Sean Blake, un joven adolescente de Vermont, consumió por curiosidad una dosis de un analgésico fuerte que los médicos recetaban y vendían en farmacias: el OxyContin. Sin saber que esa sola dosis le haría adicto a los opioides.

La madre de Sean, la doctora Kimberly Blake, ha dicho en testimonios que mientras que ella y sus colegas en un hospital se alarmaron y prohibieron usar el OxyContin, otros médicos en Vermont aprovecharon un plan de recompensas de los fabricantes de ese opioide sintético similar a la heroína, que daba atractivos bonos a quienes recetaran las dosis más altas de la droga.

Pero el OxyContin genera tolerancia, es decir que sus consumidores sienten deseo de aumentar la dosis, hasta que crean dependencia, y luego se pierde.

Fraude y extorsión: cómo operaban los narcos mexicanos que se hacían pasar por funcionarios del Tesoro Sean Blake se repuso un año en abstinencia, entró a una escuela de submarinos en la marina, pero en unas vacaciones con sus padres volvió a consumir el opioide, se perdió durante meses en calles de Nueva York, y su madre después supo que había fallecido. 

La Suprema Corte debate si acepta que los propietarios de la marca OxyContin, Richard Slacker y su familia, dueños de la firma Purdue Pharma, se declaren en quiebra financiera para evitar más demandas en su contra

El joven Blake es uno de más de 500,000 estadounidenses víctimas de la crisis de opioides. La misma se inició con una campaña promocional de OxyContin, donde nunca se advirtió sobre los riesgos a los consumidores y terminó reclutando a médicos y farmacéuticos más interesados en ganar dinero y premios que en prevenir muertes.

Anne Milgram, Directora de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos

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Hoy mismo, cuando la DEA, el FBI, el DHS y otras instituciones luchan contra el tráfico de fentanilo, los carteles de las drogas Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa simplemente se montaron en la ya extensa dependencia de estadounidense a opioides como el OxyContin y otros opioides similares.Lo que los carteles hacen es fabricar pastillas falsas de esos opioides y contaminarlas con fentanilo, muchas veces con sobredosis mortales, es decir con tan solo 2 miligramos de fentanilo.

Pero esta semana la Suprema Corte de Estados Unidos debate si acepta que los propietarios de la marca OxyContin, Richard Slacker y su familia, dueños de la firma Purdue Pharma, se declaren en quiebra financiera abiertamente para evitar más demandas en su contra por provocar muertes por adicción y sobredosis de opioides sintéticos.

Una corte federal había aceptado un acuerdo mediante el cual Purdue Pharma pagaría $6.000 millones como compensación total, a cambio de declararse en quiebra y con ello ganar inmunidad a posteriores demandas de familiares de víctimas de la crisis de opioides que generó.

Víctimas del OxyCotin protestando para que la Corte termina bloqueando el pedido de Purdue

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Las muertes por la crisis de opioides iniciaron en 1999 y los tribunales en todo el país hasta ahora han aceptado más de 60,000 demandas con 138,000 demandantes contra los Slacker y Purdue Pharma.

Pero el Departamento de Justicia apeló la decisión de esa corte de aceptar el acuerdo. En audiencia ante el mayor tribunal en el país, Purdue Pharma leyó un documento en que urgió a la corte a aceptar el acuerdo, porque "retrasar la entrega de miles de millones de dólares que deberían utilizarse para las víctimas".

Esas víctimas incluyen familiares, hospitales, gobiernos de varios estados, municipios y comunidades en todo el país, que, según la empresa, ahora podrían usar la compensación para rescatar y prevenir más sobredosis.

La firma dice confiar en que la corte aceptará su plan. Sin embargo, el Departamento de Justicia, la administración Biden y los gobiernos de por lo menos diez estados, tanto republicanos como demócratas, se oponen a esa propuesta de arreglo.

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El Departamento de Justicia advierte que la familia Slacker solo quiere burlar su responsabilidad ante tantas muertes, y tiene pruebas de que, antes de proponer compensar con $6.000 millones globalmente a todas sus víctimas, presuntamente por estar en quiebra, los familiares Slacker retiraron más de $11.000 millones de sus cuentas bancarias. 

El Departamento de Justicia apeló la decisión de esa corte de aceptar el acuerdo. Purdue Pharma leyó un documento en que urgió a aceptar el acuerdo, para evitar 'retrasar la entrega de miles de millones de dólares que deberían utilizarse para las víctimas'

Una encuesta a todos los 138,000 demandantes contra Purdue Pharma y los Slacker determinó que el 96% de ellos se opone al acuerdo y a que los acusados se declaren en quiebra para ganar inmunidad.

De acuerdo con archivos, la petición de declaración de quiebra de Purdue Pharma es la más importante en unos 40 años, porque puede sentar precedente a que otras empresas evadan responsabilidades al declararse en quiebra. Los jueces de la Suprema Corte se tienen que apegar a decidir si la quiebra se acepta o se rechaza en los términos en que la presenta la empresa.