Daniel Reposo no tuvo un buen paso por la audiencia pública del Senado, donde la oposición lo acorraló con consultas jurídicas, su gestión al frente de la Sindicatura General de la Nación y las inconsistencias de su currículum, con galardones que luego se comprobaron como falsos.

Los senadores kirchneristas debieron saltar varias veces a defenderlo y, aunque consiguiero un dictamen de mayoría con las nueve firmas propias que tienen en la Comisión de Acuerdos, el martes tendrán un arduo trabajo para conseguir el apoyo de los dos tercios de los presentes, necesarios para aprobar el pliego.

El radical Ernesto Sanz fue quien más castigó a Reposo. Exhibió una nota de la facultad de derecho de la UBA aclarando que Reposo nunca aprobó el posgrado de actualización en derecho societario que figura en su currículum. Tan sólo había cursado 36 de las 120 horas cátedras y nunca se presentó a rendir el examen correspondiente.

“No recuerdo que haya habido un examen de culminación como uno de los requisitos. Si estaba como uno de los requisitos, es cierto, no lo rendí. Pero yo no mentí, dije que había cursado la actualización en derecho societario", se excusó.

La UCR coordinó una feroz ofensiva contra el titular de la Sigen, con quien mantuvo un litigio judicial por haberle retaceado informes de ese organismo a la Auditoría General de la Nación, organismo presidido por el radical Leandro Despouy.

Gerardo Morales lo obligó a referirse a su actuación en el conflicto por Papel Prensa, del que participó yendo a audiencias junto a Guillermo Moreno. Estuvo junto a él cuando se tomó a golpes de puño y cuando repartió guantes y cascos. “Nunca he actuado con violencia”, se defendió.

La salteña Sonia Escudero, del Peronismo Federal, quien no definió su voto y es una de las esperanzas del kirchnerismo para sumar los apoyos que resten, dejó mal parado a Reposo.

Negó haber realizado declaraciones en favor de Boudou sobre el caso Ciccone. “No recuerdo”, respondió sobre declaraciones publicadas por la agencia Telam, citadas luego por María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica.

Negó que vaya a excusarse si le toca opinar sobre la causa, que fue el motivo de la renuncia de su antecesor, Esteban Righi.

"No me excusaría, porque además, desconozco la causa, como ha avanzado y como llegó a materializarse" respondió. En la respuesta a las 17 impugnaciones que envió a la Comisión de Acuerdos, Reposo negó por completo conocer al vicepresidente, quien lo designó como gerente de prestaciones de la Anses y luego en la auditoría interna del Ministerio de Economía ni bien llegó a esa cartera.

En medio de la pelea del Gobierno por el control de Papel Prensa, en agosto de 2009 Reposo llegó a la Sigen para reempalzar a Carlos Pacios, reacio a llevar adelante medidas contra la empresa de Clarín y La Nación.   

También justificó su bajo promedio en la facultad a que trabajó mientras estudió, minimizó los errores en su currículum detectados por diputados de la oposición, que incluyeron falsas disertaciones en eventos con presencias internacionales.

La Comisión de Acuerdos abrió la audiencia a las 10 con la lectura de las impugnaciones y de la respuesta de Reposo y tras cuatro horas comenzó el interrogatorio que a la hora ya lo tenía contra las cuerdas.

Sanz y Naidenoff le hicieron pasar un momento incómodo que provocó la primera reacción de Miguel Pichetto, jefe del bloque oficialista.

El mendocino le preguntó su opinión sobre el dictamen de Luis González Guarcalde, actual procurador subrogante, que desestimó reclamos de San Luis y Santa Fe por coparticipación federal.

Reposo no tuvo respuesta como tampoco cuando se lo consultó concretamente sobre doctrina jurídica. “No puede ser le sopla (el presidente de la Comisión de Acuerdos Marcelo) Guinle, le sopla Pichetto. Nos está viendo el país. ¡Esto es un papelón!”, se indignó Sanz.

Naidenoff le recordó que cualquier concursante a fiscal perdería su postulación por simple hecho de haber falseado datos en el currículum. Reposo, que había admitido desconocer las resoluciones de Righi sobre los concursos de los fiscales, permanecía impávido y si respuesta.

“No pueden tener tanta minuciosidad, tenemos que hacer preguntas genéricas. Hacer un análisis político. Esto parece un examen de la facultad. Su principal conocimiento tiene que ser sobre lo público”, se exaltó.

“Nosotros teníamos gente que estudiaba en Harvard. ¿Sabe cómo nos fue?”, recordó Guinle. “Me está hablando del Ejecutivo”, lo corrigió Sanz.

Con los antecedentes de Reposo en mano, el mendocino aseguró este martes que en la última selección de fiscales habría quedado en el puesto 60 de 62 candidatos.

Pero la envergadura de las consultas no bajó. La puntana Liliana Negre de Alonso, quien adelantó que votará en contra, logró que Reposo confirme su idea de obligar a los jueces y fiscales a pagar ganancias. "Hay que discutir cual es el verdadero concepto de intangibilidad", señaló.

Pasado reciente

Cuando la audiencia derivó en su actuación en la Sigen, Reposo no la pasó mejor. Morales le recordó que liberó 250 informes a la Auditoría General de la Nación cuando fue obligado por la justicia.

“En el momento en que se emitió esa resolución ya estaban por enviarse”, se justificó.

El socialista Rubén Giustiniani lo consultó por los informes de la Sigen emitidos recientemente. Reposo aseguró que hace unas semanas brindó un trabajo necesario para disponer el fin de la intervención de TBA.

“¿Lo puede enviar al Senado?”, le preguntó y tuvo una respuesta afirmativa. Pichetto volvió a intentar poner las cosas en orden. “¡Le están preguntando por su actuación en la Sigen!”, protestó Pichetto.

El chubutense Manuel Cimadevilla volvió a sacudir a Reposo y provocar una nueva defensa del jefe de bloque K. El legislador radical difundió un informe de la Cámara del Crimen firmado por la secretaria general Susana María Echeverría, con el detalle de las 10 causas judiciales que pesan sobre el ahora candidato a Procurador.

“Usted va a ser jefe de personas que lo están imputando ¿Cómo evalúa usted esa situación?”, lo consultó.

“Informe bien a la audiencia. Esas causas son por la disputa que tuvo con papel prensa”, saltó Pichetto.

“Sólo le estoy preguntado como va a actuar ante quienes lo están imputando”, respondió el chubutense. Reposo se evadió al recordar que su cargo no lo hará jefe de los fiscales, ni siquiera de quienes lo hayan imputado.

Luis Juez, recordó su profesión de penalista y le preguntó: “Usted ha ejercido el derecho administrativo. Pero tiene claro que para ejercer la procuración debe saber del derecho penal. En los 10 kilos de carpeta que acompañó el currículum no hay ni un curso de penal. ¿Cree que va a poder foliarse en el cargo?

“No solo fue formado en las ramas de derecho, como penal sino que estoy formado para ejercer una función pública”, respondió.

“Bueno. Dios nos libre” –cerró Juez.

El cuestionamiento sobre su formación nunca dejó conforme a la oposición y mucho menos con sus escuetas respuestas. “Pareciera que sólo habría ser abogado y tener 30 años para ser procurador”, se indignó Estenssoro.

“No además te tiene que elegir la presidenta y los dos tercios del Senado”, el rebatió Reposo, siempre dubitativo.

El tucumano Julio Cano insistió: “¿Usted tiene antecedentes académico y laboral en el derecho penal?”
“Si en la Sigen hemos llevado varias causas penales, sobre todo con Papel Prensa”, comentó Reposo.

“¡Pero yo le puedo mostrar varios jueces federales de Tucumán que tienen muchos más antecedentes que usted!”, protestó Cano.

El neuquino Marcelo Fuentes, kirchnerista y amigo de los Kirchner desde la juventud, simplificó: “Para nosotros, como lo eligió la presidenta. Lo apoyaremos”.