El acceso al crédito bancario sigue siendo un serio problema para la comunidad latina. Los últimos estudios, como el de UnidosUS, dicen que los latinos aún dependen de los "préstamos por un día de pago", que son de muy corto plazo y por valores de $500, independientemente del acceso a los bancos que es limitado. Afirman que el 15% de los encuestados han tomado este tipo de préstamos y que incluso el 16% que tienen una cuenta bancaria también lo hizo. Por eso, y por la necesidad de captar un mercado en pleno crecimiento, es que varias entidades financieras con el JP Morgan Chase a la cabeza salieron a buscar al mercado latino.
Chase, el brazo minorista del JP Morgan que comanda Jamie Dimon, lanzó en los últimos días el denominado "Programa de Crédito de Propósito Especial" (SPCP) para mejorar el acceso al crédito para propietarios de pequeñas empresas en áreas históricamente desatendidas. El programa es el primero de su tipo que se ofrece a los dueños de pequeñas empresas a nivel nacional.
"Históricamente, el acceso al capital ha sido un desafío desproporcionado para los propietarios de pequeñas empresas que viven y trabajan en comunidades de color. Queremos hacer nuestra parte para crear más paridad diciendo sí a más dueños de negocios en estas áreas para que puedan crecer y prosperar, y sus comunidades puedan beneficiarse a su vez", dijo Ben Walter, director ejecutivo de Chase Business Banking.
El programa le permite al banco dirigir el capital a las áreas más desfavorecidas donde la mayoría de los habitantes son latinos o afroamericanos. El Chase explica que los clientes no necesitan hacer nada especial para calificar: si el negocio está ubicado en un área elegible, entonces la solicitud será evaluada bajo el programa.
La entidad comenzó a probar el programa en Dallas, Detroit, Houston y Miami a principios de este año y lo expandió a 21 ciudades en julio. Ahora está disponible para empresas en vecindarios mayoritariamente negros, hispanos y latinos en el país.
Todo esto forma parte de una inversión de $30.000 millones que realizó la firma cuyo eje es apoyar el crecimiento de los empresarios afroamericanos y hispanos. "Los empresarios de minorías se están convirtiendo rápidamente en el cliente del futuro", dijo Mikal Quarles, director de Chase Business Banking Racial Equity Strategies.
"Queremos ayudar a más empresas propiedad de minorías a crear y mantener riqueza a largo plazo. Estamos logrando esto mediante la construcción de la infraestructura, el fortalecimiento de las relaciones y la integración de los propietarios en el sistema financiero principal. Los clientes de pequeñas empresas en próspero crecimiento son un impulsor importante de nuestros objetivos comerciales a largo plazo", añadió.
Según las últimas investigaciones, a pesar de las barreras sistémicas en curso y otros desafíos externos, los empresarios afroamericanos e hispanos/latinos continúan experimentando un crecimiento de los ingresos que los posicionan como un mercado atractivo (y poco explorado) para los bancos.
Según una encuesta de Ernst & Young LLP, el sólido desempeño comercial de los emprendedores hispanos no se traduce en oportunidades a largo plazo. Solo el 34% de los encuestados recibieron ofertas por parte de bancos o financieras para seguir apoyando sus negocios.
De hecho, un estudio del mismo JP Morgan detectó que los dueños hispanos de pequeñas empresas tienen un nivel más bajo de riqueza inicial, lo que puede significar que estos fundadores tengan menos capacidad para invertir en sus negocios. "Los programas dirigidos a vecindarios de bajos ingresos o de minorías mayoritarias podrían ser particularmente útiles para los propietarios de negocios afroamericanos e hispanos, quienes generalmente inician empresas con menos efectivo, lo que puede limitar sus oportunidades de creación de riqueza", concluyó la entidad.
Hay otros jugadores de peso en el sistema financiero que también están redoblando sus apuestas por captar a potenciales clientes de minorías. Esta vez, apuntando a uno de los mayores déficits que existen, el acceso a la vivienda. Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, existe una brecha de casi 20 puntos porcentuales entre los propietarios de vivienda "blancos" e hispanos.
El estudio de UnidosUS mostró que cuando se les pidió que identificaran las tres razones principales por las que los latinos no han comprado una casa, el 42% dijo que los puntajes de crédito bajos les impiden hacerlo.
Por eso, Bank of America lanzó hace escasos meses una línea hipotecaria llamada "Community Affordable Loan Solution" de cero pago inicial y cero costo de cierre para compradores de vivienda por primera vez, también enfocado en algunos vecindarios de mayoría afroamericanos y/o hispanos.
Las ciudades elegidas en esta primera instancia fueron Charlotte, Dallas, Detroit, Los Ángeles y Miami. Y en las mismas ciudades tenía un plan similar al lanzado por Chase para (un programa de pago inicial para pequeñas empresas para impulsar el crecimiento empresarial) enfocado en mujeres y minorías propietarias de empresas.
Otro peso pesado que se metió en el negocio es Wells Fargo. La entidad tiene la "Iniciativa de Inclusión Bancaria", un plan de 10 años para acelerar el acceso de las comunidades no bancarizadas a cuentas convencionales asequibles y tener un acceso más fácil a la banca de bajo costo. "Nos estamos enfocando en las familias negras y afroamericanas, hispanas y nativas americanas que representan más de la mitad de los más de 7 millones de hogares sin servicios bancarios en los Estados Unidos", explica Wells Fargo. Como parte de la iniciativa armaron un grupo asesor o "task force" donde participa Janet Munguía de UnidosUS y Sindy Benavidez de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) en representación de los intereses de la comunidad hispana.
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