La administración de Joe Biden desplegó todos sus recursos para garantizar la asunción de Bernardo Arévalo, el presidente electo de Guatemala. La intervención incluye una baterÃa de medidas y excursiones de funcionarios. La estrategia es que la presión acorrale al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, al punto de que se destrabe el cambio de mando.
El Subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, EnergÃa y Medio Ambiente, José W. Fernández, se acaba de reunir con Arévalo en la Ciudad de Guatemala. Y el Departamento del Tesoro apuntó contra una especie de monje negro del Gobierno saliente.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros, dependiente del Tesoro, sancionó a Luis Miguel MartÃnez Morales por supuestos maniobras de corrupción generalizadas. "La medida adoptada subraya el impacto corrosivo que tiene la corrupción en la confianza en las instituciones. MartÃnez intentó aprovechar su posición privilegiada en beneficio propio a expensas del pueblo guatemalteco", expresó el subsecretario del Tesoro para Asuntos de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson. "El Gobierno de Estados Unidos continuará exigiendo rendición de cuentas a aquellas personas cuyas maniobras corruptas atentan contra la democracia", agregó el funcionario de la Casa Blanca.
El apuntado MartÃnez fue director del desaparecido Centro de Gobierno, un poderoso organismo con atribuciones similares a las de un gabinete. El Centro fue creado por el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei al comienzo de su gestión en 2020. Pero después Giammattei se vio obligado a cerrar el organismo, tras las protestas contra el poder creciente que adquirÃa MartÃnez.
Si bien actualmente no ocupa ningún cargo, MartÃnez sigue siendo una de las personas más influyentes en la Administración de Giammattei. Según el Departamento de Estado de EEUU, durante su función como titular del Centro de Gobierno, MartÃnez usó disposiciones de leyes de adquisiciones para evitar el proceso de licitación y asegurar contratos gubernamentales a empresas en las cuales tenÃa interés económico.
En 2021, afirma la Casa Blanca, MartÃnez exigió pagos irregulares para facilitar la compra de vacunas Sputnik V rusas por parte del Gobierno de Guatemala. La agencia especial de Guatemala contra la corrupción investigó a MartÃnez por su papel en la compra de 16 millones de dosis de vacunas Sputnik V rusas contra COVID-19.
En paralelo, el Departamento del Tesoro sancionó a una red de nueve entidades y cinco personas que apoyan a los militares rusos de Vladimir Putin. La Administración Biden argumentó que la compra de productos electrónicos tuvo aplicaciones militares en favor de la invasión de Rusia a Ucrania.
La sanción implica que todos los bienes de MartÃnez que se encuentren en Estados Unidos o estén bajo el control de personas estadounidenses vinculadas al guatemalteco quedarán bloqueados.
El mes pasado, la administración de Biden denunció acciones antidemocráticas en ese paÃs e impuso otras sanciones. Aplicó restricciones de visas a más de una decena de personas y sus familiares inmediatos, por "socavar la democracia y el Estado de derecho". En esa lista, incluyó funcionarios del Ministerio Público y otros actores del sector privado que, según afirmaron desde el Departamento de Estado, atentan contra la democracia en Guatemala.
La Casa Blanca percibe una intencionalidad para trabar la asunción de Arévalo, un polÃtico progresista que rompió inesperadamente con la tendencia conservadora de los últimos gobiernos. Con un discurso centrado en combatir la corrupción, ganó en segunda vuelta con el 58% de los votos. Pero el proceso hacia el cambio de mandato se enturbió.
La Fiscal General del paÃs, Consuelo Porras, junto a otros funcionarios judiciales intentaron suspender al partido ganador y ordenaron una ronda de allanamientos. Incluso confiscaron las actas de la segunda vuelta, cuyo resultado la otra candidata no reconoció. Durante 20 dÃas, más de 100 puntos en rutas de todo el paÃs estuvieran bloqueados. Los manifestantes exigÃan la renuncia de la fiscal Porras.
En sintonÃa con la presión estadounidense, la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reclamaron "un traspaso de poder que respete la voluntad popular y se atenga al Estado de derecho en Guatemala". El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador coincidió, esta vez, con la polÃtica exterior de Biden. AMLO pidió que "dejen gobernar" a Bernardo Arévalo.
Sin tomar partido en favor de los polÃticos y funcionarios judiciales de Guatemala, parte de la oposición republicana aprovechó para cuestionar a Biden. ¿Por qué? Señalaron una suerte de doble estándar, al no imponer (por ahora) nuevas multas al chavismo en Venezuela.
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