La Casa Blanca tiene los ojos puestos en América latina como pocas veces a lo largo de su historia. Si bien la administración de Joe Biden participa en dos guerras simultáneas en Gaza y Ucrania, el gobierno estadounidense le presta especial atención al continente. El Departamento de Estado sigue con interés el convulsionado clima polÃtico de El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua.
La preocupación de EE.UU. conecta directamente con una agenda polÃtica y electoral urgente: la crisis migratoria en la frontera sur. La inestabilidad de los paÃses latinoamericanos, con Venezuela a la cabeza, repercute de forma inmediata en el flujo de personas que busca su sueño americano a cómo sea. Además el gobierno percibe la injerencia de Vladimir Putin en Guatemala.
"Estamos trabajando en esos cuatro paÃses con varios actores para construir un hemisferio más resiliente, equitativo y próspero. Queremos lograr que la democracia responda a todas las personas. Impulsamos esos objetivos en varios niveles y con las herramientas de las que disponemos. La lucha contra la corrupción y la impunidad es clave para que el hemisferio sea más seguro, próspero y democrático", afirmó ante LPO y otros medios Eric Jacobstein, el Subsecretario de Estado Adjunto para América Central, en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
El funcionario de Joe Biden dio un diagnóstico pesimista sobre el actual panorama en la región. "América Latina y el Caribe se diferenciaban por ser la región más democrática del mundo en desarrollo, según el Ãndice de Democracia que elabora la Economist Intelligence Unit. Pero América Latina también registró el retroceso democrático más significativo de todas las regiones a nivel mundial en los últimos 20 años", afirmó Jacobstein.
Respecto al papel que juega Estados Unidos en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, el representante de la administración demócrata detalló: "Hacemos esfuerzos para trabajar con lÃderes estatales, locales, indÃgenas y de la sociedad civil y el empresariado para buscar soluciones locales a problemas globales. También trabajamos multilateralmente en la OEA con socios de la región para defender democracia y los Derechos Humanos. Se busca mejorar la vida en el hemisferio, asà las democracias trabajan mejor".
La preocupación más inmediata de la administración de Biden se encuentra en Guatemala. Washington desplegó todos sus recursos para garantizar la asunción de Bernardo Arévalo, el presidente electo de ese paÃs. La intervención incluye una baterÃa de sanciones, viajes y reuniones de funcionarios. La estrategia es que la presión acorrale al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, al punto de que se destrabe el cambio de mando. La asunción de Arévalo está pautada para el 14 de enero próximo.
La Casa Blanca denuncia una suerte de cleptocracia instalada en el poder guatemalteco, con empresarios, testaferros y funcionarios judiciales involucrados. A partir de ese diagnóstico, aplicó restricciones de visas a más de una decena de personas y sus familiares. El Departamento del Tesoro apuntó contra una especie de monje negro del Gobierno saliente: sancionó a Luis Miguel MartÃnez Morales por supuestos maniobras de corrupción generalizadas, en alianza con la Rusia de Putin y su red militar.
"Estamos orgullosos del papel que hemos tomado aquà en los Estados Unidos en apoyar a los esfuerzos democráticos del pueblo guatemalteco, especialmente actores claves de los pueblos indÃgenas y algunos miembros del sector privado, quienes han rechazado intentos de socavar la democracia. Los que están tratando de bloquear la transición son cada vez más aislados", explicó el funcionario de Biden en diálogo con LPO.
¿Cree que todavÃa corre peligro la asunción de Arévalo?
La buena noticia es que los esfuerzos de la Fiscal General y de elementos del Congreso guatemalteco corruptos y otros elementos del paÃs están fracasando. Yo creo que cada dÃa están más aislados los elementos que están tratando de bloquear la transición, asà que yo creo que va a tener éxito el cambio. Ha sido bastante difÃcil la situación y hemos visto muchos esfuerzos para bloquearlo, pero veo con mucho optimismo el futuro. Ahora estamos mirando hacia el futuro y esperamos trabajar conjuntamente con el presidente electo Arévalo, para mejorar las vidas de todos los guatemaltecos y para aumentar nuestros esfuerzos bajo nuestra estrategia sobre las causas raÃz de la migración irregular.
Usted señaló el retroceso significativo de la democracia en América Latina en los últimos 20 años. ¿A qué cree que se debe ese deterioro?
En cuanto a lo que está pasando en los desafÃos a la democracia en la región, yo creo que cada paÃs es diferente y hay situaciones distintas. Nuestra estrategia en cuanto a las causas raÃces de la migración irregular guÃa todo lo que hacemos. Y nos damos cuenta que no se puede tener crecimiento económico, no se puede tener seguridad, no se puede tener todo lo que nosotros y los ciudadanos de la región quieren sin la gobernanza, sin un compromiso en combatir la corrupción y en favor de la democracia. Por eso que es tan importante lo que pasa en cuanto a la democracia en la región, porque vemos que nuestra estrategia se enfoca en muchas cosas, pero es difÃcil hacer todo, especialmente en cuanto al desarrollo económico y de seguridad, sin la democracia. Es importante todo lo que estamos haciendo en cuanto a la gobernanza y la democracia.
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