
Joe Biden chocará con Donald Trump en Texas y en medio de una pelea por ver quien capitaliza mejor la crisis de la frontera de cara a las elecciones. Sucede que ambos realizarán viajes a la frontera con México el jueves después de que fracasaran las conversaciones en el Congreso sobre un acuerdo para frenar la migración ilegal. La Casa Blanca busca llevar el tema fronterizo como un activo hacia noviembre.
"El presidente Biden viajará a Brownsville, Texas, para reunirse con agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, autoridades policiales y lÃderes locales. Discutirá la urgente necesidad de aprobar el acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza del Senado, el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera en décadas", dijo un vocero de la Casa Blanca.
Reiterará sus llamados a los republicanos del Congreso para que "dejen de jugar a la polÃtica" y proporcionen los fondos necesarios para agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, más oficiales de asilo, tecnologÃa de detección de fentanilo y más.
Sea como fuere, las visitas subrayan la importancia central de la migración en la carrera presidencial de 2024 y cuánto intentan tanto Biden como Trump utilizar el sistema para su ventaja polÃtica. Biden viajará a Brownsville, en el Valle del RÃo Grande, un área que a menudo ve un gran número de cruces fronterizos.
Trump, por su parte, se dirigirá a Eagle Pass, a unas 325 millas o 520 kilómetros de Brownsville, otro punto crÃtico en el enfrentamiento estatal-federal por la seguridad fronteriza. El número de personas que cruzan ilegalmente la frontera de Estados Unidos ha aumentado exponencialmente. La administración demócrata ha estado combinando las medidas represivas en la frontera con crecientes vÃas legales para los migrantes, diseñadas para que las personas lleguen en avión con patrocinadores, no a pie ilegalmente a la frontera.
Pero la polÃtica estadounidense en este momento permite que los migrantes soliciten asilo independientemente de cómo lleguen. Y el número de inmigrantes que fluyen hacia la frontera entre Estados Unidos y México ha superado con creces la capacidad de un sistema de inmigración que no se ha actualizado sustancialmente en décadas. Los arrestos por cruces ilegales se redujeron a la mitad en enero, pero alcanzaron niveles récord en diciembre.
Biden viene criticando a los republicanos por abandonar el acuerdo fronterizo bipartidista después de que Trump se opusiera al plan para endurecer las restricciones de asilo y crear lÃmites diarios en los cruces. Mientras tanto, el republicano ha intensificado su retórica antiinmigrante, sugiriendo que los inmigrantes están envenenando la sangre de los estadounidenses.
La campaña de Trump dice que el plan de Biden de visitar la frontera es una señal de que el presidente está a la defensiva en materia de inmigración y que el tema es un problema para su reelección. Y desde la Casa Blanca apuntan que son los republicanos de la Cámara de Representantes los que están a la defensiva, después de que Trump dijera rotundamente que rechazaran el proyecto de ley que habrÃa financiado a los agentes fronterizos y otras autoridades de Seguridad Nacional.
El tema es complejo y es uno de los de más peso para los votantes. Según una encuesta de AP-NORC de enero, las preocupaciones sobre la inmigración aumentaron al 35% desde el 27% del año pasado. La mayorÃa de los republicanos, el 55%, dice que el gobierno debe centrarse en la inmigración en 2024, mientras que el 22% de los demócratas catalogaron los efectos de la llegada de migrantes como una prioridad. Eso es un aumento del 45% y el 14%, respectivamente, en comparación con diciembre de 2022.
Trump, por su parte, vuelve a hacer de la inmigración el eje de su campaña aprovechando imágenes de migrantes durmiendo en comisarÃas y hangares como prueba de que las polÃticas de Biden han fracasado. Ha realizado frecuentes viajes a la frontera como candidato y presidente.
El fracaso del proyecto de ley fronterizo de este mes ha provocado que el Departamento de Seguridad Nacional, que controla la frontera, evalúe sus prioridades y transfiera dinero entre sus agencias para tapar agujeros. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos está considerando reducir las camas de detención de 38.000 a 22.000 y reducir los vuelos de deportación. Eso significa que se liberarán más migrantes en Estados Unidos que lleguen a la frontera.
Mientras tanto, Biden visitó la frontera solo una vez y no entró en contacto con ningún migrante. Más bien, inspeccionó las instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza y caminó un tramo del muro fronterizo.
Durante las negociaciones sobre el proyecto de ley fronterizo, sugirió que cerrarÃa el asilo si se le diera el poder, un giro notable hacia la derecha para los demócratas que están cada vez más preocupados por las mismas escenas de campamentos de inmigrantes y están pidiendo a la administración que acelere las autorizaciones de trabajo para que las familias que han llegado puedan al menos buscar empleo.
Biden está considerando acciones ejecutivas para ayudar a detener el flujo de inmigrantes a los EE. UU. Entre las acciones que está considerando está invocar las autoridades descritas en la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorga al presidente un amplio margen de maniobra para bloquear la entrada de ciertos inmigrantes a los Estados Unidos si fuera "perjudicial" para el interés nacional. Pero sin cambios a la ley, cualquier acción ejecutiva tomada por la administración que tome medidas enérgicas contra los cruces fronterizos probablemente sea impugnada en los tribunales.
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