En la tienda de campaña demócrata aseguran que aprendieron de los errores del pasado. En especial, el de dar por descontado que el voto latino es patrimonio del partido azul. Esa creencia entró seriamente en crisis en la última década. El dominio republicano en estados como Florida, con una población hispana de más del 30%, evidenció ese giro en la preferencia de los inmigrantes de Latinoamérica.

Tras haber asimilado el cambio de tendencia, la campaña de Joe Biden y Kamala Harris empezó una apuesta sin precedentes. La maquinaria del partido demócrata se puso al servicio de seducir nuevamente a los latinos habilitados para votar. Y lo hizo con unos 15 meses de antelación, para evitar mostrarse como un espacio sólo movido por el interés en las últimas semanas de la presidencial. El lanzamiento busca empalmar con el mes Nacional de la Herencia Hispana, que va del 15 de septiembre al 15 de octubre.

La estrategia abarca un amplio despliegue de recursos materiales y logísticos, con nuevas designaciones de funcionarios hispanos y una apuesta por el activismo de figuras populares, como la actriz estadounidense-mexicana Eva Longoria. También, una inversión publicitaria inédita de 25 millones de dólares orientada a los latinos, a través medios y redes sociales, con mensajes segmentados y un scouting de referentes de cada comunidad. La campaña nacional demócrata ya grabó un spot de segundos en español con dos acentos diferentes: mexicano (al que llaman neutral) y puertorriqueño.

Biden elige como jefa de campaña para su reelección a una latina que trabajó con Obama

Dentro del Comité Nacional Demócrata, el equipo latino está integrado por Michelle Villegas (Directora de Coaliciones Latinas) y Maca Casado (Directora de Medios Hispanos). Tal como anticipó LPO, la jefa de campaña de Biden también tiene origen latino. Se trata de Julie Chávez Rodríguez, quien está recorriendo los eventos y mítines hispanos de todo el país. El objetivo es ganar el respaldo de las organización y colectivos de inmigrantes.

Las políticas de Biden están reduciendo los costos para las familias, creando empleos bien remunerados y haciendo que nuestras comunidades sean más seguras 

Chávez Rodríguez fue designada por Biden en abril pasado, convirtiéndola en una asesora de alto nivel y en la latina de mayor rango en la Casa Blanca. La hoja de ruta demócrata además intenta contrastar con las posturas más conservadoras de los republicanos.

Julie Chávez Rodríguez, la jefa de campaña para la reeleción de Biden, en la Casa Blanca. 

LPO

"Los latinos apoyan a Biden porque su agenda está beneficiando inmensamente a nuestra comunidad a lo largo y ancho del país. Sus políticas están reduciendo los costos para las familias, creando empleos bien remunerados y haciendo que nuestras comunidades sean más seguras; mientras que los republicanos MAGA luchan por continuar otorgando aún más regalos fiscales a las grandes corporaciones y los más ricos, amenazando con derogar las medidas que ha tomado el presidente para ahorrarle dinero a las familias en costos de medicamentos, y utilizando como peones a seres humanos en sus juegos políticos", opina ante LPO Maca Casado, portavoz del Partido Demócrata.

La dirigente de origen venezolano revela ante este medio que el equipo Biden-Harris está realizando la inversión más grande y temprana en medios hispanos para una campaña de reelección. "Esta inversión de 25 millones de dólares es la continuación del arduo trabajo que los demócratas hicimos para movilizar y llegar a los latinos de cara a las elecciones de medio término. Hay mucho en juego para los latinos y no damos por sentado ningún voto", asegura Casado, en un intento de no repetir errores partidarios del pasado.

Harris cuenta con un papel específico en la búsqueda del voto latino y el afro-estadounidense. La vicepresidenta visitó Florida cuatro veces en lo que va del año. En su última excursión, rivalizó directamente con el gobernador y precandidato republicano Ron DeSantis, quien endureció los controles migratorios y estableció políticas restrictivas sobre el acceso al aborto. 

Kamala hace bandera con la libre elección de las mujeres sobre su cuerpo. Si bien ese punto podía entrar en contradicción con el perfil conservador y la fe evangélica de muchos inmigrantes latinos, los demócratas celebraron el resultado de las encuestas al respecto. Según los datos que maneja el oficialismo, el derecho al aborto rankea como cuarta prioridad de los hispanos. Un consultor demócrata revela un razonamiento posible detrás de ese dato: al margen de la visión que se tenga sobre el aborto, todo cercenamiento de una libertad es mal visto por personas que escaparon de regímenes autoritarios.

Esta inversión de 25 millones de dólares es la continuación del arduo trabajo que los demócratas hicimos para llegar a los latinos en 2022. Hay mucho en juego para los latinos y no damos por sentado ningún voto.

Tras las cuatro giras de Harris, Biden planea viajar a Florida este fin de semana para supervisar los daños que dejó el huracán Idalia y solidarizarse con las víctimas, latinos en muchos casos. En ese estado sur de los EEUU, históricamente el partido demócrata tuvo más votantes hispanos registrados que los conservadores. La distancia alcanzó un pico de 700.000 votantes en 2008, cuando Barack Obama ganó en Florida. Pero los republicanos dieron vuelta la ecuación a fines del 2021. Desde ese momento, la ventaja alcanzó los 500.000 votantes. Ahora, los demócratas quieren acortar esa brecha. 

"El Partido Republicano sí invirtió en el electorado latino pero le mintió, porque no le dio poder político"

Con esa meta, designaron a la venezolana de 35 años Kristellys Estanga como directora de la campaña para inscribir votantes azules en Florida. Estanga cuenta con un presupuesto de un millón de dólares. "El Partido Republicano sí invirtió en el electorado latino pero le mintió, porque no le dio poder político", opinó Estanga ante LPO.

Respecto al balance del primer mandato de Biden, la campaña oficialista machacará con una serie de datos: haber logrado poner la tasa de desempleo latino en un piso histórico; haber aumentado en un 53% el número de latinos inscriptos en la cobertura de HealthCare entre 2020 y 2022; y haber reducido la tasa de pobreza de los niños latinos en más de un 7%. En concreto, un repaso de las Bidenomics pero en versión hispana. Y algo más: haber otorgado el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos y haberlo extendido para ciudadanos de Honduras, Haití, Nicaragua y El Salvador.

¿Será suficiente para fidelizar el voto de los 32 millones de latinos habilitados para elegir presidente? Se verificará el año próximo. Mientras tanto, Biden le agrega una promesa a ese universo. El impulso de una reforma migratoria de fondo y beneficios para los llamados Dreamers criados en los Estados Unidos. Aunque tales proyectos no dependen exclusivamente de la voluntad presidencial, en un Congreso trabado por el empate y la polarización