En un fallo unánime, un panel federal de apelaciones desmintió este martes la presunción de Donald Trump y dictaminó que puede enfrentar un juicio por haber conspirado para anular los resultados de las elecciones de 2020. Así rechazó de plano las afirmaciones del expresidente de que es inmune al procesamiento y sentó las bases para impugnaciones adicionales.

La decisión unánime de 57 páginas de un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Circuito de DC es considerada una gran victoria para el fiscal especial Jack Smith y tiene relevancia en medio de la campaña electoral. Marca un rotundo repudio a las afirmaciones de inmunidad de Trump y vuelve a dar vida al procesamiento histórico que estuvo congelado durante el tiempo en que el tribunal consideró la apelación.

La demora en la definición del tribunal generó incertidumbre sobre el momento de un juicio en un año electoral y llevó que el juez del caso postergara el inicio del juicio, previsto en un primer momento para el 4 de marzo próximo.

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El equipo de Trump prometió apelar, lo que podría posponer el caso semanas o meses, especialmente si la Corte Suprema -dominado por una mayoría conservadora que designó Trump- decide aceptarlo. Los jueces le dieron a Trump una semana para pedirle a la Corte Suprema que se involucrara.

La eventual fecha del juicio es parte de una batalla de indudable connotación política entre Trump y la administración Biden: mientras el equipo del fiscal especial Smith espera procesar a Trump este año, el republicano busca retrasarlo hasta después de las elecciones de noviembre. Si Trump derrotara al presidente Joe Biden, presumiblemente podría intentar utilizar su posición como jefe del poder ejecutivo para ordenar a un nuevo fiscal general que desestime los casos federales que enfrenta o podría buscar un perdón para sí mismo.

La decisión unánime de 57 páginas de un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Circuito de DC es considerada una gran victoria para el fiscal especial Jack Smith y tiene relevancia en medio de la campaña electoral.  

Es la segunda vez desde diciembre que los jueces sostienen que Trump puede ser procesado por el ataque al Capitolio. "La inmunidad presidencial contra una acusación federal significaría que, en lo que respecta al Presidente, el Congreso no podría legislar, el Ejecutivo no podría procesar y el Poder Judicial no podría revisar. No podemos aceptar que la oficina de la Presidencia coloque a sus antiguos ocupantes por encima de la ley para siempre", escribieron los jueces.

"Tampoco podemos sancionar su aparente afirmación de que el Ejecutivo tiene carta blanca para violar los derechos de los ciudadanos individuales a votar y a que sus votos cuenten", afirmaron.

El fiscal especial Jack Smith. 

AP

La Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia ocupó un lugar central en la disputa sobre inmunidad después de que la Corte Suprema dijera en diciembre que se mantendría al menos temporalmente al margen y rechazara la solicitud del equipo de Smith para abordar el asunto rápidamente y emitir un fallo rápido.

Según publicó AP, no hay un cronograma para que la Corte Suprema actúe, pero es probable que los jueces soliciten la opinión del fiscal Smith antes de decidir si mantienen en suspenso los fallos legales contra Trump.

Si el tribunal acepta la solicitud de Trump sin acelerar el proceso de apelación, Trump tendría hasta principios de mayo para presentar su apelación completa. Pero los jueces podrían fijar plazos mucho más rápidos para llegar a una decisión final.

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La Corte Suprema ha sostenido que los presidentes son inmunes a la responsabilidad civil por actos oficiales, y los abogados de Trump han argumentado durante meses que esa protección debería extenderse también al procesamiento penal. 

Pero el equipo de Smith ha dicho que no existe tal inmunidad en la Constitución de Estados Unidos ni en casos anteriores y que, en cualquier caso, las acciones de Trump no formaban parte de sus deberes oficiales.

"La inmunidad presidencial contra una acusación federal significaría que, en lo que respecta al Presidente, el Congreso no podría legislar, el Ejecutivo no podría procesar y el Poder Judicial no podría revisar", escribieron los jueces.

El caso fue discutido ante los jueces Florence Pan y J. Michelle Childs, designados por Biden y Karen LeCraft Henderson, quien fue nombrada para el cargo por el presidente George HW Bush.

"A los efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal", escribieron los jueces del Circuito de DC. "Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberlo protegido mientras se desempeñaba como presidente ya no lo protege contra este procesamiento".

El fallo confirma la histórica conclusión de la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan de que los ex presidentes pueden ser procesados por delitos que cometieron durante su mandato, incluso si estuvieran relacionados con sus deberes oficiales.

El panel también rechazó la afirmación de Trump de inmunidad "categórica" ante el procesamiento, señalando que después de que el presidente Richard Nixon renunció aceptó un indulto presidencial para protegerse de posibles cargos criminales derivados del caso Watergate.

Tras el fallo del tribunal de apelaciones, el portavoz de Trump, Steven Cheung, reiteró que el fallo puede llevar a todos los futuros presidentes a enfrentar acusaciones vengativas de sus adversarios políticos después de dejar el cargo. "Procesar a un presidente por actos oficiales viola la Constitución y amenaza los cimientos de nuestra República", dijo Cheung en un comunicado.