El sector automotriz tuvo en 2016 un comportamiento complejo. Por un lado, con ventas de autos cero kilómetro en crecimiento y un despegue de la Toyota Hilux como líder de ventas por la mejora de la situación económica de la agricultura. Por otro lado, un déficit comercial con Brasil y una fuerte caída en la venta de autos usados. La producción de autopartes se llevó la peor parte con caídas superiores al 30%.

En el Coloquio de Idea, LPO consultó al presidente de Fiat, Cristiano Ratazzi, por las expectativas para el sector el año que viene: “Para resumir, hay que esperar que la economía de Brasil repunte, a que volvamos a ser competitivos frente a Brasil y México y a que Europa abra su mercado. En el entretiempo, sufrimos”, sintetizó el empresario italiano.

Sin embargo, no todas las automotrices sufrieron por igual. Toyota logró colocar su Hilux en el tope de ventas, llegó al récord de 25 mil unidades de Etios en un segmento del mercado en el que hasta hace poco no participaba y aprovechó la quita de impuestos a los autos de lujo para reposicionar su SW4.

LPO conversó con el gerente de la automotriz japonesa, Daniel Afione, para saber si también ve que el sector automotriz va a sufrir en el 2017 y cómo afectó el cambio de signo político a las decisiones de inversión de la empresa.

-¿Cómo leen ustedes los indicios de que la economía brasileña dejó de caer?

-Hay algunos indicios de que la economía hacia el año que viene va a ir recuperándose. Vemos una recuperación de la economía y en especial de sector automotriz. Brasil es un país muy grande y pujante y más allá de lo que pasó este año, en el largo plazo o antes se termina recuperando.

-¿Y cómo los afectó el desequilibrio geográfico que hizo que la industria brasileña volcara sus volúmenes a la Argentina?

-Nuestra empresa tuvo una situación particular porque, a partir de la ampliación de la planta de Zárate, ahora comenzamos con exportación a nuevos destinos como Perú, Ecuador y Chile. A Colombia ya algo estábamos exportando antes, además de los mercados tradicionales, como eran Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Y de ahora en más apuntamos a los países de Centroamérica. Y tenemos una buena participación en el mercado argentino con la Hilux y con la SW4, que son los dos vehículos que fabricamos en Zárate.

-En 2016 hubo un cambio de poder adquisitivo que fue en alza para los que están vinculados a la agricultura y en baja para el resto de la población. ¿Tuvieron que adoptar una nueva estrategia de ventas para reposicionarse?

-Nosotros a fin del año pasado, en noviembre, lanzamos el nuevo modelo de Hilux que fue muy bien recibida en el mercado. También comenzamos muy fuerte con la venta de los topes de gama y estamos trabajando con lo que son los sectores de trabajo, que son versiones que van dirigidas a sectores como pueden ser el campo, pero también las mineras, las petroleras y también flota como vehículos de seguridad. Entonces podemos decir que está muy diversificada la gama de nuestros productos. Y entre todos esos sectores, la Hilux es la más vendida en lo que va del año.

-¿Y qué pasó con los demás segmentos? ¿Sintieron la caída de la economía en las ventas?

-No. No particularmente. Corolla es el más vendido en su segmento y Etios tiene un récord de ventas con 25 mil unidades. En todos los segmentos vemos una mejora respecto de 2015 y más aun en la SW4 que con la disminución de los impuestos internos ha aumentado muchísimo el volumen de ventas. No notamos la caída del consumo en 2016, por el contrario, nuestra participación ha crecido.

-¿Y a que atribuyen haber ganado mercado en un contexto de retracción económica?

-Son varios los factores. Antes que nada, la satisfacción del cliente que es a lo que apuntamos en todo momento tanto a la hora de la venta como en los servicios posteriores, como el postventa y el mantenimiento de la unidad. Este cuidado del cliente se percibe en el mercado, Cuando se intensifica la competencia, nuestro cliente que tiene la aspiración a comprar un vehículo reconocido por la calidad y la confiabilidad, reconoce la marca y el valor de reventa que le ofrece. Nosotros protegemos el valor de venta del producto por las prestaciones y el valor de reventa por la durabilidad.

Desde luego hay momentos de crisis y circunstancias adversas que afectan a todo el sector, pero en momentos como este, lo que nos dio un crecimiento de mercado fue el Etios porque antes no estábamos en ese segmento y a partir de su introducción, los factores que te mencioné antes nos ayudaron a ganar participación.

-¿Y a partir de ahora qué proyectos de inversión manejan?

-Bueno, recién acabamos de terminar la ampliación de la planta y ahora vamos por el aumento de la producción. Vos sabés que nuestros procesos de ampliación llevan tiempo y requieren de la instalación de nueva maquinaria y la capacitación del personal. Y después de que a principios de este año terminamos con el reacomodamiento de las líneas de producción, se establece un proceso de aumento del ritmo de producción y apuntamos a producir un 30% más el año que viene.

-¿Cómo afectó el cambio de signo político sus decisiones de inversión?

-Mirá. En general los nuestros y los de la industria automotriz son proyectos de largo plazo. Voy a darte dos ejemplos: 2002 y 2013. En septiembre de 2002 veníamos trabajando en un proceso de incorporar a Toyota Argentina en un proyecto global que llamamos IMV, que era la producción de la Hilux en tres bases a nivel mundial y ahí se decidió que Argentina fuera la base de producción de América Latina. En plena crisis lo anunciamos y se concretó siempre mirando el largo plazo, empezamos con 20 mil unidades en 2002, en 2005 llegamos a 45 mil unidades y fuimos subiendo hasta las 92 mil unidades. Y en 2013 decidimos ampliar la producción un 50 % para llegar a las 140 mil unidades. Ahora estamos pensando en 2020 porque la vida útil de un modelo es de 5 a 10 años. Con las inversiones que hicimos ahora vemos un buen futuro para abastecer a toda América Latina.

-¿Cuáles son los desafíos para la mejora del sector automotriz? ¿Cuáles son las medidas que necesitan para mejorar la competitividad? ¿Son de infraestructura, impositivas…?

-Sí y sí. La carga impositiva que tienen los vehículos en Argentina es muy alta. Y hay que agregar competitividad. Te hablaba de nuestro interés y en general de las empresas argentinas de aumentar sus porcentajes de exportación. Y para eso hay que hacer la industria más competitiva restando impuestos, cargas y costos innecesarios que no aportan al proceso productivo, por el contrario, nos sacan de competencia. Para nosotros como industria es una necesidad poder ganar mercados y competir por el abastecimiento de otros países, entonces todo lo que ayude a la competitividad es importante. Por ejemplo, recientemente se eliminó la tasas del TAP (Transporte Argentino Protegido) por el movimiento de containers en el puerto. Como esa hay otras cargas y costos improductivos que se pueden mejorar. Otro tanto son los impuestos sobre impuestos como son los Ingresos Brutos que impactan en el conjunto de la cadena productiva. Pagar Ingresos Brutos les quita competitividad a los insumos argentinos en la cadena global de valor. Esto es algo para resolver.