Alberto Fernández recibió en su despacho de la Casa Rosada al gobernador Axel Kicillof. El encuentro se dio en medio de distintas negociaciones que el Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires mantiene con la oposición para intentar aprobar un paquete impositivo.

Esta mañana, Fernández había recibido al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, uno de los negociadores de la oposición en el debate por la ley impositiva. Por eso, ambos encuentros fueron leídos como una intervención de Fernández para que Kicillof y la oposición alcancen un acuerdo por la ley.

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Tras la reunión con el Presidente, Grindetti señaló que "hay un espacio para llegar a un acuerdo" para aprobar la reforma impositiva, aunque advirtió que "no se puede pretender que salga tal como lo mandó".

El intendente de Lanús es uno de los referentes de la oposición que gana poder dentro de Juntos por el Cambio. Logró ubicar a un diputado provincial -Adrián Urreli- en la vicepresidencia segunda de la Cámara de Diputados, con poder de firma.

Por eso es considerado como uno de los intendentes clave en las tratativas con el peronismo para que salga la ley que promueve el Ejecutivo bonaerense.

Grindetti estuvo reunido con Julián Leunda, vicejefe del cuerpo de asesores presidenciales, con quien abordó cuestiones vinculadas con aspectos de gestión y las relaciones entre las diversas jurisdicciones.

No es el primer gesto de acercamiento del Presidente a los alcaldes de la oposición. La semana pasada, Fernández se subió a una combi para ir hasta Tres de Febrero, donde lo esperaba otro jefe comunal del PRO, Diego Valenzuela.

Tras la reunión con Kicillof, desde la Rosada explicaron que la ley impositiva fue solo uno de los tantos temas de los que conversaron. Mencionaron además el plan de lucha contra el hambre, el bono a estatales y las alternativas que estudia la provincia para darlo.

Según trascendió, Kicillof se reunió primero con el ministro del Interior, Wado de Pedro, y luego visitó a Fernández, quien había almorzado con Sergio Massa.