomáticamente del régimen chino de Xi Jinping y defiende a ultranza a la Ucrania de Volodimir Zelensky. Eso, más su alineamiento con Israel, cae bien en la Casa Blanca. Se podría decir que en términos de alineamiento geopolítico, la estrategia de Milei calza perfectamente con lo que demanda el Departamento de Estado. 

"Yo no le hubiera recomendado esa alineación automática y fervorosa porque las alineaciones automáticas se agradecen pero no se pagan porque son automáticas justamente. Pero ha tomado una decisión de política exterior que, creo, tenemos lo que llaman el goodwill de la administración americana por esta posición anti-China, por su posición pro-Ucrania, etc. Y eso cuenta", remarca Torres. 

"Ahora, de allí a mojarle la oreja a esta administración demócrata que evidentemente está con problemas, yendo a abrazarse con el contendiente que probablemente sea el próximo presidente... si vos me decís, bueno, después de noviembre Trump es el presidente, evidentemente esto va a ayudar. Pero hay que llegar a noviembre mientras tanto", advirtió. 

Además, la relación del equipo económico argentino liderado por Luis Caputo con el Tesoro es buena. El funcionario que está detrás del caso argentino es ni más ni menos que el número dos, el Subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro de los Estados Unidos, Jay Shambaugh. Se vio con el equipo de Milei dos veces en dos meses. Primero, en diciembre pasado, estuvo en Buenos Aires reunido con Caputo y Nicolás Posse, el jefe de Gabinete argentino. Y a finales de enero el mismo Posse viajó a Washington para tener otra reunión bilateral.

El Jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse,  con el Subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro Jay Shambaugh

El gobierno de Milei busca que Shambaugh, el primero en la línea sucesoria detrás de Janet Yellen, juegue a favor de la Argentina en el board del Fondo donde Estados Unidos es el accionista número uno y por ende, su voto es el que más pesa. De hecho, el funcionario es, en la práctica, el jefe de Gita Gopinath, la economista indio-estadounidense que se desempeña como la número 2 del Fondo y quien estuvo también en la Argentina recientemente evaluando la marcha del plan económico de Milei. 

El viaje del presidente Milei para participar de este festival trumpiano no es de lo más oportuno. Digamos que no cae bien en la administración demócrata actual, de la cual obviamente necesita apoyo ante el Fondo

Mientras que el presidente argentino busca convencer al gobierno demócrata de su alianza estratégica inquebrantable con EEUU, el CPAC lo vende como una de las mayores atracciones del evento. 

"El presidente Milei está centrado en luchar contra el socialismo y la corrupción en su nación. Entregará un mensaje contundente a la comunidad hispana dentro de los Estados Unidos para proteger sus libertades y sus familias", dice el comunicado de la organización. Matt Schlapp, presidente de CPAC, agregó que Milei "ha capturado el espíritu de quienes ven la traición de las élites globalistas". "Los patriotas estadounidenses lo apoyan para que tenga éxito y también nos gusta la motosierra", remarcó.