Es el principal tema de conversación en las reuniones bilaterales. Diplomáticos de ambos países tienen el caso en agenda pero ni aún así el presidente de Chile, Sebastián Piñera, pudo convencer a la mandataria argentina Cristina Kirchner de tener una charla sobre la presencia de la areolínea chilena LAN en el país.

Esta mañana el conflicto volvió a estallar luego de que el ORSNA, manejada por la agrupación La Cámpora, le informara a la empresa chilena que debe desalojar en 10 días el hangar que maneja en Aeroparque, la aerolínea anunció que podría dejar de volar.

Inmediatamente, desde la empresa anunciaron que recurrirán a la Justicia para mantener el hangar que por contrato tiene hasta 2023 por el cual invirtieron una cifra cercana a los 5 millones de dólares.

No es el primer obstáculo del Gobierno contra la empresa chilena: El ORSNA también frenó la incorporación de un Airbus 320 para el mercado doméstico y un Boeing 767 para aumentar sus frecuencias internacionales y a través de Intercargo boicoteó el servicio de rampas para LAN .

Por eso, desde hace unos meses la situación de LAN es el principal en la agenda bilateral. La semana pasada, el diario La Nación informó cómo, en el marco de la asunción del presidente paraguayo Horacio Cartes, Cristina eludió a Piñera, que tenía intenciones de hablar sobre Cristina del tema.

Es más, en las últimas horas Piñera habría instruido a su canciller, Alfredo Moreno, para que se involucre en el tema, según señaló el matutino de los Saguier en su página web.

“Todas los encuentros entre funcionarios de Cancillería tienen a LAN en primer lugar de las conversaciones”, señalaron fuentes de la firma a LPO.

Es más, cuando Cristina viajó en enero a Santiago de Chile para la primera Cumbre entre jefes y jefas de la Celac y la Unión Europea UE, Piñera logró manifestarle a la presidenta su disgusto sobre las trabas a LAN. Allí, Cristina Kirchner prometió estudiar el tema aunque luego siguieron más medidas en contra de la aerolínea chilena.

El objetivo de La Cámpora

Detrás de las maniobras del ORSNA se esconde un objetivo que a esta altura, ya no parece nada secreto: sacar del mercado a LAN para que Aerolíneas Argentinas pueda absorber esa porción del mercado y así paliar el enorme déficit que muestra la línea de bandera nacional.

En rigor, el objetivo cuenta con dos pasos: Uno es el de hacerse con esa porción del mercado y el otro es aumentar inmediatamente las tarifas. Con consumidores cautivos, Aerolíneas no tendrá problemas en aplicar un reajuste en el precio de los pasajes.

Si hay una razón por la cual la empresa que conduce Mariano Recalde no aplica esos aumentos es porque, justamente, LAN se niega subir los precios porque no le conviene tener los aviones vacíos. Un aumento de Aerolíneas haría que miles de pasajeros se vuelquen a la empresa chilena y por eso Aerolíneas necesita el monopolio.

Lo curioso es que Lan es la única empresa privada que opera en el mercado interno con éxito. Sucede que en los últimos doce años, el 100 por ciento de las compañías áreas quebraron. Ni Laer, ni Dinar, ni Sothern Winds pudieron escapar al fracaso.
Aerolíneas, en cambio, se mantiene por los miles de millones de subsidios que recibe anualmente.

Según datos publicados en marzo, la firma perdió más de 3.500 millones desde julio de 2008. Según el cálculo realizado por LPO, con lo que se pierde en Aerolíneas alcanzaría para renovar los 249 vagones de la línea Sarmiento cada 104 días.

Días atrás, Aerolíneas anunció que por primera vez en tres años redujo su déficit diario en un 16%, ubicándose en torno a los 11 millones de pesos por día.

El dato positivo, sin embargo, no alcanzará para que el camporista Recalde cumpla una promesa que hizo en 2009, cuando pronosticó que en 2013 conseguiría ganancias por “unos 30 millones de dólares”.

Otras grandes compañías sí lo han logrado: por ejemplo, en 2012 Japan Airlines tuvo ganancias por 2298 millones de dólares, Delta por 1600 millones, All Nippon Airways por 1.048 millones y Air Chino por 782 millones.