A cinco días de la elección, en el peronismo entienden que Axel Kicillof hará una gran elección y hasta se ilusionan con que le saque 20 puntos a sus rivales Néstor Grindetti y Carolina Piparo.

Si se confirma el domingo un triunfo holgado, el gobernador arrancará al día siguiente su nueva etapa al frente del gobierno -no esperará al 10 de diciembre- y habrá cambios en el gabinete.

Por lo pronto, ninguno de los ministros tiene el lugar asegurado para un segundo mandato. Sólo en el entorno de Insaurralde confirmaban que había un acuerdo para retener la Jefatura de Gabinete, pero ese acuerdo se desintegró cuando trascendieron las fotos en Marbella.

Tras el escándalo, el gobernador confirmó que eliminará la Jefatura de Gabinete y volverá a consolidar el poder en el ministerio de Gobierno. Así funcionaba la estructura del gobierno provincial hasta que Felipe Solá creo en 2002 la jefatura de Ministros.

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Se sabe que Kicillof tiene ministros propios, de su círculo más cercano. Otros llegaron a la Casa de Gobierno producto de acuerdos en el Frente de Todos, la alianza electoral que le permitió al peronismo recuperar la provincia.

En Casa de Gobierno evitan hacer comentarios sobre los cambios que se vienen. Sin embargo, gana fuerza la versión de que Cecilia Moreau podría ocupar un lugar importante en los próximos años. La presidenta de Diputados es una de las dirigentes de mayor confianza de Sergio Massa.

Días atrás, en La Plata confiaban que el gobernador rondaba los 38 puntos y entendían que eso ya lo ubicaba en la puerta de un segundo mandato. Ahora las expectativas son mejores: sus rivales en la interna estarían estancados y muy lejos del gobernador. Algunos afirman incluso que Kicillof puede ayudar el domingo a que Sergio Massa entre al balotaje.

En Casa de Gobierno evitan hacer comentarios sobre los cambios que se vienen. Sin embargo, gana fuerza la versión de que Cecilia Moreau podría ocupar un lugar importante en los próximos años.

Sin embargo, en Casa de Gobierno son cautos. Se confiesan con expectativas, creen que el gobernador hará una buena elección, pero no dejan de pensar que será una elección pareja.

Por lo pronto, en La Libertad Avanza ya tienen un plan para el día siguiente de la elección: culparán a Patricia Bullrich por no bajar a Grindetti. Dirán que fue ella quien le permitió a Kicillof saltar a un segundo mandato.

No es una elección más. El gobernador debe revalidar su gestión después de la derrota en las legislativas de 2021. "En la Provincia hubo sucesos excepcionales", dijo hoy en el cierre de campaña de Unión por la Patria. No quedó claro si se refería a la pandemia, la guerra y la sequía, o si hablaba de los recientes escándalos que sacudieron al peronismo.

Aglaplata

La pregunta en La Plata es cuál va a ser el rol político que ocupará Kicillof en la próxima etapa. La caída de Insaurralde impacta sobre Máximo Kirchner. Ambos le habían intervenido el gabinete en la provincia tras la derrota de 2021.

El gobernador puede pasar a ser un líder en el peronismo. Por eso, varios referentes del partido le piden que pelee por la presidencia del PJ bonaerense. "Axel sabe que tiene que dar esa pelea, porque nadie va a ser el heredero natural del peronismo. Ese liderazgo hay que disputarlo", dijo a LPO alguien que le pidió en persona que compita por el partido.

Las tensiones en el Frente de Todos hicieron que muchos referentes se acerquen a Kicillof. Andrés Larroque y Mariano Recalde -dos ex camporistas- ya trabajan directamente para el gobernador. También se sumaron intendentes como Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). En estos distritos se hicieron los dos actos más recientes de la campaña de Kicillof.

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Kicillof apostó fuerte para quedarse con la candidatura en la provincia y enfrentó a Máximo que lo proponía como un eventual candidato a la presidencia.

El gobernador y el líder de La Cámpora mantienen desde hace meses un enfrentamiento silencioso. O no tanto. "Si queremos que nuestro pueblo batalle, que pelee, hay que empoderarlo. No hay que bajar al territorio compañero gobernador, hay que subir al pueblo a los espacios de decisión", le dijo Máximo en público durante un acto en Avellaneda.

En septiembre, Kicillof propuso inaugurar el postkirchnerismo con nuevas melodías y nuevas canciones. Máximo le contestó a los pocos días: "No me dedico a la música, soy dirigente y militante".