El Ministerio de EconomÃa y Finanzas (MEF) sigue aumentando salarios y pagando a sus más de 1.153 funcionarios un subsidio familiar equivalente a un salario mÃnimo por hasta cinco hijos, a diferencia de lo que sucede en cualquier otra cartera.
De esta forma, el funcionario del MEF forma parte de una "casta" privilegiada que solo es igualada por instituciones como el Banco Central, el Banco Nacional de Fomento (BNF) y, en tercer lugar, el Congreso.
A finales de febrero, Carlos Fernández Valdovinos dio el visto bueno para acreditar al plantel de funcionarios la suma de 2.680.373 guaranÃes por hijo en concepto de subsidio familiar, establecido en la ley N° 7228/2023 del Presupuesto General de la Nación 2024 y ejecutado por medio del decreto 1092/2024.
Pese al discurso de austeridad que pregona junto a Santiago Peña, la cartera a su cargo pagó el subsidio no únicamente por un solo hijo, sino también por dos, elevando la suma hasta los 5.360.746 guaranÃes, y hasta por cinco hijos, por lo que el monto para cada funcionario oscila entre los 8 y los 13 millones de guaranÃes.
"En el Ministerio de Educación somos alrededor de 3.926 funcionarios, de los cuales 3005 cobran el salario mÃnimo. El subsidio por hijo este año se logró aumentar en 500 mil guaranÃes, es decir, que todos los funcionarios cobran hasta 1.500.000 por un solo hijo. Es impensable para nosotros cobrar por dos o tres ni mucho menos por cinco hijos. Es una casta siempre privilegiada", dijo a LPO Rubén Irala, presidente del Sindicato de Funcionarios del Ministerio de Educación.
En tanto, los beneficios continúan ya que el mes pasado el salario de los funcionarios del MEF se incrementó gracias al reajuste anual. El aumento mÃnimo fue de 1.000.000 de guaranÃes y el máximo de 4.000.000 de guaranÃes.
Con todo, los funcionarios de la SecretarÃa Técnica de Planificación (STP) y de la Función Pública (SFP) absorbidos por la ley que creó el MEF no fueron tenidos en cuenta en la adecuación salarial.
Valdovinos admite que la ley del servicio civil es una exigencia del BID
Para uno de los impulsores de la ley de la Función Pública, Mario Paz Castaing, el hecho es repudiable y atribuyó la discriminación a la proliferación en masa de sindicatos y asociaciones que en los últimos años sirvieron solo para obtener privilegios para algunos grupos por sobre otros.
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