Una tormenta ya pasó: el Gobierno logró, una vez más, revertir una crisis polÃtica que parecÃa terminal. El desgaste por la ley del "solo sà es sÃ" ya es cosa del pasado. La pujanza económica que exhibe España es un oasis en una Europa que empieza a estallar socialmente por los efectos de la guerra en Ucrania. "Hemos recuperado la iniciativa", reconocen con alivio en Moncloa.
La otra tormenta está por venir: Pedro Sánchez está muy preocupado por la pelea sin cuartel entre Sumar y Podemos, una crispación que lejos de suavizarse se agudiza con el correr de los dÃas. Ni el presidente de Gobierno ni sus principales asesores esperaban este grado de conflicto en sus socios de izquierda.
Los cálculos eran otros: un bloque fuerte entre ambas fuerzas que garantizase la reedición de la coalición. Y si bien el PSOE esperaba roces dialécticos en la conformación de esta alianza, nadie proyectaba semejante guerra entre Yolanda DÃaz y la cúpula morada.
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Tal es la preocupación, que Sánchez llamó (rogó) a que "encajen todas las piezas del puzle" y desmintió en los últimos dÃas las insinuaciones de Pablo Iglesias sobre que el PSOE prefiere a DÃaz alejada de Podemos.
El pánico no es mera especulación, ya se sustenta en los primeros sondeos que empiezan a publicarse tras el lanzamiento de Sumar en el Polideportivo Magariños de Madrid.
Según una encuesta de Sociométrica para El Español una división de la izquierda en tres partidos provocarÃa una verdadera debacle. El voto de la izquierda se dividirÃa y todas sus formaciones perderÃan escaños.
El PSOE pasarÃa de 120 a 93 asientos en el Congreso. Podemos de 35 a 18. Los votos a Yolanda DÃaz estarÃan muy lejos de compensar semejante pérdida. Sumar aportarÃa 16 escaños, según este barómetro.
La suma de la izquierda aportarÃa un total de 126 diputados, muy lejos de los que necesita la colación para revalidarse.
En este hipotético pero no descabellado escenario (más allá del lógico pragmatismo no hay ningún dato para pensar hoy en una alianza entre Sumar y Podemos), la derecha capitalizarÃa esta escisión.
El PP arrasarÃa en las urnas y obtendrÃa 47 nuevos escaños. Es decir: pasarÃa de los 89 actuales a alcanzar los 136. Vox perderÃa solo tres parlamentarios (de 52 a 49), pero aportarÃa sus votos para una coalición entre la derecha y la extrema derecha.
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