Primero, los hechos que están por fuera de discusión. El presidente del Partido Republicano de Florida, Christian Ziegler, está siendo investigado por violación desde principios de octubre. Su esposa, Bridget Ziegler, le confirmó a la policía que ella, su esposo y la mujer que presentó las acusaciones de agresión sexual tuvieron relaciones sexuales juntos hace un año. Tanto Christian como la mujer presuntamente abusada coincidieron en ese punto.

La denuncia contra Christian Ziegler surgió a partir de un encuentro sexual ocurrido el 2 de agosto pasado. La mujer que hizo las acusaciones le dijo a la policía que ella y los Ziegler tenían previsto reunirse ese día. Pero declaró que ella canceló la cita, cuando Bridget Ziegler le dijo que no podía asistir. Relató que entonces Christian Ziegler se presentó en su departamento de todas formas y la violó. 

El jefe republicano les dijo a los detectives que se trató de un acto consensuado. Incluso tomó un video del encuentro. La versión de ambos está siendo cotejada con el video de celular de Ziegler y con el material de vigilancia.

Acusan al presidente del Partido Republicano de Florida de abuso sexual y los demócratas exigen su cabeza

Si bien Ziegler asegura que es inocente y puede probarlo, el gobernador de Florida Ron DeSantis opinó que el Presidente de los GOP debía renunciar. No fue el único dirigente republicano que pidió su cabeza. Pero el trumpista Ziegler se resiste.

A raíz de esa rebeldía, los líderes del Partido Republicano de Florida votaron el domingo a favor de quitarle su autoridad mientras dure la investigación por agresión sexual. En una reunión de emergencia a puerta cerrada en Orlando, el grupo también redujo el salario de Ziegler a 1 dólar anual. Además resolvió que ya no pueda contratar ni despedir personal; hablar en nombre del Partido Republicano de Florida; o recaudar fondos, aunque conserve su título de presidente. Lo rodearon. Y de forma unánime: la dirigencia votó 39 a 0 en contra de Ziegler.

Rolling Stone

Bridget Ziegler, por su parte, ganó protagonismo político después de cofundar el grupo de madres conservadoras llamado Moms for Liberty. Se trata de un colectivo que, con un discurso por momentos de una moral victoriana, se opuso al plan de estudios LGBTQ+ en las escuelas.  

La denuncia contra Ziegler derivó en un debate incómodo para los republicanos. La libertad sexual del matrimonio evidencia, al menos, una situación de doble moral para quienes mantienen un discurso público ultraconservador.

Bridget además es miembro de la Junta Escolar de Sarasota. Sus colegas recomendaron que debería renunciar al cargo. Si bien ella no fue acusada ni está siendo investigada, Bridget ya enfrentó consecuencias profesionales. El Sarasota Herald-Tribune informó que dejó su puesto en el Leadership Institute, una organización de formación para conservadores.

Aun así, asistió a una reunión pública de forma remota la semana pasada para el Distrito de Supervisión del Turismo de Florida Central, el área alrededor de Walt Disney World que DeSantis reformó. El gobernador tomó esa decisión como represalia, después de que la compañía se opusiera a una ley que limitaba el plan de estudios LGBTQ+ en las escuelas públicas. Los compañeros de la junta no abordaron la controversia, aunque un miembro de la audiencia pidió la renuncia de Bridget.

 Al menos una sección local del grupo conservador Mom for Liberty, en Pensilvania, se separó a raíz del escándalo 

La presidenta de la Junta Escolar de Sarasota, Karen Rose, dijo que la presencia de Bridget "causa distracciones irreparablemente dañinas para nuestra misión crítica". Otro miembro de la junta escolar, el demócrata Tom Edwards, coincidió ante el Sarasota Herald-Tribune en que Bridget Ziegler se había convertido en una "distracción" excesiva. Los demócratas de Florida como Edwards, que es abiertamente gay, señalaron la hipocresía de los Ziegler. Porque el matrimonio republicano trabajó activamente para eliminar el plan de estudios LGBTQ+ de las escuelas públicas de Florida.

Una protesta reciente contra Mom for Liberty en Filadelfia, Pensilvania.

LPOEdgar Costa

La denuncia contra Ziegler derivó en un debate incómodo para los republicanos. La libertad sexual del matrimonio evidencia, al menos, una situación de doble moral para quienes mantienen un discurso público ultraconservador.

"Los Ziegler son hipócritas. Por años buscaron prohibir libros y la conversación sobre género y sexualidad", planteó la Presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried, en una charla con este medio. "No me malinterpreten, lo que ellos hagan en su dormitorio es un asunto de ellos. Pero Christian está siendo acusado de un crimen grave; y Bridget construyó un movimiento nacional en contra de la comunidad LGBTQ. Durante años, los Ziegler han promovido una política de pureza que ni siquiera ellos pueden sostener o estar a la altura mínimamente de lo que proclaman. Entonces sólo queda una salida: que renuncie ya", concluyó. 

En paralelo, al menos una sección local de Mom for Liberty, en Pensilvania, se separó a raíz del escándalo. Después de una publicación en las redes sociales que indicaba que apoyaba a Bridget Ziegler cuando se conoció la historia por primera vez, los cofundadores de Moms for Liberty parecieron tomar distancia. Incluso le restaron peso a Bridget en la dinámica de la organización.