En una campaña en la que los expedientes judiciales tienen una centralidad indudable, el acuerdo de culpabilidad al que llegó Hunter Biden entró directo en la polarización y fue repudiado por todo el arco republicano.

Involucrado en distintas investigaciones que lo convirtieron en blanco predilecto de Donald Trump, el hijo del presidente se declararía culpable de dos delitos fiscales en una causa de las menos relevantes que enfrenta y admitiría haber mentido en un formulario utilizado para comprar un arma para evitar ir a la cárcel. Aunque todavía un juez debe aprobar el trato al que llegó Biden hijo con el Departamento de Justicia, el caso activó el rechazo generalizado de los republicanos.

Las autoridades federales comenzaron a investigar las finanzas de Biden en 2018, bajo la administración Trump, y apuntaron contra el hijo del ahora presidente por el pago de impuestos. Se trata de un ítem que no está despejado y parece destinado a ganar mayor relevancia a medida que se profundice la batalla electoral entre Biden y Trump.

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Apenas conocido el entendimiento, las repercusiones fueron inmediatas y las reacciones, opuestas. Los aliados del presidente describieron el acuerdo federal de culpabilidad de su hijo como evidencia de la integridad del sistema de justicia penal. Para los republicanos, en cambio, se trató de una farsa que confirma la doble vara que impera en Estados Unidos.

Entre los argumentos a favor del pacto, los demócratas recordaron que Hunter Biden acordó declararse culpable en un acuerdo negociado con el fiscal federal de Delaware, David Weiss, un miembro del Poder Judicial que fue designado por Trump. Los cargos se remontan a una época en la que el hijo del presidente admitió que consumía crack con regularidad.

Acusado por separado por el Departamento de Justicia, Trump se unió a otros republicanos para llamar a la declaración de culpabilidad una confirmación de lo contrario. "¡Guau! El DOJ corrupto de Biden acaba de aclarar cientos de años de responsabilidad penal al darle a Hunter Biden una mera 'multa de tráfico'. ¡Nuestro sistema está ROTO!", escribió poco después de que se anunciara el acuerdo a través de su red Truth Social.

AP

Una vez más, en su confrontación con la Casa Blanca, Trump no estuvo solo. La mayor parte de sus eventuales rivales en la primaria republicana hicieron afirmaciones similares. El gobernador de Florida Ron DeSantis, la ex embajadora en Naciones Unidas Nikki Haley y el empresario republicano Vivek Ramaswamy sembraron dudas sobre el acuerdo de Hunter Biden con el Departamento de Justicia y se expresaron con críticas.

Obligado una vez más a no descuidar la base trumpista, DeSantis salió a cuestionar a la administración Biden a través de las redes. "Si Hunter no estuviera conectado con la clase élite de DC, habría sido encarcelado hace mucho tiempo", dijo DeSantis en un tuit. Nikki Haley fue un poco más allá y difundió un comunicado en el que consideró que el entendimiento "solo genera más preguntas sobre los crímenes de Hunter Biden y el doble rasero de la justicia".

Los expedientes que involucran a Hunter Biden son muchos y parecen destinados a ganar mayor relevancia a medida que se profundice la batalla electoral entre Biden y Trump.

A pesar de haberse manifestado en forma crítica por el manejo irregular que hizo Trump de los archivos clasificados que fueron hallados en su mansión de Mar-A-Lago, Haley fue terminante: "Este acuerdo de culpabilidad sólo plantea más preguntas sobre los crímenes de Hunter Biden y el doble estándar de justicia en nuestro gobierno federal. Claramente hay mucho más por lo que la familia Biden tiene que responder", dijo Haley.

Muy atrás en los sondeos, el magnate Ramaswamy no dejó pasar la oportunidad. Describió el acuerdo como "un gesto orwelliano que brinda a los medios de comunicación exactamente el nivel de cobertura que necesitaban" para justificar la acusación contra Trump.

En el Congreso, las manifestaciones de rechazo al acuerdo fueron en el mismo sentido. La representante trumpista Marjorie Taylor Greene dijo que se trataba de "un truco", el senador Rick Scott habló de "un tirón de orejas" y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy se permitió una ironía: dijo que el acuerdo era "encantador".

"Seamos claros: los cargos del Departamento de Justicia contra el hijo del presidente Biden representan un sistema de justicia de dos niveles. No descansaremos hasta que se revele el alcance total de la participación del presidente Biden en los esquemas de la familia", dijo el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer en un comunicado.

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El fiscal general Merrick Garland ha dicho que le dio el control total de la investigación al fiscal Weiss y que no interferiría en ninguna decisión de acusación. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha dicho que el presidente Biden no está involucrado en las investigaciones criminales de su hijo o Trump.

Este acuerdo sólo plantea más preguntas sobre los crímenes de Hunter Biden y el doble estándar de justicia en nuestro gobierno federal. Hay mucho más por lo que la familia Biden tiene que responder.

Los republicanos que buscan la Casa Blanca han señalado durante meses los problemas legales de Hunter y las investigaciones en curso de los republicanos de la Cámara sobre sus conexiones con empresas extranjeras como evidencia de lo que el exvicepresidente Mike Pence ha llamado un "sistema de justicia de dos niveles que se desarrolla en América."

Como presidente, Trump exigió que su Departamento de Justicia investigara a Hunter Biden, una demanda pública inusual de un presidente para investigar a un rival político. Después de su propia acusación federal, Trump presentó la investigación de Hunter Biden como un esfuerzo por hacer que su propio enjuiciamiento pareciera más justificado.