El banquero más influyente dentro del Partido Demócrata tiene mucho que festejar este fin de año. Jamie Dimon logró que el J.P. Morgan tuviera en 2023 la ganancia más grande que cualquier otro banco en la historia de EEUU.. Y parte de ese inusual éxito tuvo que ver con la lÃnea directa que tiene con la Casa Blanca, más precisamente cuando fue elegido para quedarse con uno de los bancos regionales que cayeron en desgracia este año: el First Republic. "Dimon logró tener las puertas abiertas tanto de los demócratas como de los republicanos. Es un demócrata liberal pero actúa en los negocios como un republicano. Y por eso es escuchado por toda la polÃtica en Washington", definió un banquero de Manhattan a LPO quien tuvo trato personal con Dimon. "Es muy amable y siempre sabe qué decir. Es imposible no tenerlo como referencia. Se sabe mover en todas las aguas. Es el banquero y filántropo más completo que conocÃ. Algunos colegas de él lo comparan con (John) Rockefeller. Está a ese nivel", agregó.
Un artÃculo de Bloomberg contó parte de la historia de éxito económico de J.P. Morgan luego de haber logrado quedarse con First Republic. Hay que recordar que en el primer semestre, docenas de bancos regionales colapsaron -y algunos quebraron- cuando las altas tasas de interés redujeron el valor de los activos, cargando a los bancos estadounidenses con $684.000 millones de pérdidas no realizadas. Y cuando todos esos problemas comenzaron a salir a la luz en marzo, los depositantes aparecieron en J.P. Morgan con más de $50.000 millones luego del "arreglo" con el Tesoro. AsÃ, las expectativas de ingresos netos por intereses (la diferencia entre lo que un banco gana con los préstamos y lo que paga a los ahorradores) aumentaron cuatro veces a lo largo del año, y finalmente obtuvieron tanto efectivo que puso a la entidad comandada por Dimon en camino para lograr la mayor ganancia anual en la historia de la banca estadounidense.
Sudden stop e inflación del 60%: la predicción de J.P. Morgan tras el ajuste de Milei y Caputo
Sólo sus ganancias de los primeros nueve meses se ubicarÃan como el segundo mejor año de la historia de la compañÃa. Los analistas predicen que para finales de este mes, su ingreso neto anual será un 36% mayor que el año pasado, mientras que las ganancias combinadas de los siguientes cinco bancos más grandes aumentarán aproximadamente un 1%. AsÃ, las acciones de J.P. Morgan se dispararon a un récord, ganando un 26% en 2023 y superando a todos los principales competidores.
"Fue natural que el dinero de la gente asustada se fuera al J.P. Morgan. Pero ellos no hicieron nada para detener esa salida de depósitos, sino más bien lo contrario. Y cuando hablaron con el regulador, era obvio que era mejor que ellos absorbieran a los clientes del First Republic", comentó el experimentado banquero neoyorquino a LPO.
La influencia de Dimon es clara: no sólo porque el J.P. Morgan Chase es el banco más grande de Estados Unidos, sino porque es uno de los principales donantes de las campañas demócratas. Incluso ahora pidió que los demócratas de derecha también apoyen económicamente a Nikki Haley. "Si eres un demócrata muy liberal, te insto a que también ayudes a Nikki Haley. Déles una opción del lado republicano que podrÃa ser mejor que Trump", dijo Dimon en el escenario de la Cumbre DealBook 2023 de finales de noviembre.Nombrado "el banquero menos odiado de Estados Unidos" por The New York Times, Dimon es un efectivo lobbista. Encabezó la Business Roundtable, un grupo de presión formado por los directores ejecutivos más poderosos de Estados Unidos, haciendo lobby para que no haya más regulaciones a las corporaciones. Es, además, el banquero más mediático de todos a ese nivel de CEO superlativo: aparece regularmente en noticias, da entrevistas a varios medios y es un conferencista asiduo. Y, quizás igual de importante, sus opiniones tienen un peso significativo en el Capitolio.
Por eso ha podido surfear la ola progresista de mayores controles y requisitos a las entidades financieras. Forma parte del Bank Policy Institute, un grupo de presión de Wall Street, que ha lanzado una campaña publicitaria nacional instando a los estadounidenses a "exigir respuestas" sobre la nueva propuesta de regulación.
"Lo que me preocupa es que Dimon sea uno de los principales recaudadores de fondos para los demócratas en Wall Street. Al igual que Bob Rubin, otro miembro de Wall Street, Dimon tiene mucha influencia en el Partido Demócrata", dice Robert Reich, ex secretario de Trabajo de Bill Clinton y uno de los representantes del ala izquierdista de los demócratas junto a Bernie Sanders y Alexandria Ocasio Cortez.
Los cinco bancos más grandes de Wall Street, incluido JPMorgan, controlan más de la mitad de los 15 billones de dólares en activos de la industria bancaria. Esto pone un extraordinario poder financiero y polÃtico en manos de muy pocas personas, incluido Dimon.
"Dimon es emblemático de una abdicación de la responsabilidad pública de mantener la salud de nuestro sistema polÃtico-económico en un momento en que unos pocos en la cima tienen más poder sobre él que en cualquier otro momento en más de un siglo", critica Reich.
Y lo acusa de haber utilizado su poder para dotarse de una riqueza sin precedentes, lo que le ha proporcionado aún más poder. "Han justificado su riqueza y poder diciendo que redundan en interés del público, pero el público ha sido estafado, motivo por el cual el populismo antisistema es ahora el movimiento polÃtico más fuerte de Estados Unidos. Los demócratas deben dejar de escuchar a Jamie Dimon, Bob Rubin y otros habitantes de Wall Street", repite el economista de la universidad de Berkley.
El CEO de J.P. Morgan no es un entusiasta de Joe Biden ni mucho menos. Suele decir que la dicotomÃa Biden-Trump es mala para el paÃs. Cree que el presidente, por su edad, no es la mejor opción. Tanto asà que Bill Ackman, el CEO del fondo Pershing Square Capital Management, pidió por Dimon para una interna demócrata. Algunos sospechan que el pedido fue una especie de sondeo solicitado por el mismo banquero de J.P. Morgan. Pero quedó tan solo en eso. Y cuando se le pregunta si avala la frase "cualquier cosa menos Trump", Dimon responde con polÃtica: "Nunca lo dirÃa. PodrÃa ser el presidente, yo también tengo que vivir con eso".
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