Tras un largo silencio, el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, finalmente se refirió a las elecciones de octubre y anunció que no respaldará a la lista del petrolero Guillermo Pereyra, que sorpresivamente se impuso en las elecciones primarias.

La definición de Sapag se hizo esperar casi un mes. Tras la derrota en las PASO, el mandatario provincial había mantenido un incómodo silencio que despertó el nerviosismo en la Casa Rosada, que apuesta todo a la lista del Frente para la Victoria que encabeza el senador Marcelo Fuentes.

El nerviosismo se había incrementado hace unos diez días cuando Sapag se reunió con Pereyra y, según la versión del petrolero, le garantizó su apoyo. “El gobernador comprometió su acompañamiento en las elecciones legislativas del 27 de octubre”, señaló el dirigente cercano a Hugo Moyano. Hasta ayer, no había sido desmentido.

Al mismo tiempo surgieron versiones sobre un pedido de Sapag a su rival para que frene la embestida contra el acuerdo entre YPF y Chevron. “No voy a poner piedras en el camino (…) No voy a tener ninguna disputa con el compañero gobernador”, anunció en público Pereyra.

Pero, tras la aprobación del convenio que permitió la puesta en marcha del convenio para la explotación de Vaca Muerta, todo cambió. La primera señal fue la visita que Sapag hizo el viernes a la Casa Rosada. El ministro Julio de Vido le retribuyó su aporte con 132 millones de pesos en obras. Antes de que comenzara la discusión del acuerdo, el senador Fuentes había hablado de mil millones en obras.

En un gesto más que sugestivo, Sapag recibió también un fuerte respaldo político de su viejo rival en Neuquén, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli. El funcionario, que agradeció "al gobernador y los legisladores provinciales que votaron y pusieron la cara, el pecho, para llevar adelante esta propuesta", al tiempo que denunció un “golpe institucional” de “la izquierda y la derecha”.

“Neutrales”

En un acto realizado ayer en la capital neuquina, Sapag anunció que no apoyará a la lista del Movimiento Popular Neuquino, de la que tampoco formarán parte los miembros de su espacio, pese a que le correspondía por el resultado de las PASO.

“¿Cómo hacemos para pararnos en la tribuna y acompañar una campaña con quienes nos trataron de enemigos, hipócritas y mentirosos?”, se preguntó el gobernador y le traspasó la responsabilidad por la campaña al presidente del MPN, Jorge Sobisch

“Si nos tratan como enemigos lo menos dañino que podemos resultar es ser neutrales. No vamos a ser activistas, que no nos busquen porque no nos van a encontrar. El envión lo van a tener que tomar ellos el 27 de octubre; no le vamos a empujar el carro”, afirmó. “No queremos poner al partido en un punto de fractura, los que hicieron eso fueron nuestros adversarios internos”, completó.