Recibió la pena más alta de los centenares de condenas ya impuestas a los participantes del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El juez lo definió como el "cabecilla de la conspiración" y le aplicó el agravante de "terrorismo". Así, el jefe de las fuerza de choque denominada Proud Boys fue condenado en un juzgado de Washington a 22 años de prisión.

Se trata de Enrique Tarrio, un cubano-estadounidense de 39 años, que vivía en la ciudad de Miami.  Su abogado, Nayib Hassan, dijo que su cliente no es un terrorista, sino un "patriota descarriado". Tarrio creció en Little Havana e incursionó en el mundo de los negocios vinculados al sector de la seguridad y la vigilancia, según contó él mismo al portal Ballotpedia. Lo contó cuando en 2020, cuando planeaba presentarse como candidato a las elecciones.

En los años de presidencia de Donald Trump adoptó al republicano como su ídolo. Tarrio fue director estatal en Florida del grupo Latinos por Trump e hizo un intento de presentarse a las primarias del Partido Republicano para un escaño en el Congreso por Florida. Pero se retiró antes de las elecciones.

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Poco antes de escuchar el fallo, el líder de los Proud Boys dijo que "siempre" ha tenido a las fuerzas del orden "un gran respeto". Agregó en referencia a los 150 policías que sufrieron heridas en el ataque: "Espero poder disculparme algún día personalmente con ellos". También juró estar arrepentido sobre aquella acción: "Siento profundamente lo que pasó aquel día. No puede haber lugar para la violencia política. El 6 de enero fue una vergüenza nacional". Y le pidió al juez Timothy J. Kelly que "por favor sea misericordioso". En su lectura de la sentencia, Kelly dudó de la sinceridad del militante trumpista de origen latino. El juez fue un nombrado durante los años de Trump en la Casa Blanca. 

El día del asalto al Capitolio, Tarrio no estuvo ahí. Siguió el ataque por televisión a 60 kilómetros del lugar, desde un hotel de Baltimore. La policía le había prohibido pisar Washington, tras un arresto en la capital estadounidense por quemar la bandera antirracista de Black Lives Matter robada de una iglesia. Quedó en libertad bajo fianza y se le ordenó abandonar la capital del país.

Pero la fiscalía y el juez consideraron que incitó a decenas de Proud Boys a marchar sobre el Capitolio. Y que incluso les mandó decenas de mensajes para que siguieran adelante mientras se desarrollaban los hechos violentos.

AP

En las protestas en la capital estadounidense previas al ataque al Capitolio, Tarrio fue fotografiado con un chaleco antibalas. Tras las elecciones de 2020, Tarrio y otros Proud Boys publicaron mensajes amenazadores en internet, advirtiendo de violencia y disturbios si Trump dejaba el cargo.

El cubano-americano Enrique Tarrio juró estar arrepentido sobre aquella acción: "Siento profundamente lo que pasó aquel día. No puede haber lugar para la violencia política".

El propio Tarrio lo reconoció poco después. Y lo hizo con jactancia, como recordó el juez. "No se equivoquen... ¡nosotros hicimos esto!", dijo por aquellos días.  Los fiscales pedían 33 años de cárcel.

 El líder de los Proud Boys sí estuvo el 5 de enero en las inmediaciones del Capitolio. Se encontró en un garaje subterráneo con Stewart Rhodes, jefe de otro grupo violento implicado en la insurrección, los Oath Keepers (Guardianes del Juramento). Rhodes fue también considerado culpable de conspiración sediciosa y condenado a 18 años de prisión en mayo, con la agravante de terrorista. 

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El de conspiración sediciosa es un cargo que se creó para perseguir a los sublevados contra la Unión durante la Guerra Civil. Y hasta que llegaron los procesos del 6 de enero, no se aplicaba desde hacía décadas. 

Seguidor de Donald Trump, el grupo de los Proud Boys se hizo conocido en los Estados Unidos durante el 2020. Los liderados por el cubano-americano Tarrio fueron una fuerza de choque en contra de las protestas que siguieron al asesinato a manos de la policía del afroamericano George Floyd.

Una de las primeras decisiones del juez fue admitir como prueba el vídeo en el que Trump daba una orden a los Proud Boys durante un debate electoral

Trump no está acusado directamente por el asalto al Capitolio, pero sus vinculos con los negacionistas de extrema derecha que lideraron el intento de anular las elecciones presidenciales pueden complicarlo. El ex presidente enfrenta dos juicios por sus intentos de revocar el resultado electoral que le dio el triunfo a Joe Biden. Trump está imputado tanto en Washington, donde está previsto que se siente en el banquillo el 4 de marzo de 2024, como en el Estado de Georgia. 

MAGA fue mencionado en el juicio de los Proud Boys, celebrado en Washington. Una de las primeras decisiones del juez fue admitir como prueba el vídeo en el que Trump daba una orden a los Proud Boys durante un debate electoral de aquellas presidenciales. "Retrocedan y permanezcan a la espera", les dijo.