La destitución del ex presidente de la Cámara de Representantes Kevinn McCarthy no sólo ha creado una pelea republicana para su reemplazo, sino una pugna de poder en el ala demócrata que es especialmente significativa para los congresistas de Nueva York.
Nueva York ya fue un campo de batalla clave durante las elecciones intermedias de 2022 y el resultado fue el nombramiento del nuevo lÃder de la minorÃa demócrata, Hakeem Jeffries, de 53 años. Ahora, en medio de la división republicana, Jeffries tiene chances de convertirse en el nuevo portavoz si los demócratas recuperan el control de la Cámara.
El reciente caos en el Capitolio ha iluminado la fuerza relativa de un lÃder demócrata que controla a un grupo a menudo conflictivo y logra una unidad que refleja la confianza que le tienen los demócratas. El representante Don Beyer llegó incluso a llamarlo "presidente de facto", dado el apoyo de una pluralidad de representantes de la Cámara.
A pesar del vacÃo que dejó la ex presidenta Nancy Pelosi, un Ãcono demócrata que dirigió el caucus durante una década y media, Jeffries rápidamente se labró su propio nicho como jefe y logró inspirar una ferviente lealtad de congresistas como Alexandria Ocasio-Cortez.
La "guerra civil republicana" de la que habló Jeffries es vista por los demócratas como una gran oportunidad para aprovechar la frágil mayorÃa que los republicanos mantienen por ahora en la cámara.
"Los demócratas de la Cámara de Representantes seguirán poniendo a la gente por encima de la polÃtica y trabajarán juntos de manera bipartidista para mejorar la vida de los estadounidenses comunes y corrientes (...) Tenemos la esperanza de que los republicanos tradicionales se alejen del extremismo MAGA y se unan a nosotros en una asociación por el bien del paÃs", afirmó Jeffries.
El juego de Jeffries es tan hábil como ambiguo. Criticar al ala trumpista del Congreso no le impidió aliarse con ellos para hacer caer a McCarthy y cuestionarlo por culpar a los demócratas de su destitución. Lo mismo hizo AOC, la más reconocida congresista latina que acompaña a Joe Biden. "¿Alguien cree por un minuto que McCarthy ayudarÃa a elegir un presidente demócrata?, se preguntó. Y enseguida cuestionó al desplazado orador: "La arrogancia de McCarthy es un tema. ¿Dijo en voz alta que no negociarÃa con los demócratas pero prácticamente no llamó a ninguno, destrozó a quienes ayudaron y luego esperó que los demócratas votaran gratis?".
La estrategia de McCarthy de apaciguar a la extrema derecha estaba destinada al fracaso. Su debilidad de origen lo condenó al despoder. Cuando aceptó un umbral de un solo miembro para una moción de destitución, le dio a Gaetz la capacidad de pedir su destitución y le entregó en bandeja a los demócratas la oportunidad de ver la crisis desde la platea.
Tras la salida del republicano de California del cargo de portavoz, el ala progresista que se capitanea desde Nueva York con Jefferies y AOC a la cabeza, cosecha una victoria que a su vez empuja a demócratas moderados a una posición secundaria. Es el caso del representante demócrata Dean Phillips de Minnesota, quien dejará su puesto en el liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes en rechazo al apoyo de su partido a la reelección de Biden.
AOC confiesa que el poder la cambió y le pide a la izquierda que se adapte
"Mis convicciones relativas a la carrera presidencial de 2024 son incongruentes con la mayorÃa de mi grupo y sentà apropiado alejarme del liderazgo electo", dijo Phillips en un comunicado antes de la caÃda de McCarthy.
Phillips es un demócrata moderado y una de las pocas voces del partido que han hablado públicamente en contra de Biden. El congresista ha dicho durante meses que no cree que el presidente deba postularse para la reelección y su salida del cargo se produce en medio de un creciente escrutinio sobre la edad del presidente. Ahora, la división republicana parece beneficiar tanto al ala progresista como al presidente Biden.
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