Max Frost fue elegido congresista nacional por Florida en el 2021. TenÃa apenas 25 años. En su campaña se jactó de hablar en espanglish (su mamá adoptiva es cubana) y de militar en favor del control de armas. Se trata de una cruzada que atraviesa la biografÃa de Frost. En 2016, este floridano sobrevivió a un tiroteo ocurrido durante los festejos de Halloween en el centro de Orlando.
"Como tantas otras personas de mi generación, la razón por la que me involucré en polÃtica fue porque no querÃa que me dispararan en la escuela", asegura este joven congresista demócrata ante LPO y otros medios. Tras la experimentar un caso de shooting en Florida, estado en el que se crió, Frost lideró y presidió la ONG March for Our Lives, una organización que exige una legislación más restrictiva para acceder a un arma.
En los Estados Unidos, los tiroteos causaron decenas de miles de heridos y más de 3.000 muertos desde 2006. Según una estadÃstica que suele citar la vicepresidenta Kamala Harris, uno de cada cinco estadounidenses conoce a alguien muerto a raÃz de la violencia armada.
"Lo que me enfurece es el hecho de que tengamos que vivir en un mundo donde tenemos polÃticos a quienes les importan un carajo nuestras vidas, que quieren valorar las contribuciones de campaña y el apoyo de grupos corruptos como la NRA", opina Frost en ronda de prensa. En 2012 trabajó para la campaña de Barack Obama y actualmente integra el ala más progresista del partido demócrata, llegando a cuestionar algunas polÃticas de la administración de Joe Biden.
Frost agrega que lo que "me pone aún más furioso es que tengamos polÃticos republicanos como Donald Trump que están muy dispuestos a quedarse quietos y ver morir a niños sin sentido, porque la NRA lo compró y lo financió". La NRA es la Asociación Nacional del Rifle. Y la afirmación del congresista de Florida coincide, adrede, con la participación de Trump en un acto de la NRA.
El expresidente les prometió a miles de miembros de la Asociación del Rifle que "nadie pondrá un dedo en sus armas de fuego" si él regresa a la Casa Blanca. Lo dijo durante un evento realizado en Harrisburg, Pensilvania. El republicano se jactó de que durante su mandato "no hizo nada" para frenar las armas, pese a la "gran presión" que sobrellevó.
Los dichos de Frost además empalman con un nuevo aniversario trágico para Florida. El 14 de febrero de 2018, 14 estudiantes y tres empleados fueron asesinados en la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland. El caso se popularizó como la masacre de Parkland. En ese momento Trump estaba en la Casa Blanca.
"Diecisiete vidas fueron truncadas infinitamente. Hace seis años, los padres se despidieron de sus hijos y nunca más los volvieron a ver. Hace seis años, una comunidad cambió para siempre. Y el quid de la cuestión es que hay 100 personas, más de 100 personas al dÃa que mueren debido a la violencia armada, 100 familias, 100 comunidades. Y no es una exageración decir y achacar esto a personas como Trump, a quienes se les paga", acusa Frost. Y agrega que el expresidente vio morir a 14 niños y después invitó a los integrantes de la NRA a la Oficina Oval.
Acoplado a la campaña de Biden por la reelección, Frost opina que las alternativas de la votación presidencial no podrÃan ser más opuestas: "Alguien que se preocupa más por ganar dinero para los fabricantes de la industria armamentista o alguien que va a luchar para salvar nuestras vidas". Pese al planteo de Frost, los casos de shooting no mermaron durante el gobierno de Biden. Al contrario, las estadÃsticas muestran una progresión récord.
"La administración de Biden hizo bastante para que haya más transparencia en la venta de armas. Pero hay mucho que falta por hacer. Por eso quiero que Biden sea reelecto. Para tener más tiempo y poder actuar", responde Frost. Se refiere, por ejemplo, a las restricciones impuestas hace más de un año por el Departamento de Justicia. A través de una acción ejecutiva, el gobierno impidió una operación técnica, pero de consecuencias concretas: que las pistolas con tirantes estabilizadores convierten a las armas de fuego en rifles de cañón corto.
Sobre las cuentas pendientes, Frost asegura que la principal responsabilidad pasa por el Congreso y la resistencia de los halcones republicanos. "Tiene que actuar para imposibilitar que las armas lleguen a las manos incorrectas. El Congreso tiene que actuar y necesitamos alguien en la Casa Blanca que impulse los proyectos", concluye el primer congresista de la llamada Generación Z.
Tras las declaraciones del congresista, en las últimas horas se precipitó otro tiroteo en Kansas, en el estado de Missouri. Ocurrió durante la celebración del tÃtulo obtenido en el Super Bowl por los Chiefs, el equipo local. A raÃz de ese episodio, Biden le reclamó al Congreso una agenda especÃfica. El presidente pidió prohibir las armas de asalto, limitar los cargadores de alta capacidad, fortalecer las verificaciones de antecedentes y "mantener las armas fuera del alcance de quienes no tienen por qué poseerlas ni manipularlas". Ante un Congreso polarizado y casi empatado entre demócratas y republicanos, el planteo no parece tener chances de prosperar.
Por fuera del debate sobre el control de armas, Frost opinó sobre un punto incómodo para el gobierno y la campaña demócrata: la salud mental de Biden a sus 81 años de edad. "El presidente es viejo, okey, no suena a una noticia para mÃ. Sà suena a noticias para mà los 15 millones de puestos de trabajo creados, los precios a la baja, la Ley de Infraestructura y la de Reducción de la Inflación. Es una agenda positiva. Es un gran récord para seguir adelante", contragolpea Frost.
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