Empezó la transición en la embajada de argentina en Washington. El peronista Jorge Argüello recibió a quien lo sucederá en el cargo. Se trata del empresario Gerardo Werthein, quien acompañó al presidente electo Javier Milei por su gira en Estados Unidos. Si bien el economista libertario ya está en Buenos Aires, Werthein se quedó para encontrarse con Argüello y ordenar su desembarco. Su figura, sin embargo, quedó envuelta en un clima muy controversial: Werthein financió la campaña de Milei y le prestó el avión para su gira.

Como reveló LPO, por el escándalo del avión el bloque peronista en el Senado evalúa la eventual impugnación del pliego para que Werthein recale como embajador argentino en Washington.

El Grupo Werthein es uno de los holdings más grandes de la Argentina, propietario de empresas de distintas actividades, con intereses en Reino Unido y Estados Unidos. El grupo fue dueño de la empresa de telecomunicaciones Telecom. Y Gerardo ocupó el cargo de vicepresidente.

De profesión veterinario, fue presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) entre 2009 y 2021 y es miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).

El gobierno de Biden, sobre el litio en Argentina: "Es una oportunidad y queremos que se aproveche de manera sostenible"

Werthein acompañó Milei en su almuerzo con Bill Clinton, devenido en lobbista global, y el representante de Joe Biden para América Latina Chris Dodd. También, en la reunión con el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jack Sullivan, y el asesor especial para cuestiones de América Latina, Juan González.

"Mantuvimos un productivo intercambio sobre el positivo estado de la relación bilateral en materia de diálogo político, comercio e inversiones. Analizamos los objetivos logrados y los nuevos desafíos de la agenda diplomática", tuiteó Argüello. 

Javier Milei, con Werthein y el resto de la comitiva en Washington

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Mantuvimos un productivo intercambio sobre el positivo estado de la relación bilateral en materia de diálogo político, comercio e inversiones. Analizamos los objetivos logrados y los nuevos desafíos de la agenda diplomática

En adelante, el elegido por Milei heredará una serie de desafíos pendientes en la bilateral entre Estados Unidos y la Argentina. Al margen de los trazos gruesos de la relación política entre el gobierno de Milei y la administración demócrata de Joe Biden, existen intereses cruzados específicos de ambos países. 

Desde la Casa Blanca miran con atención la dinámica de las exportaciones de litio, alias el oro blanco. Las ventas argentinas de litio a EEUU representan casi el 50% del total comprado por ese país.

Pero la política proteccionista y la agenda verde de Biden le pusieron una traba a ese flujo. En particular lo hizo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), una norma que es a la vez eje y orgullo de la gestión demócrata. En el sur del continente, la sanción de la IRA derivó en una cruzada en protesta del gobierno argentino. 

Tanto desde Buenos Aires como desde la embajada argentina en Washington se reclama que el gobierno de Biden haga una excepción dentro de la ley, con el objetivo de facilitar las exportaciones de litio. Porque la IRA otorga créditos fiscales para la compra de autos con baterías de litio que hayan sido fabricados en EEUU o en países con los que el país tenga un tratado de libre comercio vigente. Y Argentina, al momento, no forma parte de ese club. Milei podría intentar explorar esa posibilidad.

En plena tensión con China, el Departamento de Estado impulsa la venta de 24 aviones militares a la Argentina

En un diálogo reciente con LPO, un importante funcionario de la Casa Blanca se refirió a ese tema. José Fernández, Subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente. "Vamos a seguir impulsando las inversiones porque es una oportunidad para la Argentina, es una oportunidad que se da una vez, con suerte, una vez en generación, en cada generación, y queremos asegurarnos de que se aproveche de una manera sostenible que respete los más altos estándares de ambientales, de transparencia. Y también de que trabaje con comunidades", le dijo Fernández a LPO.

En paralelo, la embajada argentina en Washington reclama desde hace casi 3 años que el Congreso de los EEUU restablezca el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). Se trata de un programa que habilita la entrada de productos exentos de aranceles, provenientes de Argentina y de otros países de desarrollo medio. El sistema empezó a regir en 1974 y expiró el 31 de diciembre de 2020. Desde ese momento y hasta que el Congreso no renueve el SGP, los exportadores y los importadores de EEUU deben hacerse cargo de los aranceles. 

El litio es una oportunidad para la Argentina, una oportunidad que se da una vez con suerte en cada generación, y queremos asegurarnos de que se aproveche de una manera sostenible que respete los más altos estándares de ambientales, de transparencia.

En febrero pasado, 23 países miembros de la Alianza por el SGP, Argentina y Brasil incluidos, le mandaron una carta al Congreso estadounidense. Solicitaron la restitución del régimen al titular de la Comisión de Finanzas del Senado, Senador Ron Wyden, y al presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Jason Smith. Y algo más: pidieron la restitución retroactiva de los impuestos ya pagados. 

El mes la agenda en favor del SGP se plasmó en el Capitolio. Fue durante una audiencia pública del Subcomité de Comercio de la Cámara de Representantes. La reunión se convocó especialmente para debatir sobre la posibilidad de reinstalar el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). La mayoría de los congresistas de ambos partidos se mostraron a favor de la renovación. Y algunos argumentaron su posición a partir de la amenaza del despliegue de China en la región.

"Tenemos que entender que nuestros socios latinoamericanos no ven en China una amenaza, tal como la vemos nosotros"

Por último, el Departamento de Estado impulsa la venta de 24 aviones militares a la Argentina. Semanas atrás el gobierno de Biden aprobó la operación que incluye un sistema de misiles. Su objetivo era que el gobierno argentino, tanto el saliente como el entrante, trabaje con Washington contra las amenazas conjuntas.

La operación excede largamente el hecho de la posible venta de 24 aviones militares. La compra de los F-16 encerraría un mensaje estratégico por parte de la Argentina. Un guiño de afinidad hacia los Estados Unidos, en un contexto de tensión creciente con China. La carrera entre ambas potencias se despliega también en el tablero de Latinoamérica. "Es una oportunidad para que ambos países enfrenten amenazas juntos", planteó ante LPO la Subsecretaria Adjunta de Seguridad Regional del Departamento de Estado, Mira Resnick.