Las exportaciones de carne paraguaya a Estados Unidos no dejan de tener trabas. Desde el principio fue un mercado difícil al que dos gobiernos, el de Mario Abdo y el Santiago Peña, pusieron esfuerzo para alcanzar, y hasta hubo mediación de Taiwán. Haber logrado el acuerdo fue una concesión de la administración de Joe Biden, quien levantó una prohibición de importación que venía de muchos años.

Sin embargo, las ventas podrían verse afectadas nuevamente luego de que los senadores Mike Rounds (republicano) y Jon Tester (demócrata) presentaran un proyecto de ley bipartidista para suspender las importaciones de carne vacuna de Paraguay.

Una consulta del Departamento de Agricultura de EEUU registra un fuerte rechazo a la compra de carne paraguaya 

Los legisladores aseguran que hay una amenaza a la seguridad alimentaria y a la salud animal con el ingreso de carne paraguaya al país, por lo que se prevé la conformación de un grupo de evaluación del riesgo. Rounds representa a Dakota del Sur, y en nombre de la población ganadera de ese estado, pidió que se detenga la importación por temor a la aftosa, aunque en Paraguay ya no se presentan casos de la enfermedad.

El presidente estadounidense Joe Biden.

AP

"Las familias de ranchos de Dakota del Sur trabajan incansablemente para producir la carne de res más segura, de mayor calidad y más asequible del mundo. Paraguay históricamente ha luchado por contener los brotes de fiebre aftosa. Desafortunadamente, la administración Biden ha priorizado las iniciativas diplomáticas en la región por encima de los intereses de la industria ganadera estadounidense", resaltó el senador.

En un gesto a Peña, Biden abre el mercado de EEUU a la carne paraguaya

Por su parte, Tester sostuvo que Paraguay tiene una producción por debajo del nivel de calidad requerido, por lo que insistió en que importación sea bloqueada. El proyecto cuenta con el apoyo de varias asociaciones ganaderas, y el lobby no solo es en contra de la carne paraguaya, sino también la producción de Brasil. Tanto la economía de Dakota del Sur como la de Montana dependen de la ganadería y defienden políticas proteccionistas para el sector.

"Paraguay no ha cumplido con el estándar propuesto por los ganaderos de Montana. Por eso estoy liderando una legislación bipartidista para hacer frente a la administración Biden y bloquear las importaciones de carne vacuna de Paraguay hasta que tengamos datos buenos y confiables que demuestren que pueden cumplir con los mismos altos estándares que los ganaderos estadounidenses", subrayó.

Paraguay no ha cumplido con el estándar propuesto por los ganaderos de Montana. Por eso estoy liderando una legislación bipartidista para hacer frente a la administración Biden y bloquear las importaciones de carne vacuna de Paraguay

La apertura del mercado de EEUU fue un respiro para el sector que venía a la baja, además de no tener posibilidad de exportar a China, ya que Paraguay no tiene relaciones comerciales con ese país, una condición derivada de su vínculo con Taiwán. De enero a agosto de 2022, Paraguay exportó más de 234.408 toneladas de carne bovina por un valor de USD 1.230.224.134. Rusia, Brasil y Chile fueron los mercados más importantes.

Carlos Giménez, ministro de Agricultura y Ganadería. 

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Para la administración Bien, la iniciativa supuso enfrentar la presión del lobby de los estados ganaderos del medio oeste y sur de EEUU, pero no había excusas para cerrarse, ya que Paraguay insistía en que la industria cárnica del país cumplía con los requisitos. Finalmente, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal estadounidense dio luz verde a la importación de carne refrigerada y congelada, que entrará en vigor a partir de diciembre.

La decisión fue anunciada en medio de la visita a Asunción del subsecretario de Estado de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José Fernández, quien se reunió con Peña a principios de noviembre. La medida fue interpretada como un gesto de deshielo de la Casa Blanca al gobierno paraguayo, que desde la toma de mando de Peña se esforzó en abrir canales de diálogo con la administración Biden y mostrar un alineamiento internacional con Washington. Ahora la amenaza recae en el Capitolio.