La U.S. Chamber of Commerce es el brazo empresario más grande de los Estados Unidos y, por lo tanto, también del mundo. Nuclea tres millones de compañías. En su gran mayoría, alrededor del 95%, pequeñas y medianas. Neil Herrington se especializa en la relación de la Cámara con América Latina, con foco en las bilaterales comerciales con Argentina, Colombia y Cuba. Integrante de la U.S Chamber desde hace una década, ocupa el cargo de vicepresidente del Departamento de las Américas. Herrington vivió y trabajó en todo el continente americano. Como resultado de esa experiencia, habla un español fluido y sin el acento predominante de algún país en particular.

Durante su paso por Miami a raíz de la Conferencia "Perspectivas de las Américas" y la Reunión de Planificación Estratégica de la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio en América Latina y el Caribe (AACCLA, por sus siglas en inglés), Herrington dialoga en exclusiva con LPO. El representante de la poderosa cámara comercial de EE.UU. evita tomar partido rumbo al choque electoral entre Joe Biden y Donald Trump; pero a la vez cuestiona a los sectores que, dentro de ambos espacios, promueven ideas proteccionistas de la economía estadounidense. Herrington además apoya la iniciativa de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP) y reafirma su entusiasmo con la presidencia de Javier Milei en la Argentina. Pocos días antes de que el libertario asumiera, Herrington visitó Buenos Aires y se reunió con los ministros Luis Caputo y Diana Mondino del gabinete de Milei. 

¿Qué papel juega la Cámara de Comercio en la práctica?

La Cámara es el gremio más grande del todo el mundo. Nosotros representamos empresas de todo tamaño, pero en su gran mayoría son pequeñas y medianas. Es decir, la verdadera columna vertebral de la economía. En el ramo internacional, en mi caso estoy sumamente dedicado al comercio y las relaciones económicas bilaterales con toda América Latina. Mis colegas en la Cámara trabajan alrededor del mundo. Tenemos expertos en China, Asia y Europa. Nuestra principal responsabilidad es representar las empresas americanas que quieren invertir y/o exportar a la región. Pero al mismo tiempo tratamos de promover el comercio y las oportunidades desde la región para acá, apoyando empresas y la industria de América Latina.

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Con los ingredientes del interés por el nearshoring y la rivalidad con China, ¿cómo define este momento de la relación comercial entre Estados Unidos y América Latina?

Es la pregunta del millón. Nosotros vemos muchas oportunidades, por un lado, claro que sí, pero también impedimentos que hay que enfrentar y superar. 

¿Qué impedimentos identifica?

El near-shoring es un muy buen ejemplo. Hicimos un estudio en octubre sobre su potencial para la región, enviando un cuestionario para altos ejecutivos que se responsabilizan de la parte logística. Eran ejecutivos de empresas tanto estadounidenses como extranjeras que también se responsabilizan de las cadenas de valor. Y encontramos que, si bien nos referimos a near-shoring como un fenómeno en las Américas dirigido a Estados Unidos principalmente, no es así para todas las empresas del mundo. Según una estadística de la OCDE, en el año 2030 dos tercios de los consumidores de la clase media radicarán en Asia. Así que ¿qué es near-shoring? Fue un resultado que nos llevó a darnos cuenta de eso.

LPO

¿Considera que la potencialidad del near-shoring en Latinoamérica es limitada?

Bueno, hubo una evidencia de que nosotros como región tenemos que competir. Tenemos una competencia verdadera con Asia y la tenemos que tratar de superar. Un tercio de las empresas contestaron el cuestionario diciendo que sí tienen planes de apostar por la región. Empresas que, sea por la pandemia y el miedo a que algo así se repita, más la competencia con China y la política del gobierno y el Partido Comunista Chino, ven riesgos. Pero igual sí están contemplando reubicarse en América Latina y el Caribe.

Los factores que más les importan a las empresas son la logística, la seguridad física, el estado de derecho, la gobernanza y la estabilidad geopolítica. Son factores que obviamente presentan desafíos en América Latina y sobre los cuales estamos tratando de trabajar muy estrechamente con los gobiernos 

¿Qué reparos tienen esas empresas para reubicarse en América Latina?

Los factores que más les importan a las empresas son la logística, la seguridad física, el estado de derecho, la gobernanza y la estabilidad geopolítica. Son factores que obviamente presentan desafíos en la región y sobre los cuales estamos tratando de trabajar muy estrechamente con los gobiernos.

El panorama ideológico de los gobiernos en América Latina ya no es homogéneo como en épocas pasadas...

No, ahora ya es una mezcla de todo.

LPO

En ese contexto híbrido, la administración de Joe Biden impulsa la APEP para afianzar lazos políticos y comerciales con 12 países de la región. ¿Qué piensa de esa iniciativa?

Vemos gran potencialidad en la iniciativa, ya con 12 países que fueron partícipes con Estados Unidos. Es una estrategia diseñada precisamente para mejorar la competitividad de la región. Hay una demanda grande de esto y yo creo que también hay potencialidad para que se expanda hacia países con los que yo he hablado, como Paraguay, Honduras, El Salvador. 

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¿Argentina y Brasil se podrían incorporar, pese a no contar con acuerdos de libre comercio con EE.UU?

Sí, Brasil tienen interés de integrarse. Argentina también. El nuevo gobierno tiene mucho interés. El ex senador y asesor presidencial Chris Dodd conversó con el ministro de Economía Luis Caputo y otros. Existe mucho interés. Pero obviamente Argentina tiene otras prioridades macro-económicas domésticas. Creo que esto sería más para el largo plazo.

¿Las inflación de tres dígitos, por ejemplo?

Nosotros vemos a la Argentina con mucho optimismo, a pesar de todos esos desafíos. Argentina es la economía tercera más grande de región, es sumamente importante. Debería formar parte de una iniciativa como la APEP, pero todos nosotros entendemos que hay otros pasos y medidas previas.

Brasil tienen interés de integrarse a la APEP. Argentina también. El nuevo gobierno tiene mucho interés. El ex senador y asesor presidencial Chris Dodd conversó con el ministro de Economía Luis Caputo y otros. Existe mucho interés. Pero obviamente Argentina tiene otras prioridades macro-económicas domésticas 

¿Qué opina del rumbo del gobierno de Javier Milei en estos dos primeros meses?

Todo el mundo está hablando de su discurso en Davos. ¡Los emprendedores son héroes!, dijo. He had me at hello, como decimos en inglés. Nosotros coincidimos mucho con el gobierno estadounidense y con los bancos multilaterales en que estas medidas de Milei son muy difíciles pero necesarias. El presidente predecía en la campaña que este año iba a ser muy difícil con las medidas a tomar. Obviamente, la tasa inflación ha subido aún más. Pero en el largo plazo, somos sumamente optimistas porque están priorizando áreas importantes para el libre comercio y la libre empresa. Para nosotros es importante la libre empresa, la privatización, la desregularización y la estabilidad macro-económica en general. Los pasos que está tomando para reemplazar los recursos del Banco Central son muy importantes.

¿Qué posible privatización le genera interés en particular?

Imagino que va a ser otro paso que demorará un poco más en el tiempo. Pero cuando Milei habla de ideas como volver a privatizar YPF, nosotros vemos grandes posibilidades para la economía argentina con pasos así. Liberalizar la economía, generar más crecimiento.

LPO

¿El litio y Vaca Muerta son los rubros que generan mayor interés para invertir?

Sí, son muy importantes para nosotros los posibles acuerdos comerciales en el futuro. Un ejemplo sería un acuerdo para establecer un tratado bilateral sobre minerales críticos. Había apoyo para esto también con el gobierno anterior de Argentina. Un acuerdo así tiene apoyo multipartidista porque EE.UU. es el mayor consumidor de minerales argentinos.

El 50% del litio que importa Estados Unidos proviene de Argentina...

Sí, sí. Por eso un acuerdo de este tipo sería de gran beneficio, tanto para la economía argentina como para preservar este vínculo y el mercado.

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¿Sería un acuerdo de preferencia para minerales críticos como el litio entre EE.UU y Argentina?

Sí, este tipo de acuerdos depende país por país. EE.UU. ya cuenta con un tratado de libre comercio con Chile, por ejemplo, con particularidades para minerales críticos. La idea sería un pequeño tratado de libre comercio muy enfocado en minerales críticos. Para nosotros es sumamente importante porque, obviamente, es parte de nuestra economía que está avanzando más rápidamente.

¿Está en agenda del gobierno de Biden?

Lo están contemplando en la agenda. Ellos están contemplando ese tipo de acuerdos de minerales críticos con otros países también.

Cuando Milei habla de ideas como volver a privatizar YPF, nosotros vemos grandes posibilidades para la economía argentina con pasos así. Liberalizar la economía, generar más crecimiento

Al no tener un tratado de libre comercio con EEUU, Argentina reclama que el gobierno de Biden haga una excepción dentro de la Ley de Reducción de la Inflación para facilitar las exportaciones de litio...

Exacto. Si no se puede enfocar en este segmento de la economía fundamental, como lo son los minerales críticos, se daría la excepción.

¿Cree que el clima de campaña electoral tan polarizada entre Biden y Trump atenta contra la fluidez del comercio entre Estados Unidos y América Latina?

No diría que la campaña lo traba por sí misma. Hemos enfrentado en los últimos años un conflicto en nuestra sociedad con la política sucia. En la cámara creemos firmemente en el libre comercio y la libre empresa. Pero hay fuerzas de los dos lados de nuestro espectro político que se oponen. Mientras el comercio internacional en el pasado era bipartidista, ahora estamos enfrentando mucha más oposición, cuando nuestro mundo cruza con el de la política. Eso complica nuestros negocios. Es importante que las fuerzas comprendan durante la campaña y las primarias sobre la importancia del libre comercio para todo el sector comercial y empresarial, sobre todo las pequeñas y medianas. Hacemos un esfuerzo para que los dos partidos políticos comprendan esta importancia del comercio.

LPO

¿Cómo imagina una APEP con Donald Trump en la Casa Blanca?

Tenemos la ventaja de haber trabajado con su personal en la administración anterior y ellos tenían una iniciativa parecida que se llamaba "América Crece". En ese aspecto, veo alentador que haya predisposición e interés de los dos lados. Eso demuestra que los dos partidos políticos tienen interés en avanzar con la competitividad con la región, fomentar una relación bilateral fuerte y más allá.

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¿Demócratas y republicanos no son tan diferentes en lo comercial entonces, si bien hay sectores proteccionistas en ambos espacios?

Sí, así es. Por ejemplo, la administración anterior impuso aranceles contra la exportación de aluminio de la Argentina y otros países, y esta administración no los ha retirado todavía. Esta es una maniobra sumamente proteccionista. Y nosotros hemos hablado en voz alta contra las dos administraciones. Nosotros no estamos casados con los partidos, estamos fielmente casados con el sector empresarial. Queremos representar sus intereses y nuestra experiencia ha demostrado que con los dos partidos políticos se puede trabajar.

¿Con Trump sí cambiaría la política respecto a la elactromovilidad y la ley IRA?

Espero que no. Puede pasar cualquier cosa, pero Trump fue autor de T-MEC, el tratado de libre comercio entre EEUU, México y Canadá. Gran parte del T-MEC fue pensando en la integración de Norteamérica como plataforma de manufactura de vehículos eléctricos y la integración esencial entre México, Canadá y EEUU fue para hacer a América del Norte la región más competitiva del mundo en ese sentido. Siendo optimista, como fue la administración anterior la que dinamizó ese tratado, me gustaría creer que no va a cambiar.

¿La diferencia entre Trump y Biden es más retórico que en políticas comerciales de fondo?

Lo que nos preocupa mucho es la postura más cerrada de ciertos sectores más proteccionistas que están en ambos partidos.

Lo que nos preocupa mucho, más que la campaña, es la postura más cerrada de ciertos sectores más proteccionistas que están en ambos partidos, tanto en los republicanos como los demócratas.

Este año coinciden las presidenciales de Estados Unidos con las de México. ¿Cómo puede impactar la elección en México en el plano comercial?

Es una muy buena pregunta porque lo último que nosotros quisiéramos es que uno de los dos países se convirtiera en talking points políticos en reacción a la elección del otro. Ni que México reaccione negativamente a las políticas de EE.UU. ni, al revés, que EE.UU. sea reactivo con una retórica negativa hacia México. No queremos nada de eso. Soy muy optimista respecto a México, en el sentido de que hay dos candidatas: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Y qué bueno que sean dos mujeres y México vaya a elegir una presidenta. Nos hemos reunido con las dos y creo que hay, otra vez siendo optimista, mucho pragmatismo.

¿En ambas, tanto en Claudia Sheinbaum como en Xóchitl Gálvez?

En ambas. Para nosotros lo más importante es sentarnos y tener la conversación. Es más, tengo el optimismo de creer que vamos a tener esa oportunidad para que entiendan las dos la enormidad de la relación bilateral.

México se consolidó como principal socio comercial de EE.UU. superando a China... 

Sí, yo creo que las dos candidatas entienden muy bien eso que es tan importante.

¿El Congreso de EE.UU. debería restablecer el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) para que entren productos exentos de aranceles desde Argentina y otros países de desarrollo medio?

Sí, ¡claro!, ¡siempre!