Juan Schiaretti y Juan Manzur se sumaron a los gobernadores que recortaron salarios para financiar el combate al coronavirus y le metieron presión a Alberto Fernández, que por las redes compartió críticas a los cacerolazos.

El gobernador de Córdoba dispuso que los sueldos más altos de la administración pública serán recortados en un 30 por ciento en abril. Los fondos serán destinados a infraestructura, equipamiento de salud y atención sanitaria.

La decisión política fue anunciada por la ministra de Coordinación de la provincia, Silvina Rivero, quien precisó que "quedará exceptuado personal de salud, seguridad y servicios vinculados a la atención de la pandemia".

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Por su parte, el gobernador de Tucumán anunció que donará la totalidad de su salario, mientras que los ministros sufrirán una baja de 50%, los secretarios del 30% y los subsecretarios de un 20%. Los fondos serán destinados a Salud y Desarrollo Social.

La medida de Schiaretti y Manzur -que replica la de otros gobernadores como Uñac, Quintela y Suárez, entre otros- es un gesto político ante el reclamo de los últimos días, pero también una forma de enfrentar la caída de las recaudaciones provinciales.

En la misma línea, Sergio Massa adelantó que hará un recorte del 40% en los sueldos de la Cámara de Diputados para crear un fondo contra el coronavirus.

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Todas estas decisiones le meten presión a Alberto Fernández en medio de los cacerolazos que sonaron fuerte en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

En las últimas horas, el presidente hizo una referencia indirecta al reclamo al compartir en Twitter un mensaje que criticaba a los "caceroludos".