Impedir la ley antidespidos aprobada en el Senado es ya una obsesión para Mauricio Macri, a tal punto que mañana no sesionará la Cámara de Diputados para restarle a la oposición un foro donde hablar del tema.

La sesión estaba convocada para tratar el proyecto de acceso a la información pública, avalado por todas las bancadas, pero Emilio Monzó no iba a poder evitar que el resto de los bloques pidiera mociones de preferencia para tratar la ley de despidos.

Héctor Recalde, jefe del bloque FpV, iba a plantear apartarse del reglamento para debatir el proyecto. Como hacen falta dos tercios, Cambiemos podía impedirlo, pero hubiese sido un momento incómodo que prefieren evitar.

Por si fuera poco, Gabriela Michetti sigue sin enviar el proyecto aprobado en el Senado, un letargo que le impide a Recalde pedir formalmente la sesión especial para el jueves.

El jefe del kirchnerismo está decidido a bajar al recinto igual, pero en la Cámara dudan de tener una excusa legal para abrirlo. 

Sus sondeos por otros bloques no fueron exitosos: los sindicalistas del bloque peronista y del Frente Renovador no estaban entusiasmados en apurar el debate para la foto. 

La duda por estas horas es cuánto tiempo más Monzó no podrá abrir el recinto con la excusa de esconder un proyecto que, tarde o temprano, deberá ser debatido por los diputados.

“Esperan tratar la reducción de IVA a alimentos y la ley de empleo joven para diluirlo”, especulaban en Diputados. Pero nada quita que el tema despidos siga en la agenda parlamentaria. Y es eso lo que enloquece a Macri.